Anoche me invitaron a dar una conferencia y les hablaba a los asistentes que la manera mas sana de empezar una relación es el dejar muy claras las expectativas acerca de la misma, es decir, hay que tomar un tiempo y hablar lo que normalmente no se dice, pero que si se espera y que por lo general es la causal del término de la mayoría de las relaciones, las expectativas incumplidas.

Muchas personas la llaman ilusión, y tal vez sea porque la ilusión es mas rosa que la expectativa, pero aún así es importante, no importa si es una amistad, una relación de negocios o una relación amorosa, todas las relaciones tienen que empezar por aclarar que es lo que se visualiza de ellas y que se espera que pase a lo largo del transcurso de las mismas.

Sabe los Judíos hacen esto, antes de casarse ponen por escrito lo que esperan de su matrimonio y negocian los términos de la convivencia que tendrán, de esa manera aseguran tener relaciones que duren tal como lo reza la frase que todos usan “hasta que la muerte los separe”.

Creo que cuando empezamos cualquier tipo de relación todos esperamos que sea para siempre, bueno en realidad no todos, y son esos “algunos” que no le ven futuro a una relación quienes nos pueden dañar si no prevenimos el hecho de hablar nuestra expectativa y de esa manera mantendremos nuestro corazón sano e integro.

Con Dios las cosas no son diferentes, por el contrario, podríamos decir que fue Él quien inventó ésta metodología de dejar las cosas claras de modo que no nos equivoquemos y luego no le culpemos de las cosas que no pasan en nuestra vida o de las cosas que “no nos cumple”, siendo que en realidad nunca nos preocupamos por los términos de la convivencia y nunca le vimos futuro a esta relación sólo nos “acercamos” y nos “portamos mejor”, para que Él nos bendiga y haga “lo suyo”, pero no es así.

Todos decimos amar a Dios y es raro quien diga amar a Dios que no diga que Dios es lo más importante para el o para ella, pero en realidad en muchas ocasiones sus actos no reflejan esta importancia y no reflejan esta relación que decimos tener, ya que algunos aseguran sentirse tan en confianza con Dios que hasta pueden tener una relación con Él “a su manera”, sin importar lo que Dios pueda decir o pueda opinar, a pesar de que aseguramos que es “lo más importante para nosotros”.

Todos hemos escuchado de los famosos 10 mandamientos, y aunque todos decimos conocerlos, pocos los saben de memoria, y sabe, eso es vergonzoso, como podemos decir que amamos a Dios y no conocer las 10 reglas de convivencia que nos dio, no lo cree?

La cita del día de hoy solo habla del primero de estos diez mandamientos y note con que exactitud y que explícito es Dios acerca de lo que espera acerca de nosotros, de cómo espera que le expresemos ese amor que le decimos tener y cómo espera que separemos tiempos específicos para estar con Él, si lo lee detenidamente, dentro de éste mandamiento no hay espacio para “a mi manera”, y no es que Dios nos obligue, porque no lo hace, sino que nos advierte que si pretendemos su bendición, necesitamos cumplir con su requisito, al fin y al cabo es Él quien tiene el poder en sus manos y no nosotros!

Note como Dios demanda de nosotros un día entero, es decir, eso va mucho más allá de ir a misa el sábado o a la iglesia el domingo, Dios nos ha regalado 6 días para llenarnos de beneficios, de modo que tengamos tanta plenitud de su parte que podamos volcarnos un día entero hacia Él y note como habla de que no solo nosotros separaremos nuestro día para Él, sino también quienes habitan en nuestra casa, no importa si creen o no creen, es por eso que habla del extranjero, todo lo que está bajo nuestro dominio, debe de separar un tiempo y un día especial para la comunión con Dios, interesante, no?

La Biblia está llena de beneficios y promesas, pero cada una tiene su condición, conforme empecemos a conocerlos y a cumplirlos, empezaremos a darnos cuenta que en realidad no conocíamos a Dios y que en realidad la bendición que decíamos recibir no era siquiera atractiva a lo que recibimos cuando empezamos a jugar de acuerdo a las reglas.

Para muchos fue ayer y para muchos es hoy, ese famoso día que Dios espera que separemos para Él, que espera para levantarse y tomar un tiempo de oración?, que espera para prepararlo todo para ir a su presencia y así poder empezar a vivir una vida gloriosa como la de hijo de Dios y dejar de vivir una vida con altibajos como bastardos?

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