Hace poco me recomendaron que viera el documental sobre una familia que había pasado de tenerlo todo, a perderlo todo, y fue una experiencia de lo mas interesante y a su vez dolorosa, pues no había nada de actuado en este documental y obviamente no estaba planeado el hecho de que fueran a dar a la banca rota durante la filmación del mismo.

Una de las cosas que más me impactó fue cuando le preguntaron al empresario que permitió filmaran a su familia para este documental el porqué hacía todo lo que hacía, el simplemente respondió “lo hago porque puedo hacerlo”, luego casi al final, este mismo hombre recordó la frase que había dicho y ahora reconoció que no hacía nada, porque no podía hacer nada…

Es interesante entender la diferencia entre las personas que viven de acuerdo a las cosas de este mundo y las cosas del Reino de los Cielos, mientras este hombre hacía las cosas simplemente porque “podía”, Pablo el apóstol nos dice en sus cartas que hace las cosas que no quiere porque obedece al Espíritu que lo lleva a la dimensión de lo eterno, tenemos las parábolas de los talentos que nos hablan de que tenemos un Dios que recoge donde no esparce y siega donde no siembra, pero que deja en manos de sus siervos el poder de multiplicar sus bienes durante su ausencia.

Lo que mas llamó mi atención de este documental es que al final de todo lo que pasó, ni el hombre, ni su familia habían aprendido nada y simplemente se estaban resignando a vivir de acuerdo a su nuevo nivel de vida, es ahí donde citas bíblicas tan conocidas como “todas las cosas nos vienen a bien a quienes amamos a Cristo” no aplican, ya que la condición de amar a Cristo nunca se dio, y por favor, no piense que estoy juzgando a estas personas, sólo hablo de lo que vi y de lo que entendí.

En la vida cotidiana y a los niveles de las personas comunes como usted y como yo, no es diferente, las personas lo pierden todo, no solo lo económico, sino lo moral y aún las relaciones y que se yo, a veces hasta el orgullo, y se escudan en citas como esa de “todas las cosas vienen a bien…” pero no hay un cambio en ellas, no hay un crecimiento, ese “bien” del que hablan simplemente no sucede y no se hace evidente.

Las personas creen que cuando les va bien, Dios está con ellas, y cuando les va mal… se portaron mal o que se yo, pero en realidad no es una ni la otra la Biblia habla a lo largo y ancho de principios de Reino, eso nos quiere decir que tenemos una garantía de una vida gloriosa y en aumento constante, siempre y cuando hagamos como nos dice la cita de hoy.

Note como la cita nos dice, que podemos y debemos de prosperar en todo y debemos de tener salud, la única condición es que nuestra alma prospere y eso tiene una implicación interesante y diferente a este mundo.

En la tierra entendemos que todo lo que crece y se hace más es símbolo de prosperidad, en el Reino de los Cielos no es siempre así, nuestra alma prospera de acuerdo a como va cediendo su voluntad ante nuestro espíritu y lejos de imponerse, se somete a aquel instrumento que Dios nos dio para escucharle, es decir, nuestra alma se hace pequeña mientras da espacio a que nuestro espíritu se engrandezca.

Por tanto piense en esto, realmente aprende de todo lo que le pasa? o hace como el hombre del documental?, realmente cada experiencia por la que pasa hace que su alma de paso a que su espíritu crezca?

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *