Anoche tuve un sueño, donde todas las cosas en las que creía dejaban de suceder y había algo dentro de mi que me decía que tenía que dejar de creer y buscar algo nuevo en qué depositar mi fe, a su vez venían a mi mente una y otra vez las promesas de la Biblia y mi corazón se aferraba a esto, fue impresionante, ya que no solo mi integridad estaba en juego, sino que veía como las personas a mi alrededor pasaban por lo mismo y veía como muchas de estas personas simplemente se daban la vuelta y buscaban tener fe en otra cosa que en la Biblia, le puedo decir que fue uno de los momentos mas frustrantes de mi vida, pero a su vez algo que me abrió los ojos de una manera impresionante, ya que es algo cierto, muchas personas a nuestro alrededor habrán de claudicar en su fe debido a una sola cosa, a que no ven aquello en lo que creen.

He tenido el privilegio de acompañar a muchas personas en su fe, es decir, he podido apoyar a muchos en aclarar en que es lo que dice la Biblia en lo que debemos creer y en que no y el enseñarles a siempre cuestionar lo que piensan y compararlo con la Biblia, eso me ha dado la gran satisfacción de ver crecer espiritualmente a muchas personas y ver partir a muchas otras y todo tiene que ver con lo mismo, con la vista.

Es interesante el pensar que para la gran mayoría de nosotros, la fe tiene que ver mas con nuestras circunstancias actuales que con lo que en realidad sabemos y creemos de Dios, nuestra oración tiene por lo general que ver con nosotros y no con lo que podemos hacer o lo que Dios pudiera pretender de nosotros o querer que hagamos y todo esto tiene que ver con nuestra vista.

Cuando insisto en esto de la vista, es algo natural, normalmente creemos en lo que vemos, aún cuando lo que veamos sea una mentira, lo creemos, ya que nos es mas fácil relacionarnos con lo que vemos que con lo que no, es por eso que muchas personas prefieren creer lo que les dicen a creer lo que está escrito, porque cuando otra persona se los explica tiene la facilidad de ejemplificar lo escrito y cuando se está en la intimidad de la lectura y sobre todo la lectura de la Biblia, pareciera que lejos de buscar a Dios, solo nos buscamos a nosotros mismos y al no encontrarnos, no podemos visualizar lo que Dios nos está tratando de decir y decimos que no entendemos nada, le hace sentido? le suena familiar?

Esto que le cuento no es algo aislado y no nos hace malos creyentes, como lo dice la cita de hoy, aún a Tomás quien caminó con Jesús le fue difícil creer en lo que Jesús le había dicho y aún teniendo a Jesús resucitado frente a sí dudó y pidió pasar su dedo por las heridas para poder creer, no porque no creyera en Jesús, sino porque no se encontraba a sí mismo en medio de lo que veía.

Cuando le digo que no se veía a sí mismo en la situación, me refiero a cómo habría de actuar de ese día en delante, una cosa así nos transforma y nos demanda grandes acciones, todo basado en lo que creemos, ya que lo que creemos nos define, así de sencillo.

En el último cuatrimestre del año tuve la oportunidad de enseñar a muchas personas y de lo que mas enseñé y que es a su vez uno de mis temas favoritos es acerca de los dones espirituales y cómo es que Dios los da y la responsabilidad que tenemos de usarlos (para mayor referencia vea 1 Corintios 12), y una de las cosas que mas me llamó la atención es que las personas suelen creer que este tipo de dones están destinados para solo algunas personas “espirituales” ó “especiales”, cuando la palabra promete todo lo contrario, la palabra pone solo como condición el creer y ser bautizado y luego aclara que el Espíritu Santo los otorga como a Él le place por tanto puede darnos uno o varios de los 9 dones ahí descritos.

El detalle es que las personas pasan por 2 tipos de situaciones al pensar en dones, el primero es el pensar que no sabrán que hacer con esos dones y el segundo es que piensan que éstos les harán especiales y les darán beneficios, siendo ambas cosas reflejo de una sola cosa, falta de propósito, ya que donde no hay propósito no habrá beneficio, así de sencillo.

Es por eso que la fe de muchos no hace sentido, porque no tiene un propósito, así como la fe de Tomás, quiero entender que al morir Jesús terminaba para Él una época y hablaría de aquel que vio morir en la cruz y de aquel que abandonó la tumba, pero no estaba preparado para tener una vida que reflejara el haber visto al Cristo resucitado, eso le daría un nuevo propósito a todo, y su vida habría de cambiar.

Muchas personas creen que por su fe su vida habría de mejorar y que la fe le trae beneficios, pero no dimensionan la responsabilidad que la fe trae, ya que el creer en Dios significa paralelamente el creer en servirle y dejar de lado el mito de las personas “especiales” y convertirse en una que tenga el estándar del Reino de los Cielos.

Si usted batalla con su fe, probablemente tenga que ver con el hecho de que esta no tenga propósito, es decir, el creer no le lleva a ningún lado, pero piénselo, que prefiere, pasar una vida cómoda aquí en la tierra o creer y vivir en esta tierra como una antesala de la vida eterna que Dios nos promete?, por qué no vivir de acuerdo a la siguiente etapa aún en esta tierra?

Es por eso que Dios llenó su Biblia de ejemplos de hombres y mujeres que creyeron, que fueron transformados y que le sirvieron, todo lo que hacían tenía su centro en Dios y no en ellos mismos, el creer en su vidas y el imitarlas, sobre todo la de Jesús, le dará propósito, piense en esto Jesús vivió para servir y antes de partir prometió que lo que Él hizo es solo una probada de lo que podríamos hacer y que aún cosas mayores que las que Él hizo haremos nosotros si nos atrevemos a creer (Juan 14:12), a creer sin ver…

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