Existe un dicho que reza “mas vale malo por conocido que bueno por conocer” y hace alusión al hecho de que muchas personas prefieren no intentar cosas nuevas aunque se vean prometedoras, ya que con lo que tienen actualmente están mas que conformes y no sienten necesidad de cambiar o bien tienen miedo a arriesgarse a lo nuevo y a desilucionarse o bien salir lastimadas.

El miedo a lo desconocido es algo común y es algo que nos sucede a todos en alguna ocasión, quiero pensar que es algo natural en nosotros, ya que somos seres de hábito y nos gusta lo cómodo, lo repetitivo y lo que no nos requiera de un constante esfuerzo y mas sabiendo que el resultado no es garantizado.

Ahora que pienso en garantías, recuerdo que hace unas semanas expiró la garantía de mi coche, es decir, pasó el período de 2 años que el fabricante asegura que toda falla del coche será cubierta por el, ya que es una garantía de su buen funcionamiento, y fue justo una semana después de que esta garantía expiró que una luz en el tablero de mi coche se encendió indicando que algo estaba mal, de inmediato vino a mi mente la fecha y sabía que la garantía había expirado y pensé para adentro de mi “cómo no se prendió esta luz una semana antes, así la reparación me habría salido gratis”, y a la vez vinieron a mi decenas de pensamientos acerca el costo y de que a partir de este incidente mi coche se la pasaría en el taller, como si con el vencimiento de la garantía, el coche dejara de ser un buen coche así nomás porque si.

Luego, al llevar el coche a la agencia a que lo revisaran, la pura cara de la persona que me atendió me dio tranquilidad, ya que lo que pasaba parecía ser algo sencillo y conforme lo escuchaba, iba recapacitando acerca de que mi coche tiene todos sus servicios en orden y que todos han sido hechos en la agencia, por tanto no tengo nada que temer, y fue en ese momento que me sentí tranquilo sabiendo que he hecho todo lo que esta en mis manos y al alcance de mi bolsillo para asegurar que mi coche esté bien y su buen funcionamiento depende de eso y no de que tenga o no garantía por el fabricante, el resultado fue que en realidad tenía una falla menor que se arregló haciendo una reprogramación un sistema del coche y listo.

El que yo haya hecho todo lo necesario para que mi coche esté en perfectas condiciones es una garantía y es una regla que aplica para todas las cosas de este mundo, todo está bajo el efecto acción – reacción, a una buena acción, como la prevención, le sigue la tranquilidad de saber que nada malo puede suceder a menos que sea un evento esporádico y aislado (obvio todo puede suceder).

Pero sabe, en el Reino de los Cielos estas reglas no aplican, ya que allá donde Dios habita, todo se rige por el amor de Dios y los principios del Reino, y es tan fácil de entender como el hecho de que una persona haga una simple oración y su vida cambie por completo porque todo su pasado y todos sus errores son perdonados y borrados por la eternidad, siempre y cuando reconozca aquellas cosas que no son agradables a Dios y este dispuesta a no cometer ese error nunca más.

Las personas aman su vida y lo hacen porque no conocen otra cosa, todas las personas saben que llegará el día que habrán de morir, pero no todas las personas están dispuestas a hacerlo, por el simple hecho de que no saben que es lo que les espera, al grado que hay quienes han hecho cosas asombrosas ante el miedo a morir y la incertidumbre que trae la muerte consigo.

No me dejan de asombrar construcciones como las Pirámides de Egipto que fueron creadas por los Faraones por miedo a lo que sucedería cuando murieran, ya que ni aún ahí estaban dispuestos a sacrificar su estilo de vida y su comodidad y cómo al morir sentenciaban a decenas si no es que a centenas de personas a morir también ya que habrían de servirle en lo que ellos llamaban “el más allá”, o bien la mujer en china quien mandó construir un ejército de soldados de terracota para que le sirvieran después de la muerte, que interesante no?

Las personas creen que lo que pase después de su muerte tiene que ver con lo que hagan en esta vida, por tanto se aferran tanto a ella, como para tener el mayor número de oportunidades que puedan para hacer las cosas lo mejor posible, aunque este pensamiento les aborde solo cuando su vida corre peligro o la edad de morir se acerca.

La cita de hoy es una que me a intrigado y apasionado por mucho tiempo, ya que tiene una garantía que no depende de nosotros ni lo que hagamos, sino depende de que tengamos la voluntad de someternos a Dios y empezar a vivir una vida de acuerdo a los principios del Reino y no a las reglas de los hombres (teniendo por entendido que si vivimos bajo los principios del Reino, las reglas de los hombres son mas que cumplidas).

Pablo el Apóstol sabía esto y es por eso que escribió la cita de hoy, en la que declara que el vivir es Cristo, es decir, su vida estaba entregada a Jesús, por tanto, su vida estaba condenada a ser una vida asombrosa y sobrenatural, y si moría, tenía la garantía según lo escrito y se encontraría cara a cara con Dios.

El problema radica en que las personas tienen miedo a morirse porque no saben donde pasarán su eternidad ya que no han hecho nada para asegurarla, pero todo es tan sencillo como hacer “una simple oración” y vivir bajo el principio de la salvación y esperara el día de su venida.

Si lo entendemos como Pablo y como Dios pretende que lo hagamos, no hay nada mas atractivo en esta vida que la muerte, pues es la culminación de aquello que Dios planeó y donde habremos de ver con nuestros ojos aquello que hoy en día solo nos imaginamos y soñamos.

Por tanto le quiero invitar a lo siguiente, reflexione acerca de su vida y dése cuenta que no importa cuanto haga, ni cuanto se esfuerce, no puede hacer nada que le asegure un lugar en la eternidad, pero si recurre a Dios y le confiesa como su Señor y su salvador por medio de una simple oración, todo esto cambia y puede vivir tan confiado como Pablo lo hizo, donde la mejor paga a su vida es la muerte.

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Un comentario

  1. Pablo Sánchez

    Porque he de temer a la muerte, si la Gloria y Felicidad es estar con nuestro Padre Celestial. Amen, amen.