Es interesante que en nuestro afán de orar “correctamente”, decidimos pasar de no sólo pedir a agradecer y luego empezamos a agradecer a Dios las cosas que hace por nosotros y en menos de lo que nos damos cuenta, nuestra oración se trata de nuevo de nosotros y no de Él, se ha dado cuenta?, además de que empezamos a agradecer a Dios un montón de cosas que en realidad ni siquiera nos constan que las haya hecho Él, pero que así lo sospechamos.

Creo que sería muy sano empezar por el hecho de que muchas o la gran mayoría de las cosas que suceden en nuestra vida se deben mas al cumplimiento de una condición establecida en la Biblia y no a la intervención de Dios, si nos tomamos el tiempo de buscar cada una de ellas y ser honestos con nosotros mismos, nos vamos a dar cuenta que se nos va a agotar el material de “oración” y que no tenemos mucho que agradecer porque nos damos cuenta de donde viene.

Jesús sabía todo esto, por ello se aseguró de dejarnos una buena guía de cómo orar, el famoso y tan aclamado Padre Nuestro, que no es una oración en sí, sino una guía de como estructurar una oración, de modo que no nos falte absolutamente nada al momento de presentarnos delante del Padre y entablar una conversación con Él.

Me llama mucho la atención que el Padre Nuestro comience con un llamado hacia quien estamos dirigiendo nuestra oración, es decir, ya que no vemos a nuestro interlocutor físicamente, es importante que nuestro ser reconozca a quien está orando, y segundo que tome su nombre y lo bendiga.

El nombre de Dios es algo importante, la Biblia dice que es nombre sobre todo nombre, y es por ello que tiene tanto peso, ya que ninguno está sobre Él y por otra condición especial que es aquella que hará la diferencia en nuestra oración su nombre no es un adjetivo, es un verbo, su nombre es acción.

Cuando Dios se presenta delante de Moisés, y éste le inquiere su nombre, Dios le responde “Yahvé” que significa “Yo soy el que soy” es decir le está haciendo entender a Moisés la diferencia entre Él y todos los demás dioses de la tierra, ya que normalmente los demás dioses hacen cosas por quienes le invocan, pero Dios, el no hace, el es, simplemente es.

Después de esto, podemos descubrir que Dios tiene mas de 70 nombres, todos antecedidos de “Yahvé”, aclarando su esencia, su característica, su manera de actuar, eso es lo que puede explicar la ley y permítame ahondar en esto.

Dios dejó miles de promesas en la Biblia, de las cuales ninguna requiere de su intervención, es decir, si nosotros conocemos las promesas y cumplimos su condición, viviremos bajo el efecto de esta promesa, tendremos una vida abundante sin siquiera haber invitado a Dios a nuestra vida, ya que su ley y sus promesas aplican para los que las conocen y para los que no lo hacen, eso nos lleva al siguiente punto, entonces?, para qué está Dios?, y esa es la mejor de las preguntas que nos podemos hacer, ya que una vez que ya no tenemos necesidad de que Dios haga cosas por nosotros, podemos empezar a tener una relación con aquel Dios al que decimos amar, y podemos enfocarnos en las cosas que es y no en las que hace para podernos enamorar de Él, le hace sentido esto que le digo?

Es por eso que soy tan insistente en el hecho de que no podemos amar a alguien que no conocemos, ya que la mayoría de las personas aman a Dios por las cosas que hace por ellas y porque les conviene amar a Dios, creen que su palabra está llena de beneficios, pero en realidad su palabra está llena de Él y de su carácter, para que le podamos conocer.

Tengo un grupo donde hemos empezado a estudiar cada uno de los nombres de Dios de manera que podamos aprender a conocer a Dios, de modo que cuando nos presentemos delante de Él tengamos mucho más de qué hablar con Él que solo de nosotros mismos, y podamos entender el mundo, el universo y la vida misma desde SU perspectiva y no la nuestra y cuando logremos hacer eso, no nos quedará de otra el reconocer a Dios en medio de todas las cosas y enterarnos de que no solo las hizo, sino que Él es en medio de ellas y podamos ahora sí verdaderamente agradecerle por tener el control del universo y todas las cosas, o más bien por ser Él el control del universo y todas las cosas.

Cuando dejemos de entender que Dios puede hacer cosas por nosotros y creamos como la Biblia en que Dios es, simplemente porque es, es que empezaremos a tener una fe adecuada y citas como las de hoy empezarán a hacerse verdaderas en nuestra vida, es decir, empezaremos a tener un verdadero agradecimiento que va más allá de nosotros, que nos hace uno con Dios y que no tiene nada que ver con nuestras necesidades básicas, sino con la identidad que recibimos del Padre, al Él ser y no tener que hacer.

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Un comentario

  1. nelson cifuentes

    Este devocional especialmente , me cuestiono de forma grande al enfrentarme a que mi obligación es solamente atenerme a las condiciones de vida que tenemos en la biblia .