Todas las personas buscamos el amor, todas las personas caminamos por la vida con la ilusión de encontrar una pareja para hacer una familia y “ser felices para siempre”, y todos tenemos una idea específica de lo que esperamos que esa relación sea y como es que debe de desarrollarse, el problema es como reaccionamos cuando esa relación no sucede tal como lo habíamos imaginado en nuestra mente y en nuestro corazón y que tanto estamos dispuestos a trabajar en esa relación para que sea mejor o se asemeje lo más posible a aquella ilusión que guardamos.

El problema está en ese “felices para siempre” frase que alguien inventó y nunca se tomó un segundo a meditar el daño tan tremendo que le haría a la humanidad con ella, ya que a partir de esa frase la felicidad dejó de ser una manera de vivir y se convirtió en una meta.

El amor es una decisión, el amor es algo que se renueva todos los días y es algo que no puede dejar de ser por mientras no lo decidamos de esa manera, pero generalmente hacemos las cosas al revés, pretendemos tener relaciones basadas en nuestros sentimientos, los cuales nos hacen decir y sentir cosas que jamás estaremos dispuestos a cumplir, para luego terminar con el corazón roto y empezando de cero de nuevo buscando una nueva relación con alguien mas.

Yo lo entiendo de esta manera, si yo voy a un banco y le pido una tarjeta de crédito y con ello le pido que a cambio del dinero que me facilite, yo le pagaré intereses y le regresaré lo que me prestó, y luego no cumplo, me cancela mi línea de crédito y será prácticamente imposible que algún otro banco me de una tarjeta de crédito ya que no la merezco, hace sentido lo que le digo?

Cuando empezamos una relación sentimental es exactamente lo mismo, alguien nos da algo y debemos de corresponder a ese algo, una relación sentimental es antes que otra cosa un acuerdo entre 2 y mas cuando existe un matrimonio, ya que hay una ley que avala dicho acuerdo y un Dios que testificó tal unión, y encima de esto, las personas se divorcian con una facilidad que pudiera asustar a cualquiera y buscan trabajo alegando “merecer ser felices”.

Aquí es donde patino, como es que una persona que no paga una deuda no merece una nueva línea de crédito por no ser digna de confianza, pero si “merece” ser feliz y encontrar una pareja a pesar de que no es digna de confianza de acuerdo a sus promesas en sus relaciones anteriores?

Es justo ahí donde los hombres y Dios difieren acerca del concepto de la justicia, Dios es fiel a su palabra y espera que nosotros teniendo su misma naturaleza hagamos como Él, eso es el principio de una vida de felicidad (entendiendo la felicidad como un estilo de vida y no una meta), en donde empezamos por tener cuidado de lo que decimos y a lo que nos comprometemos, de manera que la culpa y los remordimientos jamás lleguen a nosotros.

Y con este pensamiento regresamos a el punto donde el amor es una decisión y no un sentimiento, el sentimiento nos hace hablar sin pensar y a comprometernos a cosas que ni queremos ni sabemos, mientras que el amor basado en lo racional siempre cumple y siempre genera paz, siempre se mantiene vivo, porque depende de la razón y no de la emoción, la emoción es pasajera y siempre necesita un motivador, la razón siempre es una es integra y no necesita que nadie la anime, simplemente es.

Es por eso que tomé la cita de hoy como referencia, ya que las relaciones actuales empiezan con un sentimiento, y cuando este muere, la relación muere, es por eso que hay tanto divorcio y tantas personas con el corazón roto allá afuera, porque meten el corazón antes de tiempo y se la pasan entregándole su fuente de vida a cualquier desconocido que lo pisotea y hace como quiere con ese corazón, donde las relaciones aún no terminan de empezar y ya están muertas a causa de entregar un corazón que tiene la única garantía de ser lastimado.

Es por eso que aún nuestra relación con Dios debe de ser racional, y no porque Él nos vaya a fallar, pero si metemos nuestro corazón y nuestros sentimientos a la relación antes de saber quien es Dios, podemos empezar una relación con falsas expectativas y una alta probabilidad de ser lastimados por el desencanto y porque aquello que anhelábamos nunca sucedió, cuando en realidad era contrario a la voluntad de Dios, pero el sentimiento  no nos dejó ver eso a tiempo.

Si usted quiere vivir ese “felices por siempre”, empiece por quitarle a la felicidad la etiqueta de “meta” y póngale una que diga “estilo de vida” y propóngase ser feliz antes de empezar una relación, o si ya la tiene, busque los motivos para ser feliz y que estos no dependan de su relación, piense que si su relación depende de lo que siente, esta esta muerta desde antes de empezar y tendrá suerte si sobrevive, ya que tiene todos los elementos para que sea de la manera contraria, haga lo mismo con su relación con Dios, lea la palabra y conozca a Dios para que de manera racional tenga una vida feliz a su lado con las garantías de lo que está escrito y de lo que prometió.

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Un comentario

  1. maria vargas

    Muy cierto podemos ir por ahi lastimando gente, y pensando que es por buscar a la ideal, mas sin embargo al encontrar el primer pretexto dejar todo y no luchar, queremos todo facil, el amor es reciproco, mas de dar que de recibir, el amor nunca deja de ser, gracias me edifican sus mensajes. Dios lo siga bendiciendo.