|Creo que nunca recurrí a la famosa frase de “mi perro se comió la tarea” pero le puedo asegurar que lo pensé muchas veces, creo que la falta de perro me impedía hacer uso de  ese tan famoso recurso o bien el hecho de que crecí en la época de que las computadoras empezaban a reemplazar las tareas manuales, no lo sé, pero a veces con gracia miro hacia el pasado y me sonrío pensando en cuantas veces la puede haber usado y no lo hice,

Obvio el hacer uso de este famoso recurso no tiene nada de honesto y nada de edificante, además de que no creo que haya maestro que compre tal justificación para aceptar que un alumno no traiga su tarea hoy en día, y es cuando pienso en la palabra justificación cuando la cosa se pone interesante.

No sé como sea en otros países, pero yo que crecí parcialmente en México, crecí rodeado de la palabra justificación, había que tener un justificante médico para poder faltar a una clase, es decir un médico necesitaba expedir una constancia de que habíamos tenido una cita con él para poder evitar una mala nota por faltar a una clase, a veces necesitábamos un justificante aunque fuera de nuestros Padres para poder explicar cualquier irregularidad que tuviera una razón externa y ajena a la escuela, y nunca nadie cuestionó el significado de tal palabra.

Sin darme cuenta, crecí en un entorno en el que la palabra justificación significaba lo mismo con excusa, sólo que la primera tenía un toque un poco mas formal, mientras que la segunda iba acompañada de descaro y desfachatez, le sucedió igual a usted?

A veces el hacer un uso inadecuado de las palabras no nos afecta, ya que no nos lleva a ningún lado, o al menos eso es lo que muchos creen, pero sabe, si nos perdemos del verdadero significado de alguna palabra importante, nos podemos perder de sus beneficios y vivir una vida entera con algún tipo de carencia, lo había pensado de esa manera?

Justificación es una de esas palabras de las cuales no nos podemos dar el lujo de ignorar su significado, ya que conlleva a toda una dimensión de bendición asombrosa que sería ridículo e inaudito no accesar en nuestra vida de fe.

Justificación viene de justicia, de hacer justo, de ser justo, y si usted lee el libro de proverbios, la justicia tiene que ver con la sabiduría, aquel hombre que es justo, tiene acceso a los beneficios de la sabiduría y a todo tipo de abundancia, aquel que es justo tiene su corazón alineado con el de Dios y por tanto tiene una visión de quien es, y de cual es su alcance, la justicia le da esa visión.

Si lo pensamos desde el punto de vista tradicional un justificante solo nos ayuda a salir del paso, pero si lo vemos desde el punto de vista de la Biblia, el ser justificados nos pone en un plano de poder y de visión hacia el futuro y hacia la eternidad, y todo depende de nosotros, todo depende de qué enfoque querramos darle a una palabra tan sencilla como esta.

Ahora bien, si entendemos el hecho de ser justos desde el punto de vista del Antiguo Testamento, nos daremos cuenta que es como un campo minado, es decir, por donde la veamos, nos vamos a encontrar con situaciones que amenazan nuestra integridad y que nos alejan de la justicia y de la condición de poder y visión, y es justo ahí donde la sangre de Jesús empieza a adquirir valor, ya que su sacrificio y su amor derramado en la cruz nos ponen en la misma condición que una vida de rectitud, para que podamos de esa manera recibir los beneficios y empezar una carrera de justicia en nuestra vida, pero ojo, la sangre de Jesús no es para que hagamos como queremos y luego regresemos a ser justificados cada vez que necesitemos, sino para que el sacrificio de Jesús nos permita tener la condición necesaria para ser justos y de ahí partir, esto no significa “borrón y cuenta nueva”, sino significa que nosotros comenzamos donde Jesús terminó, para que podamos construir sobre ello, pero recuerde la parábola, es para que construyamos una casa sobre la roca y no sobre la arena, pues Jesús es esa roca que le sirve de fundamento a nuestra vida.

Es por eso que es bueno hacer un alto en el camino y detenernos a pensar en todas esas cosas que no hemos podido dominar en nuestro carácter, en nuestra carne y en todo lo que hacemos, para que podamos ir delante de Jesús con nuestra incapacidad, reconocer nuestra debilidad y ser justificados (hechos justos) por Él, y comenzar a vivir una vida gloriosa a causa de su justicia, de su poder y de su favor derramado en nosotros, pero sólo cuando lo hagamos en consciencia será que tendrá el efecto adecuado y no volveremos a caer en lo mismo de nuevo.

Por tanto, usted tiene la oportunidad de jamás volver a recurrir al inocente de su perro para justificar lo que no sucede en su vida, puede dejar de dar excusas a la gente por medio de la justificación en la sangre de Cristo y créame, esto aplica para todas las cosas y situaciones de su vida, no es sólo para lo solemne y espiritual, Jesús lo hizo para reflejarse en todo lo que somos y en todo lo que hay en nosotros, para que el mundo pueda anhelar a Jesús y podamos todos ser justificados y alcanzar nuestro propósito por medio de Él.

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