Anoche platicaba con un buen amigo, y comentábamos acerca de la oración, mi amigo me platicaba que esta en ese ejercicio donde trata de que su oración no se trate solamente de pedir, pero que llega a un punto en el que el tema de conversación con Dios se acaba.

Esto que le pasa a mi amigo no es algo poco común, por el contrario, es algo que se repite día a día en la vida de muchas personas, que pasan por el mismo proceso y es sencillo de explicar, y le voy a decir porqué:

Cuando decidimos empezar a tener una relación un poco mas consciente con Dios y nos damos cuenta que existe en nosotros una necesidad de hablar con Él, lejos de solo pedirle aquello que queremos, necesitamos o anhelamos, empezamos a preguntarnos que es lo que hablaríamos con Él y lo primero que se nos viene a la mente es el agradecer aquellas cosas que hace por nosotros y luego se nos ocurre alabar su nombre, hasta que regresamos a ese punto donde no sabemos que más decir y más aún si no estamos acostumbrados a que esa plática sea un diálogo en el que recibamos respuestas del Dios vivo al que decimos amar.

El detalle es que normalmente nuestra relación con Él está basada en nosotros, es decir el tema en común con Dios somos nosotros por tanto al no poder hablar de nosotros, no tenemos nada mas que hablar con Él, ya que lejos de entenderle como Dios y Creador del Universo, hemos aprendido culturalmente que Dios está ahí para nosotros y por nosotros y no al revés como la Biblia indica, por tanto sus asuntos no nos interesan y no solemos ver mas allá de nuestras narices y nuestro entendimiento que a su vez gira alrededor de nosotros.

Ahora bien, los asuntos de Dios van más allá de la paz mundial y los pobres de África, los asuntos de Dios tienen que ver con el establecimiento de su Reino y la gloria de su Nombre, es decir, todo lo que Dios hace, lo hace con la intención de dejar bien claro que Él es Dios sobre el Universo y que Él es soberano, por tanto sus asuntos tienen que ver con cómo es que nuestros actos y aún nuestros pensamientos reflejan esa soberanía y esa gloria.

La cita de hoy es la tercera parte de una poderosa declaración hecha por David el Rey, donde establecía quien es Dios y cómo es que nuestra relación debería de ser con Él, la cita declara que aquel que se declara a sí mismo oveja del rebaño de Dios y que decide vivir buscándole y siguiéndole entra en una dimensión diferente, en donde sus fuerzas son renovadas de manera sobrenatural, tal como el Pastor sobrenatural del rebaño al que decidimos pertenecer, también nos deja claro que no es que cambiemos, y no es que de la noche a la mañana seamos “buenos”, sino que al seguirle como nuestro Pastor, los caminos que habremos de andas serán buenos, serán justos y serán mejores que donde estamos acostumbrados a caminar, de manera es que adoptamos una nueva costumbre de ir por sendas que lo reflejan y que le identifican.

Por último, pero no menos importante, nos dice que todo lo que haga en nuestra vida y todos los beneficios de los que nos llene, tienen que ver con la honra que su nombre recibirá, es decir, lo bueno que recibamos, dejará en alto quien es Él y todos los que vean nuestra vida llena de favor, no verán otra cosa que su rostro y anhelarán tenerle en su vida, como está en la nuestra.

Lo nota?, aún los pequeños detalles y aún las cosas simples que Dios pudiera hacer en nosotros, tienen que ver con Él, está en usted y en mi el decidir que es lo que queremos, si perseverar en la bendición para estar cómodos y tranquilos, o tomar la bondad de Dios como un estándar para nuestras vidas mientras nuestro interés es el ver su nombre exaltado en todo lo que somos, hacemos y tenemos.

De esa manera es que nuestra plática con Dios cambiará, nuestra preocupación será el cómo Él es honrado y el cómo reflejamos su gloria y nuestra plática tendré como tema todos los asuntos del Universo, menos nosotros, por tanto nunca se acabará.

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Un comentario

  1. Patricia G

    Hola René,
    El día de hoy me han tocado tus palabras, no es que en otras ocasiones no lo hayan hecho, pero hoy en especial, me ha encantado el devocional. El reflejo de Dios en nuestro rostro, acciones y bendiciones debe ser una accion a buscar diario por los que lo amamos..
    Que Dios siga bendiciendote con sabiduria para que nos sigas guiando con tus palabras en los devocionales que con tanto amor escribes.