En los pasados días he meditado mucho acerca de la relación entre lo que decimos y lo que hacemos, verdaderamente me desconcierta cuando me encuentro a alguien que dice amar a Dios, pero que no está dispuesto a leer su palabra, entonces, como le va a amar?, si no le conoce!, o personas que conocen a Dios, mas no están dispuestas a obedecerle, pero aún así dicen amarle con todo su corazón, creo que entre mis favoritos están aquellos que dicen que la Biblia es un libro manipulado, pero que creen en Dios “a su manera”, sin darse cuenta que el solo repetir una frase como esta, es la forma mas pura de manipulación de la que tanto se quejan.
Con el tiempo he aprendido a tener mucho cuidado de las palabras que salen de mi boca, es decir, he aprendido a escucharme a mi mismo y a cuestionar los motivos detrás de cada palabra, ya que obviamente, no puedo quejarme de algo de lo que yo mismo no estoy dispuesto a hacer, no lo cree?, y esto me ha llevado algunos años, ya que hay cosas que se me podrían hacer “fáciles” y aprovecharme de quienes no saben lo que yo sé y crear una realidad que beneficie mi comodidad, pero afortunadamente Dios siempre se ha encargado de recordarme que mi relación con Él se trata de Él, y no de las personas que me rodean ni de las personas que me observan.
Por tanto me he dado a la tarea de escucharme a mi mismo, pensando no solo en lo que digo, sino en lo que Dios escucha de mi, ya que a Él si no le puedo esconder nada y a Él si no le puedo mentir, ni engañar.
Una de las primeras cosas de las cuales me percaté fue que normalmente solo usaba y además entendía la palabra de Dios a medias, es decir, me quedaba con la parte que me gustaba, me convenía o me acomodaba y luego le daba yo mi propio toque personal ó como decimos en México, le ponía de mi cosecha y le quiero hablar un poco de esto.
La cita de hoy es una de esas citas y escogí esta cita, ya que no soy el único que hacía esto, note como la cita está dividida en 2 partes, pero la segunda es condicionante de la primera y sin la segunda, la primera no tiene ningún sentido en lo absoluto y se lo voy a explicar.
Esa famosa cita de “todas las cosas nos vienen a bien a los que aman a Dios”, es una cita muy seria, pues muchas personas la usan como consuelo para pensar que aquello que no les gusta, aquello que no les es cómodo o pudiera parecer malo está en el control de Dios, pero note que la misma cita tiene la primer condición, dice “a los que aman a Dios”, es decir, el que ama a Dios es porque le conoce y por ende le obedece, no cree usted?, y creo que muchas personas se preguntan a sí mismas en silencio el hecho de que si aman a Dios o simplemente se están dando una oportunidad de hacer “luego”, eso que siempre han sabido que tienen que hacer, luego después de un par de comas, la cita nos dice que esas cosas que nos suceden a los que amamos a Dios, es decir, le conocemos y le obedecemos a Dios, nos acercan a un propósito, en otras palabras, Dios promete darle sentido a las cosas que no entendemos, es decir nos invita a perseverar para que no nos quedemos sin respuesta, pero la verdad es que las personas normalmente se quedan con la primer parte de la cita y luego transforman la cita en un “Dios por algo hace las cosas”, con la idea de que Dios no tiene porqué revelarnos ese “por algo”.
Pero piénselo de esta manera, por qué habría Dios de actuar en nuestra vida a nuestro favor sin involucrarnos en ello?, entonces?, que diferencia a Dios de todos los dioses paganos que no hablan y que no son dioses vivos?
Dios nos lleva de la mano a la eternidad, pero esta tiene sus requisitos, los cuales tenemos que cumplir, pero no lo haremos adecuadamente a menos que entendamos el propósito detrás de cada cosa que nos pida, de modo que podamos tener una verdadera relación con Él, basada en una comunicación bilateral y progresiva.
Hoy es para muchos de nosotros día del Señor, para algunos lo fue ayer, pero sabe, si leemos la Biblia, y no necesitamos pasar de las primeras páginas, nos daremos cuenta que uno de los primeros mandatos que Dios nos dio fue guardar ese día para Dios y esa es la primer parte de nuestro propósito, ya que la Biblia confiesa que hemos sido creados para adorar, y que todo lo que vivimos y hacemos gira entorno a ese adorar y es justo en este punto, donde citas como la de hoy toman sentido, ya que ahora si podemos buscar a Dios y sus intenciones en alguna situación incómoda o fuera de lo común que nos acerquen a adorar a Dios, y podamos vivir de acuerdo a un propósito y no solo de acuerdo a las circunstancias, no lo cree?
Que interesante pensar que podemos tomar un día como de “reposo” para descansar, o de reposo para Dios y llenar nuestra vida de bondad y beneficios para el resto de los días de nuestra semana, no lo cree?