Es interesante pensar que muchas personas dicen tener una relación cercana con Dios y no entienden el propósito de la misma, y se pasan la vida observando miles de cosas que les suceden, que no entienden y se consuelan con decir “Dios por algo hace las cosas” y dejan todo en un nivel místico y desconocido para ellas, tan desconocido como el Dios al que dicen amar.

Una de las cosas que mas me gustan y que mas me llaman la atención de la Biblia, es que aquellas cosas que Dios quiere y necesita que aprendamos y entendamos de Él, se repiten continuamente, y quiero entender que es para que no las perdamos de vista, es decir, si vemos a un Pueblo que hacía algo de continuo y vivían bajo el dominio del mismo Dios que nosotros, lo mas probable es que es que nosotros debamos hacer lo mismo que ellos, y así como el pueblo dependía del Padre en el antiguo testamento, hoy dependemos de la gracia que nos es dada por el Hijo y el poder depositados en nosotros por el Espíritu Santo, para que tengamos las mismas y aún mas grandes victorias que ellos.

Ahora bien, la victoria y el éxito son una constante en la Biblia, de hecho hay una marcada diferencia entre las peleas y batallas a las que van por instrucción de Dios y a las que deciden ir por su propia cuenta, eso me ayuda a entender que la primer cosa que un guerrero y un conquistador deben de tener como principio, es la obediencia, sin eso, el resto no funciona.

Cuando queremos empezar a entender esto, nos aborda un terrible mito que puede dañar terriblemente nuestra relación con Dios, y ese mito es el que el ser obedientes nos hace “buenos” y por tanto merecedores de no se que tantas cosas, pero sabe, eso no es cierto, porque la obediencia no define la calidad de nuestro ser, sino es la que usamos como llave para abrir los siguientes niveles a donde Dios nos lleve, que le aseguro que son completamente diferentes a lo que normalmente pensaríamos.

Otro de los mitos que normalmente solemos tener es que ante obedecer un poco, todos nuestros problemas desaparecerán y entraremos en un estado de paz, pero primeramente tenemos que recordar en el hecho de que con Dios las cosas no son un intercambio y segundo que la paz y la tranquilidad son nos conceptos diferentes, ya que la tranquilidad es la ausencia de problemas, mientras que la paz tiene que ver con el hecho de que no importa donde estemos, ni quien esté a nuestro alrededor, tendremos siempre esa certeza en nuestro corazón de que las cosas saldrán siempre bien y en un ambiente en el que dominemos en todo momento.

Es por tanto ilógico pensar que una vida con Dios es una vida tranquila, por el contrario, una vida de la mano de Dios tiene que ver con librar grandes batallas, todas ellas de SU mano, para que nunca olvidemos de quien dependemos y que es lo que tenemos que hacer en cada uno de estos lugares y situaciones.

Al pensar en, esto muchos mal entenderían que una persona llena de problemas es una persona que de acuerdo a este pensamiento, pero en realidad no lo es, ya que lo que la Biblia nos promete no son muchos problemas, sino muchas victorias, y si, quiero entender (esto es mi opinión personal) que nuestra relación con Dios se podría empezar a medir por medio de la cantidad de victorias vividas.

Ahora bien, la Biblia nos dice que Dios no nos da un espíritu de cobardía, sino uno de amor, poder y dominio propio (2Tim.1:7), es decir aquel que le huya a los problemas y tenga miedo, no es mas que alguien que nunca se ha atrevido a creerle a Dios y a cumplir con su propósito y prefiere quedarse en el mediocre promedio de aquellos que solo entienden aquello que les acomoda de la palabra de Dios hasta que mueren.

La cita de hoy es la mas emocionante declaración de victoria en mi opinión de toda la Biblia, ya que primeramente nos garantiza enemigos y problemas, pero nos dice que si permanecemos debajo del abrigo del altísimo no es que tengamos que vencer a nuestros problemas y a nuestros enemigos, sino que les veremos huir físicamente y aún espiritualmente de nosotros.

Es por eso que nos es necesario cambiar la manera en como oramos, ya que en vez de pedir, deberíamos de pedir permiso para perseverar, para atacar y para destruir, para que se cumpla la palabra y vivamos como Dios lo planeó desde un principio.

Le puedo decir que en múltiples ocasiones he visto a los que consideraba mis problemas huir delante de mi y me he dado cuenta que en Dios existe verdaderamente esa “paz que sobrepasa todo entendimiento”, ya que muchas veces no es importante el como, sino el que hace Dios, no lo cree?.

Muchas personas no reciben bendición en su vida, porque no entienden los principios del Reino ya que piensan que sus problemas son consecuencia de su pecado y que de cierta manera los merecen, pero sabe, la verdad es otra, cada vez que un problema nos acosa es Dios pretendiendo poner en práctica un nuevo don, un nuevo oficio o un nuevo ministerio, para luego vivir esa vida gloriosa que Él promete.

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Un comentario

  1. Noemi

    Entre mas dolorosa sea la lucha, mas glorioso es el triunfo. Shalom