Es impresionante la cantidad de mitos que existen en nuestra fe y mas aún el hecho de que estos mitos son mas fuertes que la verdad, cuando los aclaramos a las personas, por lo general prefieren seguir creyendo en aquello que “les dijeron” o en aquello que “les inculcaron”, a pesar de darse cuenta de que hay una verdad o que la Biblia dicen lo contrario.

Para esto hay muchos motivos y ninguno de ellos es cuestionable, mas es importante el hecho de que tengamos esa flexibilidad ante y hacia la verdad, para que no nos perdamos ninguno de los beneficios que Dios tiene para nosotros.

Uno de esos mitos que afectan la fe de las personas es el mito de la oración, ya que la gente confunde el orar con el rezar y confunde el orar con el pedir y con no se que tantas cosas mas y no es necesario mas que ir al diccionario para darnos cuenta que no significan lo mismo, ni aun en términos de fe.

Rezar es el repetir continuamente algo, mas no es orar, pedir, es el ir con alguien a expresar una necesidad con la expectativa de que la cumpla, pero no es orar, orar es conversar con Dios.

Muchas personas a su vez piensan que orar es platicar con Dios, pero tampoco es así, es decir, no podemos pretender que Dios sea como una persona común y corriente que llene nuestros espacios de ocio y que se interese por nuestros detalles cotidianos, tenemos que recordar que estamos hablando del Creador del Universo, y que aunque dio todo por nosotros, no podemos dejar de contemplar su majestad y comportarnos a la altura.

Conversar es hablar sobre temas específicos, es dialogar, es decir, no hacer un monólogo, sino estar conscientes que nuestro interlocutor también tiene mucho que decir y que nos responderá, eso no es opcional, es un hecho.

Es justo ahí donde muchas personas patinan, pues la mayoría de las personas entienden como respuesta de Dios el cumplimiento de lo que piden, pero no tienen una idea de que Dios les hablará y menos de cómo habrá de hacerlo.

Cuando empecé mi relación con Dios me encontraba justo en el mismo lugar y fue conforme me fui familiarizando con la Biblia que me fui dando cuenta cómo es que Dios les hablaba a los hombres de la Biblia y me fui abriendo a los modos de Dios y dejé de lado mi expectativa obtusa acerca de su voz.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que Dios es omnipotente, es decir tiene el poder y la faculta de hablarnos por medio de cualquier cosa y de cualquier manera y sobre todo el hecho de que Él espera que nunca perdamos esa capacidad de asombro, por tanto, nos hablará de maneras diferentes todo el tiempo.

Dios nos puede hablar por medio de pensamientos, de sentimientos, por medio de otras personas, definitivamente por medio de su palabra, pero también nos puede hablar de manera audible, todo está en que se lo permitamos, a veces usa las películas y los anuncios de televisión para decirnos o recordarnos cosas, pero tenemos que tener en cuenta que todo aquello que nos diga, debe de tener un reflejo en su palabra (La Biblia), sólo así diferenciaremos entre nuestras ideas y nuestros pensamientos y la voz de Dios.

Por tanto, y regresando al tema de la oración, debemos de tener cuidado de qué es lo que consideramos oración, ya que por lo general solo hablamos de nosotros y nuestras necesidades con Dios, es no es orar, eso no es hacer una conversación, eso es el expresar constantemente nuestra falta de fe en nuestras mentes y con nosotros mismos.

Tal como nos preparamos para tomar un cafe con un amigo o amiga y saboreamos con antelación los temas que habremos de hablar, de la misma manera debemos de hacer con Dios, una de las cosas que mas disfruto es hacer citas con Dios, planeo encontrarme con Él en lugares y horas en específico y es delicioso saber que responde, que asiste y que propicia un ambiente especial para nuestro encuentro y luego hablamos de muchos temas.

Dios tiene muchas intenciones y muchos temas para hablar con nosotros, la mayoría de ellos basados en su palabra, y no es que Él hable de Biblia todo el tiempo, sino que se goza en explicarnos como es que funciona cada palabra y como cada una de ellas es verdadera y como por medio de la aplicación de cada una, nuestra vida no solo se convierte en una vida mas simple, sino en una vida mas gloriosa.

La cita de hoy parece pequeña, parece sencilla, pero es sumamente profunda, ya que nos habla de una instrucción poderosa, nos resume todo lo que le he platicado en este escrito y nos exhorta a hacerlo todo el tiempo, no exhorta a llevar una vida a un nivel mas allá de lo promedio y de lo cotidiano, para que ahora si, veamos el poder y la mano de Dios en nosotros todo el tiempo, como ve?, cree que lo pueda hacer?

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Un comentario

  1. David Rios

    Mi estimado Rene, muy cierto lo que dices amigo, me encanto y creo tienes mucha razon, empezare a hacer citas con Dios.