Tengo un gran amigo al que aprecio mucho y del cual aprendo diariamente, es de esos amigos que siempre están dispuestos a aprender y a hacer algo nuevo y les quiero compartir un poco de él, ya que esto les ayudará a entender mucho mejor quien es Dios.
Mi amigo trabaja en el mundo de los seguros y es muy interesante el darme cuenta que hemos llegado a ser tan amigos que cada vez que lo veo, lo veo con un rol diferente, es decir, cuando le llamo, siempre me pregunta como estoy, para saber cual de sus roles tiene que adoptar.
Desde hace casi tres años conozco a mi amigo, y ha sido promovido y beneficiado en una gran cantidad de ocasiones desde entonces, siempre me comparte con gran gusto como van las cosas en su trabajo y me comparte desde su corazón como es que hace para ser excelente, cuando hablamos de ese tema, me muestra su rol de Mayordomo.
Mi amigo es un esposo admirable, es emocionante ver como siempre toma tiempo e incluso pausa las pláticas para asegurar que su mujer suba al coche y abrirle la puerta y que esté cómoda, es emocionante ver el tipo de comunicación que tiene con su mujer, pareciera que son uno todo el tiempo, eso hace muy fácil la convivencia con ambos.
Mi amigo es un Padre excepcional, dedica mucho tiempo a convivir con sus hijos y a pasar momentos de calidad con ellos, de modo que sus hijos no tienen nada que reclamarle, por el contrario, hablan y expresan maravillas de él.
MI amigo es un gran asesor, le gusta aconsejar a las personas, tanto en el terreno profesional, como en el personal y el espiritual, todo el tiempo se prepara para poder dar un buen consejo y es consciente de la trascendencia de sus palabras, por eso dedica gran tiempo a pensar y meditar en la justicia, para siempre ser efectivo.
Y por favor no crea que estoy adulando a mi amigo, es un hecho que me siento privilegiado y afortunado por su amistad, pero sabe mas que otra cosa, me gusta mucho que cada vez que me encuentro con él, me deja ver el rol en el que está, es como si fuera varias personas diferentes, pero el mismo a la vez, tal como Dios lo hace, tal como al que fue creado a imagen y semejanza.
Esto que le cuento es algo que Dios hizo al encontrarse con Moisés, aquel momento histórico en el que se encontraron en el desierto y Dios se mostró a Moisés en medio de la zarza ardiente, Moisés preguntó su nombre y Dios le respondió algo así como “YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros” (Éxodo 4:14), en otras palabras, Dios se mostró a Moisés y le dijo “ten fe en mi, pues cada vez que me necesites, seré aquel que necesites, cada vez que recurras a mi, te mostraré la cara que tenga el efecto absoluto y eterno en ti”, y a partir de ahí Dios le mostró sus múltiples nombres para que pudiéramos recurrir a aquel que necesitemos y nos encontremos con cada personalidad de Dios de acuerdo a nuestra necesidad y a nuestra situación.
Si lo nota, así como me encuentro con mi amigo, así lo puedo hacer con Dios, ya que Dios no es uno solo para que simplemente lo carguemos con todos nuestros problemas, sino que quiere, anhela que lo conozcamos en cada una de sus facetas y en cada uno de sus nombres, para que podamos tener una intimidad con Él al grado que alguien algún día nos reconozca como verdaderos hijos y nos imite a nosotros como nosotros imitamos a Jesús.
En los siguientes días aprenderemos de un Dios que “es” por medio de como se llama y entenderemos que cada nombre y cada personalidad están ahí para nosotros, para que podamos gozar de cada beneficio y evitar el preámbulo que a veces nos estorba en nuestra intimidad y en el efecto de nuestra relación con el Dios que decimos amar, pero la mayor parte del tiempo no conocemos.
Le invito a ponerse delante del “Gran Yo Soy”, de aquel que es mas que un toma pedidos, de aquel que es por nosotros, es santo, es decir es apartado y lo es aún en sus nombres, pues los diseño para identificar como es que será su trato para con nosotros y que sepamos siempre con quien hablamos y que obtendremos de nuestra visita en cada ocasión.