Una de las cosas que he aprendido desde pequeño, es que el amor es un acto de observación, ya que el observar a alguien, nos ayuda a conocerlo plenamente y solo así sabiendo quien es y como reacciona ante cada tipo de situación, podemos tomar la decisión a su favor en nuestro corazón, de hecho considero en mi personal opinión, que es imposible amar a alguien a quien no conocemos y de quien no sabemos todo, ya que si así hiciéramos, la mayoría de las condiciones del amor que nos habla 1 de Corintios 13 se incumplirían.

Existe una gran diferencia entre el amor y el enamoramiento, el amor es un acto racional y tiene que ver con una decisión, mientras el enamoramiento es algo emocional, impulsivo y por lo general pasajero, es precisamente por eso que luego nuestra relación con Dios es tan cambiante, porque muchas veces no sabemos quien es Dios e incluso nos llegamos a impactar al escuchar quien es, lo que hace y lo que espera de nosotros, y nos damos cuenta que Él no gira en derredor nuestro, sino que nosotros debemos de girar en derredor suyo.

Así como sucede con otras personas, nos sucede con Dios, cuando hay algo que nos guste o nos acomode, nos enamoramos de esa persona o bien de Dios, pero cuando nos acostumbramos a aquello que sentimos o la condición que provocó nuestro enamoramiento cambia, dejamos de sentir y nuestra actitud con respecto a esa persona o para con Dios cambia radicalmente, le ha sucedido?

De hecho a veces nos es muy difícil amar a alguien que hace lo contrario a lo que esperamos o que sin querer o con intención nos ofende, ya que por lo general amamos mas el efecto que las personas causan en nosotros que a la persona misma y cuando el efecto no es agradable, la persona puede dejar de serlo para nosotros y nuestro amor por esa persona puede verse menguado.

Un día pregunté a Dios cual era la dimensión del amor y obviamente todos sabemos que la mayor dimensión del amor es la de Jesús quien dio su vida por nosotros para asegurarnos un lugar en la eternidad, pero sabe, a muchos nos es difícil el dimensionar cuanto es eso, porque la mayoría no estamos dispuestos a dar nuestra vida por nadie, ya que no les conocemos, por tanto le pedí a Dios un ejemplo el que pudiera entender en mi diario vivir y sorprendentemente me llevó a uno de mis pasajes favoritos en la Biblia.

La Biblia nos enseña que David el Rey tenía un corazón conforme al de Dios, es decir, era un hombre capaz de amar como Dios lo hace y por eso fue el mas grande de los Reyes sobre la tierra, pero aún este hombre con esa gran capacidad cometió errores atroces que le hubieran podido costar el trono e incluso su eternidad.

La historia todos la conocemos, David ve a Betzabé y la desea, la posee, manda matar a su marido y la lleva a su casa, pero siempre supo que estaba mal lo que hacía y sabía que estaba en pecado y ese pecado de acuerdo a las instrucciones de Dios en ese tiempo le costaría la vida a David si se presentaba delante de Dios, por tanto pasó mas de un año y medio sin ir a la presencia de Dios, por miedo a morir, y el problema era que David no notaba que al no ir a la presencia de Dios el Reino iba de picada.

Dios sabía esto y Dios necesitaba que David confesara su pecado y que se arrepintiera de el, y lo mas fácil hubiera sido que enviara a cualquier hombre a enfrentarlo, encararlo y exhibirlo para que así hiciera, pero su amor por el era mas fuerte y mas grande por tanto Dios habló con Natán un profeta que vivía fuera del Reino de Israel y le reveló lo que había sucedido, pero a su vez inspiró amor por David en el corazón de Natán, de modo que éste busca al Rey y en intimidad le cuenta una parábola que le explica lo que sucedió en el mismo lenguaje que el Rey hablaba, ya que antes de ser Rey, había sido Pastor y sin exhibirle ni avergonzarle le recuerda la omnipresencia de Dios y le invita a que se arrepienta y vaya de nuevo a la presencia de Dios, para que recupere el lugar que le había dado y pueda seguir bendiciendo y engrandeciendo al pueblo.

Wow!, por lo general solemos tomar el papel de víctimas cuando alguien nos ofende y Dios lejos de hacerlo y teniendo derecho a enojarse, provoca todo para que David confiese, aún sin necesidad, ya que Dios le había perdonado previamente, solo necesitaba que la condición para la bendición se cumpliera, asombroso, no?, eso si que es el amor y eso sí que es una decisión y no un sentimiento.

El amor es algo que podemos incluso planear, cuando conocemos a alguien, podemos escoger a ese alguien y decidir conocerle, envisionar lo que nuestra relación con esa persona será y de manera que nada en nuestra relación con esa persona nos sorprenda, y podamos estar siempre preparados para amarla sin importar su reacción hacia nosotros, así como hizo Natán, que sin conocer a David, le amó a pesar de lo que sabía sobre el y teniendo la oportunidad de exhibirle, pero decidió hacer las cosas al modo de Dios y no a su propio modo.

Por tanto es mi intención el invitarle a reflexionar, como son sus relaciones?, son relaciones basadas en el amor o el enamoramiento?, está usted dispuesto a tomar decisiones a favor de las personas que dice amar a pesar de que no hagan aquello que usted espera?

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Un comentario

  1. ingrid fermin

    Maravilloso..me hizo reflexionar…gracias .