Hace tiempo veía una película de corte mexicano, era muy simpática e insistía en describir la idiosincrasia del pueblo mexicano, resaltaba con gran humor cada uno de los detalles del carácter de sus habitantes y exhibía con sarcasmo aquellos detalles inevitablemente evidentes que describen escenas cotidianas que parecerían absurdas, pero que se repiten por doquier.

Una de esas escenas que me llamó mucho la atención fue la confesión de la infidelidad de un hombre hacia su mujer y el argumento de que lo había hecho “por amor”, en su momento me reí, porque pensé dentro de mi que no habría quien creyera tal mentira, pero luego me quedé pensando en que he conocido personas que se han encontrado en esa misma situación y que han usado esas mismas palabras con la misma intención que los actores de la película.

Largo rato me quedé reflexionando sobre ello, ya que no tengo ningún tipo de relación sentimental, no puedo imaginarme el hecho de tener una pareja para luego abrirme a la posibilidad de cualquier otra relación fuera de ella o paralela a ella, y no es porque me dé golpes de pecho o sea muy puritano, la verdad, considero que es por demás cansado, tener una relación sentimental requiere de todo nuestro tiempo libre y de toda nuestra creatividad, como se le hace para multiplicar ese tiempo y esa creatividad por 2?

Lo que más trabajo me cuesta entender es como podría alguien pretender que su cónyuge o su pareja sentimental pueda comprar esa historia de que se hizo por amor a ese cónyuge o a esa pareja!, entiendo que alguien pueda engañar a alguien a quien no ama, pero no a alguien a quien ama y menos por amor, a menos que el cónyuge o pareja sea retrasado mental o que se yo y ni aún así!

Ahora bien, hay quienes hacen lo que hacen, porque piensan que jamás serán sorprendidos en su infidelidad y porque lo han hecho parte de su rutina, lo tienen tan ensayado que es prácticamente imperceptible para los demás, podríamos decir que son unos maestros de la discreción, pero que hay de las relaciones donde no podemos evitar ser atrapados con las manos en la masa?

Cuando pensamos en nuestra relación con Dios, esa es una de esas relaciones donde no podemos ocultar nada, ya que tenemos un Dios que todo lo ve y que está en todos lados y aún así aseguramos que lo amamos sin pensar que nuestros actos demuestran todo lo contrario.

Es un hecho que Dios nos ama, es un hecho que Él está ahí para nosotros, tal como lo promete en su palabra, pero los verdaderos y buenos beneficios de ese Dios al que nos referimos, son para aquellos que no solo dicen amarle, sino demuestran lo que dicen con sus hechos, es decir, cumplen la única condición que pone a nuestros corazones, el que le obedezcamos.

Cuando creo que lo he visto todo en esta vida, no falta alguien que insista en demostrarme lo contrario, hace poco escuché de alguien quien decía amar a Dios con todas sus fuerzas, por lo que pretendía portarse tan mal como pudiera en esta vida, para no tener tentación en el cielo cuando estuviera en presencia de Dios, según esta persona tenía toda la intención no solo de ser fiel, sino un hijo ejemplar para Dios, pero no sino hasta que lo viera cara a cara, y por amor a ese Dios al que dice amar, se porta tan mal como puede en esta vida, inaudito, no?

Cuando escucho este tipo de argumentos, y como aquellos de la película, lo único de lo que me puedo dar cuenta, es que las personas piensan que sus parejas sentimentales y que Dios son tontos, la verdad ignoro porque hay personas que seguirían al lado de alguien así y a veces a pesar de que entiendo la fidelidad de Dios hacia su palabra que promete su misericordia, no entiendo el porqué sigue con nosotros a pesar de nuestros corazones pervertidos y corrompidos.

La verdadera muestra de amor es el cumplimiento de nuestra palabra, creo que no hay mas grande evidencia de que alguien nos importa, por eso Jesús lo dejó mas que claro cuando dijo “aquel que me ama, me obedece”, si no, que sentido tiene pedir algo que no recibiremos si no cumplimos con el requisito necesario para recibirlo, que vida es esa la que viven quienes engañan constantemente, llena de culpa y mentiras, eso no es vida, no lo cree?

Otra cosa que me queda clara es que no podemos amar a alguien a quien no conocemos, por tanto, puedo entender que quienes le son constantemente infieles a Dios es primeramente porque no le conocen, por tanto su relación no tiene una verdadera importancia y por tanto no existe tal amor como dicen tener por ese Dios el cual solo existe en sus bocas y a veces en sus mentes, pero no en su corazón.

Esta mañana le quiero invitar a que reflexione en esto, que tanto conoce a Dios?, que tanto está dispuesto a obedecerle?, por tanto, que tanto ama a Dios?

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