Pablo el Apóstol nos decía “vivir es Cristo y morir es ganancia”, esto quiere decir que vivir es una oportunidad constante para imitar a Cristo, mas morir es el recibir el galardón de Dios y no tener que esforzarnos mas y todos sabemos que debemos de morir y que mejor que morir sabiendo que hicimos todo para agradar a Dios y lo logramos, no?, de esa manera no habrá que rezar por los muertos (lo cual es desagradable a Dios), ni rogar por su eterno descanso, ya que esto es una garantía cuando vivimos adecuadamente.
Un tío mío solía decir “todos quieren ver a Dios pero nadie se quiere morir” y esto que decía es 100% cierto, la única manera de que veamos a Dios es que durmamos para verle en su segunda venida a la tierra, entonces, por qué no querer morirse?
Dios nos enseña que uno de los privilegios de ser llamados sus amigos, es que Dios nos muestra el futuro, esto es repetido una y otra vez en su palabra y que privilegio que Dios nos deje ver el día que moriremos, no?
No solo al Rey Ezequías le sucedió, sino a muchos otros hombres, y creo que es un gesto genial de Dios el darnos oportunidad de organizar nuestras cosas para poder morir en verdadera paz y sabiendo que verdaderamente está en sus manos, pero que especial el leer la historia de Ezequías y saber que opinaba diferente a Dios.
Note como Dios con todo amor y como recompensa a la fidelidad de Ezequías, le envía al Profeta Isaías a que le anuncie su muerte y como el mismo Ezequías toma esa fidelidad como defensa contra la voluntad de Dios para luego no morir, sino agregar años a su vida.
Ezequías era un hombre sujeto a la ley, era un hombre recto e hizo tanto como pudo para agradar a Dios, y sabía lo que hacía, sabía que todo el tiempo operaba en promesas que le permitían añadir años a su vida y de esa manera lo demandó, pero le faltó un pequeño detalle, no tomó en cuenta la opinión de Dios, por tanto la consecuencia de los 15 años que le fueron añadidos fueron una gran catástrofe, ya que solo los desperdició e hizo de su reinado que había sido excepcional una porquería ya que dejo ver todo aquello que era sagrado a quien no lo merecía.
Muchas veces así actuamos, pensamos que merecemos algo a causa de nuestras obras y vamos delante de Dios y exigimos lo que “nos corresponde” y Dios quien es fiel a su palabra y a sus promesas tiene un gesto con nosotros y nos cumple aquello que promete, sin que nosotros tomemos en cuenta su opinión.
Piénselo de esta manera, si Ezequías hubiera decidido morir en el tiempo que Dios planeó, su reinado hubiera pasado a la historia como uno de los grandes reinados, sin embargo, su nombre se asocia con la desobediencia y la inmadurez, pareciera que todos los años que vivió antes de los quince que le añadieron a su vida no hubieran servido de nada, no lo cree?
Con esto no le quiero animar a perseverar en la muerte, todo lo contrario, pero si a que reflexione en el hecho de cuantas veces hemos cuestionado la voluntad de Dios y renegado cuando ha decidido el recoger a alguien a quien nosotros consideramos que no lo merece, no puedo recordar el cuantas veces me han hecho la pregunta de “por qué se muere la gente buena?”, la respuesta es simple, o bien cumplió con su propósito y obtuvo el galardón, o le sucedió como a la higuera que no dio fruto, fue arrancada, pero ambos están bajo la voluntad de Dios que no debemos cuestionar.
Ezequías se creyó mas inteligente que Dios y pensó que había usado la palabra de Dios a su favor y lo que obtuvo no fue otra cosa que vergüenza y reconocimiento por su falta de sabiduría, en pocas palabras, le hubiera convenido mas, el morir cuando Dios lo dijo, no lo cree?
Muchas personas pasan por la vida retando a Dios y cuestionando su voluntad, cuando todo lo que necesitan es solo escuchar su voz y llenar su vida de todo lo que la palabra promete si la obedecemos, eso nos dará una vida llena días gloriosos.
Piense en esto, cuantas veces se ha creído usted mas inteligente que Dios?