Esta mañana muchas personas se levantarán y se darán cuenta que como era de esperarse no pasó nada, el mundo no se acabó como muchos pensaban e imagino que muchos a pesar de que lo dudaron dirán “lo sabía” aunque esto no sea forzosamente cierto.

Muchas personas se preguntan no solo ahora, sino desde hace miles de años, cuando será que esta tierra se acabará y a pesar de que Dios mismo dice que sólo Él sabe el día y la hora, nos da muchos indicios para que nos preparemos.

Ayer escuchaba junto con una buena amiga un audio de una profecía el cual hablaba de cosas que aún están por suceder, y al escucharlo pensaba “estoy 100% seguro que esto viene de la boca de Dios y aún no se cumple, aún tiene que suceder, el mundo no se puede acabar mañana y no se puede acabar pronto”.

Al pensar esto, recordé la cita de hoy, es cierto!, Dios nos ha hablado de que hay muchas cosas que tienen que suceder antes de que Él venga de nuevo, una de las cosas mas importantes es que la mayoría de las personas en el mundo tienen que haberle reconocido como su Señor y Salvador, es decir para eso aún falta mucho, aunque en nuestro ambiente y en nuestro entorno la mayoría de las personas dicen creer en Dios, una gran parte nunca le han confesado, además de que el mundo es tan gran de y tan basto que aquellos que amamos a Jesús sólo somos una minoría por así decirlo.

Por otro lado, la cita del devocional del día de ayer no dejaba de hacer ruido en mi corazón, Dios no es mentiroso, Dios no tiene necesidad de engañarnos, Dios es el reflejo de la verdad y casualmente es este tiempo una de las épocas mas llenas de profecía que he visto en mi vida, y eso quiere decir que Dios aún tiene mucho por hacer.

La profecía no es otra cosa que Dios confirmando algo que habló previamente a nuestros corazones, y que aún está por suceder, es una palabra que sale directamente del corazón de Dios y en muchas ocasiones nos las hace saber por medio de alguien más para que podamos creer en ella.

Por tanto, si Dios nos habla del futuro y Dios no es mentiroso, entonces de que nos preocupábamos?

Le soy honesto, me siento un poco tonto hablando de este tema el día de hoy, ya que a todo el mundo le quedó claro que el mundo no se acaba hoy y todo mundo ha perdido interés en el tema, pero sabe, así como hubo esta ocasión donde el mundo entero se detuvo y el mundo entero dudó, habrá muchas otras ocasiones en que sucederá, se lo aseguro, también lo dice la Biblia, es más, lo promete.

Me encanta tener una vida en Cristo, en la que he podido comprobar que todo lo que está escrito en la Biblia es cierto, es actual y es algo que sucedió y algo que aún está por suceder, vivo en un mundo donde cada uno de los 9 dones de los que habla 1 Corintios 12 se hacen ver activa y dinámicamente y donde Dios actúa por medio y en medio de los hombres para que crean mas y mas, soy un emocionado de saber que Dios habla de nuestro futuro, es la mejor señal de que el mundo no se acabará pronto y que además nos promete de que su venida no nos tomará por sorpresa para que estemos preparados.

La cita de hoy nos promete que aún la profecía acabará, es decir llegará un momento en el que Dios dejará de hablar del mañana y todo lo que podremos hacer en ese momento es aferrarnos a su amor y a lo que la Biblia nos dice que sucederá, para entrar confiadamente a la siguiente era que Él nos describió y nos prometió y que si sucederá, no como esa nueva era de la que hablan los Mayas, que perecieron y desaparecieron antes de que aquello que según ellos les fue revelado del futuro sucediera.

Esa es la diferencia entre las cosas del mundo y las cosas de Dios, Dios es vivo y es trascendente, todo lo demás es pasajero y desaparecerá, así como lo hicieron los Mayas y muchas otras civilizaciones que se creyeron y se entendieron mas inteligentes que Dios y fueron avergonzadas.

Le quiero invitar a que medite en la cita de hoy, vea todo aquello que está por acabar antes de que el mundo acabe, y piense en lo asombroso que es Dios, si no hay profecía en su vida, es probable que sea porque no se ha acercado a un profeta, estoy seguro que Dios tiene mucho que confirmarle (un profeta confirma, no adivina ni es un oráculo) y que recordarle acerca de su futuro.

Le invito a que persevere en cada una de las cosas que promete el Espíritu Santo, para que pueda vivir confiado y no solo tener paz, sino convertirse en un instrumento de paz.

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