Entender a Dios es todo un reto, ya que tratamos con toda nuestra mente natural entender a un Dios que es sobrenatural y que Él mismo se declara por encima de todo entendimiento natural, pero aún así insistimos y queremos ponerle un nombre y una explicación a cada cosa acerca de Él.

En nuestra lucha por entender a Dios y por definirlo han surgido un sin fin de definiciones y cada persona ha optado por hacer su propio concepto de Dios aunque este a veces no sea consultado con Dios o sea contrario a lo que el mismo Dios dijo y declaró acerca de si mismo para que lo conociéramos, pero parece que a veces es mas importante lo que nosotros digamos y pensemos que lo que Dios opine, lo ha pensado?

Ayer hablaba de esto con un grupo de personas, ya que sucede que la mayoría de las veces nos interesa mas el hecho de tener una relación con Dios por aquello que puede hacer por nosotros y aquello que significa el hecho de que estemos cerca de Él que por Dios mismo, y esto no es algo esporádico, todos aspiramos a ser bendecidos y todos aspiramos a tener aquello que vemos en quienes están “más cerca” aunque en muchas ocasiones no estemos dispuestos a pagar el precio.

Pero si lo pensamos detenidamente y hacemos caso a las palabras de Dios quizá podamos entender un poco mas, la Biblia nos explica que cuando Moisés pregunta su nombre a Dios, este responde “Yo soy el que soy”, por tanto lo primero que podemos entender es que Dios pretende ser en nosotros y no para nosotros, es decir, Él quiere ser y no hacer, ya que el hacer será consecuencia de su ser en nosotros.

Dios se declara a sí mismo como verbo, si nombre es verbo y simplemente es, a diferencia de lo que los hombres podamos entender, Él es y punto, de modo que cuando queremos algo de Él, necesitamos dejarle que sea para que luego su ser se manifieste en acción en nosotros, le hace sentido?

Es por ello que es tan importante que conozcamos los nombres de Dios y entendamos cada uno de ellos, para que entendamos todas las maneras y todas las formas en las que Dios quiere ser en medio de nosotros, dentro de nosotros y por medio de nosotros.

Uno de los nombres mas emocionantes de Dios es Yahvé Nisi, que significa “Yo soy tu estandarte” y esto lo podemos entender de 2 maneras distintas, la primera que sería la tradicional, es decir, como si camináramos por la calle y portáramos un estandarte que va con nosotros y habla de quienes somos, pero que podemos soltar en cualquier momento, o bien lo podemos entender con la perspectiva de Dios, cuando Él primero es y luego nos representa, en otras palabras, si nosotros le permitimos ser en nosotros y luego que eso que Él es en nosotros hable por nosotros será como esa luz que brille desde nuestro interior al grado que las personas vean la luz y no nos puedan ver a nosotros, ya que lo que Él es en medio de nosotros es más poderoso y mas vistoso que nosotros mismos, y entonces se convierte en nuestro estandarte, genial, no?

A veces nos dejamos guiar por los nombres y definiciones de las cosas que conocemos y olvidamos el concepto de Dios como un ser sobrenatural, y queremos usar las palabras que entendemos de Él como algo que conocemos, tal como el estandarte, siendo que el estandarte lo seremos nosotros cuando Él sea en nosotros y reflejemos su esencia y dejemos de reflejar la nuestra, interesante, no?

Cuando entiendo a Yanhvé Nisi, entiendo la necesidad de dejarme envolver en Él desde adentro hacia afuera, de modo que mi propio respirar consista en Él y lo que respire sea Él y no hablo solo en el sentido figurativo, sino en el sentido físico, mas no natural, sino sobrenatural, entendiendo que hay una parte nuestra que es sobrenatural que es la que nos hace a imagen y semejanza de Dios, y que nos permite que Él sea en medio, dentro y por medio de nosotros, ya que si no estaríamos en yugo desigual con nuestro Dios, no lo cree?

Por tanto, si usted desea que Dios represente su vida, necesita estar dispuesto a que Él sea en usted, en medio de usted y por medio de usted, tiene que dejarse envolver por el estandarte de dentro hacia afuera y permitirle a lo santo que es Él que lo transforme, y si no sabe cómo, no se preocupe, solo deje de pedir y declare con sus palabras que Él es y permita que su entendimiento de lo natural quede a un lado hasta que el estandarte de su presencia y de su esencia le envuelva, le parece?

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