El día de ayer me reuní con un grupo de personas que estamos estudiando un libro acerca de como encontrar la visión que Dios tiene para nosotros y el libro curiosamente empieza por la parte de nuestra muerte, empieza con un ejercicio que trata de hacer un Epitafio, es decir el discurso que alguien daría hablando sobre nuestras vidas cuando hayamos muerto.

Después de un rato de escuchar y comentar los epitafios de varios, una persona comentó lo difícil que le parecía el verse a sí misma a través de los ojos de las demás personas como para poder escribir su epitafio y sabe, es cierto, no es sencillo observarse a sí mismo desde una perspectiva tal, porque nosotros normalmente nos vemos desde adentro y los demás por mas que nos conozcan solo nos ven desde afuera y por medio de aquellas cosas y situaciones en las que interactuamos con ellas.

Este ejercicio me hizo recordar muchas cosas, ya que tuve que pensar en el epitafio que escribí hace algunos años cuando leí este libro por pirmera vez y recuerdo la ilusión con la que lo escribí, ya que no solo pensaba en quien era yo en ese día, sino escribí acerca de quien quería ser, ya que no planeaba (y no planeo aún) el morirme pronto por tanto mi epitafo se convirtió en un plan de cosas por hacer y una lista de cosas que se convertirían en el plan maestro para muchos años de cosas que quiero hacer para que se digan de mi el día que muera, de pronto el pensar en el día de mi muerte se convirtió en un asombroso plan de vida.

Cuando hacía mi ejercicio pensaba en muchas personas de las que se dicen cosas geniales y me puse a investigar un poco acerca de sus vidas con la intención de averiguar el precio que hay que pagar para que ciertas cosas se digan de uno, es decir en realidad suena lindo el que se digan cosas buenas de uno, pero debemos de estar conscientes si estamos dispuestos a pasar por todo lo que otros pasaron y tener la actitud que otros tuvieron para poder llegar a ese punto, y  fue justo en ese momento en el que me tuve que detener y tuve que rehacer todo mi ejercicio, pues me di cuenta que sería muy agradable que muchas personas hablaran cosas buenas y lindas de mi, pero en realidad eso no me llevaría a ningún lado, se que es mi obligación el dejar la mejor y mas grande huella en la vida de cada persona, pero el epitafio que de siga de mi en esta tierra solo servirá para definir quien fui en esta tierra, cuando en realidad el epitafio que me interesa es el que se hable de mi cuando llegue ante la presencia de Dios, ya que mi epitafio mas que una memoria de quien fui, será mi discurso de bienvenida en la vida eterna, wow! aún lo digo y aún se me eriza la piel.

Al pensar en esto, lejos de pensar en grandes hombres como Reyes y personajes de la historia a quienes admiro, tuve que recurrir a los hombres y mujeres de la Biblia, ya que si lo pensamos, sus historias escritas en la Biblia, son sus epitafios, cada una de sus hazañas son la memoria que Dios decidió anunciar sobre sus vidas y ponerlas como ejemplo de lo que aquello que debemos de aspirar y recordarnos que al único que queremos o debemos de pretender como orador el día que se diga nuestro epitafio es a Dios.

Pude pensar solo en 2 hombres de la Biblia en concreto al replantear mi epitafio, en Enoc y en David y la verdad escogí a David para seguir en mi ejercicio, ya que desde su primer mención y hasta el libro de Apocalipsis, Dios le recuerda por la calidad de su corazón y entre mas sé de David, mas aspiro a ser como el en muchos aspectos.

David fue el mas grande de los Reyes sobre Israel, y esto solo se debió a la calidad de su corazón, y la Biblia lo menciona en múltiples ocasiones, su corazón era conforme al de Dios, es decir, David sabía perfectamente como agradar a Dios e hizo todo lo que estuvo en sí para hacer así de día y de noche.

David era un adorador, esta era una de sus principales características y muchas personas entienden por adoración algo musical y así es, pero la adoración no se limita a la música sino es el reconocimiento expresado por los hombres de quien es Dios, es el momento cumbre de la intimidad con Dios y que al estar en su presencia no nos queda de otra mas que asombrarnos y hablar y reconocer quien es Él.

David vivía en la constante consciencia de quien es Dios y por eso le adoraba en todo momento, David hacía reconocer a Dios en todo lugar y en todo tiempo, de hecho cuando entendió que la presencia de Dios se manifestaba en medio de la adoración, contrataba a personas que durante turnos de 6 horas todo lo que hacían era adorar y reconocer a Dios en el templo y exclamaban a una voz y constantemente “Santo, Santo, Santo”, increíble, no?

David no solo fue un gran Rey, sino que marcó un estándar, y desde sus días no hay quien le iguale, y eso no lo digo yo, eso lo dice Dios.

Por tanto y después de entender esto, me quedó claro la gran importancia que tiene el cuidar y cultivar la opinión de los demás para que me recuerden después de mi muerte, pero tambien me quedó claro que si me preocupo por que la opinión que Dios tenga de mi sea como la que tiene de David, los demás solo pueden tener un gran concepto de mi y harán un gran epitafio acerca de mi paso por esta tierra.

Nuestro trabajo en la tierra es gobernar como hijos del Rey de Reyes y Señor de Señores, el día que muramos será nuestra graduación y así como sucede en las fiestas reales, el día que entremos a la presencia de Dios a la gran fiesta, nuestro nombre y nuestros logros serán anunciados, pues exaltan a Dios, el mismo discurso que se diga al pie de nuestra tumba, será el que se diga anunciando nuestra entrada a la presencia de Dios y marcará el rumbo de nuestro destino en la eternidad, por tanto trabajemos en esa opinión que tiene Dios acerca de nosotros como la cosa mas importante en nuestra vida, como ve?

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Un comentario

  1. Ana Olivo

    Excelente, me ha hecho pensar mucho en que así como nos esforzamos en tener un currículum profesional competitivo, así debemos de comprometer a llenar nuestro currículum de entrada al cielo y que difícil la tenemos, es un gran trabajo a cada momento.
    Me encantan tus reflexiones y definitivamente Dios te puso en mi camino, porque siento que responde mis dudas en cada Devocional
    Luz y bendiciones!!!!