Cuantas veces nos han dicho “entrégaselo todo a Dios” ó “deja todo en manos de Dios” y aunque decimos que si, no tenemos idea de como hacerlo, le ha sucedido?
La realidad es que nos es difícil el quitar nuestros ojos de nuestros problemas y aún más el entregarlos a un Dios que no vemos y que no estamos seguros de qué es lo que vaya a hacer con eso que no nos atrevemos a entregarle.
Lamentablemente en la mayoría de los casos de angustia, solo vemos una o máximo 2 alternativas de como salir adelante y sabe por qué es esto?, es sencillo, porque normalmente tenemos una vista a corto plazo y solo buscamos salir del paso de cada asunto que nos ocupa, pero sabía que se puede hacer distinto?
El día de ayer platicaba con un grupo de personas acerca de cómo es que podemos ver las cosas y el alcance que estas pueden tener, les había pedido leer un pasaje en la Biblia que hablaba sobre la lengua y como ésta puede afectar una situación o crear un problema y les había pedido a cada persona traer una reflexión de algo que les impactara o que simplemente les llamara la atención.
Sin excepción todas las personas trajeron una reflexión de algún punto en donde se veían reflejadas, quiero imaginar que como a mi me sucedió en alguna ocasión, cada una de ellas meditó en esa parte en la que se siente débil o que batalla, ya que estaban leyendo la Biblia para encontrarse a sí mismas y es justo ahí donde está el problema.
Ya en clase, les pedí volver a leer el pasaje, pero les pedí que lo leyéramos desde una perspectiva diferente, les pedí que no lo leyéramos como si se hablara de nosotros, sino que lo leyéramos como si estuviéramos sentados en las piernas de Dios y tratando de entender las cosas como Dios las entiende.
Eso bastó para que un texto que pareciera condenatorio o cuando menos preventivo se convirtiera en un texto que se notaba que tenía un plan y que desarrollaba toda una estrategia para hacer de las personas verdaderos hijos de Dios y no guiñapos que sufren bajo el efecto de sus propias pasiones y su lengua.
La Biblia está ahí justo para eso, no para que nos encontremos a nosotros mismos y no para que nos comparemos con los personajes de la Biblia, si lo nota, solamente a partir de la presencia de Jesús la Biblia nos invita a imitar a alguien, ya que todos los anteriores no tenían al único y absoluto consumador de la fe para poner poder en sus vidas.
Cuando leemos la Biblia desde el eje de Dios, empezamos a entender como es que antes de que tuviéramos problemas, Él ya esta planteando soluciones y para cada adversidad tiene una solución que nulifica lo que nos pasa e incluso nos previene para que no pasemos ningún tipo de angustias.
Es justo ahí donde entra en función la personalidad de Dios de la que le quiero hablar el día de hoy, que El Shaddai, el Dios suficiente (Génesis 17:1-3), aquel al que no se le escapa detalle, aquel que tiene todo en control y el que anhela que no recurramos a nada mas que a Él.
El Shaddai nos invita a quitar los ojos de nuestros problemas, nos invita a quitar los ojos de nosotros mismos y de lo desesperado de nuestras situaciones y nos enseña que las soluciones a corto plazo no nos sirven de mucho, El Shaddai nos enseña a que hay un plan, y que lejos de solucionar problemas, fuimos diseñados para conquistar actitudes, a cambiar hábitos por costumbres y a hacer de cada situación un motivo de alabanza y adoración para Dios, y sobre todo, que hay estrategias que nos enseñan a no volver a caer nunca mas bajo el efecto de la visión corta de nuestro entendimiento.
Pensar que Dios es suficiente y que ese suficiente no solo arregla situaciones, sino endereza entendimientos me hace querer cantar, me ayuda a ampliar mi panorama y a ver que Dios verdaderamente nos hizo a su imagen y semejanza y que verdaderamente tenemos el potencial de hacer las cosas como Él las hace, pues ese es su plan, que reinemos en su nombre mientras estamos en la tierra.
La vision a largo plazo del proposito de Dios es la que nos hace ver que efectivamente nuestros problemas son solucionables y pequeños cualquiera que estos sean. Me gusta que lo expreses de una manera muy clara y es lo que siempre tenemos que recordar.