Las personas se preguntan a sí mismas que necesitan hacer para recibir bendición todo el tiempo, las personas piensan que tienen una relación con Dios porque se atreven a pedirle cosas todo el tiempo, aunque en realidad solo le piden y no le conocen y las personas hacen todo el tiempo cosas que creen que son correctas pero nunca consultan al Dios al que dicen amar para saber si es así.

Y no es que lo vea todo malo, pero no he podido evitar el pensar que en la mayoría de las ocasiones, las oraciones de las personas giran en torno a lo físico siendo que Dios es un Dios espiritual, interesante, todo el tiempo piden a Dios cosas que son ajenas a su naturaleza.

Y claro, Dios puede darle a cualquiera no solo los beneficios espirituales de su Reino, sino puede derramar todo tipo de bendición física, ya que todo es sujeto a Él, pero si lo observamos detenidamente, en definitiva debe de ser mucho mejor lo que tiene la naturaleza de Dios que lo que es ajeno a Él, no lo cree?

El detalle está en que muchas veces no sabemos a que debemos de aspirar cuando pensamos en lo espiritual, porque no sabemos de que se trata y porque no sabemos que hacer con ello, ya que las religiones nos han hecho creer que todo lo que tiene que ver con el Espíritu tiene que ver con ser pobre y trabajar al servicio de los demás y sabe, es algo parecido pero para nada similar a esto.

Cuando pensamos en las cosas espirituales, lo primero que tiene que venir a nuestra mente es gobierno, es decir, cuando el Espíritu de Dios habita en nosotros, lo primero que nos es otorgado es la capacidad de controlar por medio de ese Espíritu nuestro entorno, pero ojo, no para manipularlo, sino para entenderlo y actuar conforme a justicia, es decir lo primero que sucede cuando pensamos en lo espiritual es que en vez de sólo obtener los beneficios del Dios al que amamos, nos convertimos en sus embajadores y nuestro enfoque es el hacer su voluntad y vivir bajo los efectos de su justicia, hace sentido?

En otras palabras, cuando pensamos en lo espiritual, nuestras prioridades cambian, porque pasamos de ser receptores de justicia a ejecutores de justicia y para ello tenemos que entender que la justicia y la venganza son 2 conceptos muy distintos, la venganza es una reacción a un mal y la justicia previene todo mal y todo daño.

Para todo lo físico y para todo lo básico hay reglas espirituales, que aunque fueron puestas por Dios, no tienen que ver con Dios, sino con la justicia y lo correcto, es decir la ley de Dios aplica para quien le conoce y para quien no lo hace también, funciona de la misma manera que un semáforo, que aunque una persona jamás lo haya visto y no sepa para que sirve, es infraccionada al pasarse un rojo, y lo mismo sucede con la ley de Dios, la Biblia tiene miles de promesas y muchas de ellas relacionadas con la prosperidad y solo tenemos que conocer estas promesas que a su vez cada una tiene una condicionante para ser bendecidos.

Por tanto, para ser bendecidos en lo económico y en lo físico, lo único que tenemos que hacer es conocer la ley y sus promesas acerca de lo que pudiéramos necesitar y cumplir cada una de las condicionantes de esta ley y de estas promesas y viviremos una vida plena, la pregunta que me abruma al pensar en esto es: acerca de que va a orar la gente si entiende este principio?, de que van a hablar con Dios?, si solo hablan de ellos mismos.

Creo que conforme entendemos el Reino de Dios, nos damos cuenta que Dios ya dispuso todo previamente para que no tengamos ningún tipo de necesidad y así podamos entablar una relación sincera con Él en donde nuestras necesidades básicas no nos estorben.

Es por eso que Jesús vino y nos habló acerca del establecimiento de Reino, porque la ley y sus promesas son ese Reino, para que lo normal y lo básico sea algo obvio y podamos entrar de su mano a la dimensión de lo sobrenatural y lo milagroso, y no lo veamos como algo esporádico y algo lejano, sino como algo que Dios pone en nuestra vida no para que nos afanemos, sino le reflejemos.

La cita de hoy, nos dice que nada que tenga que ver con el Reino de Dios tiene que ver con comida ni bebida, ya que para eso hay promesas que cubren lo básico, el Reino de Dios es justicia (el actuar correctamente y con consciencia), paz (el sabernos triunfadores en cualquier situación, por adversa que parezca) y gozo (la certeza de que todo lo físico está sujeto a lo espiritual), es decir, el Reino es lo que viven aquellos que dejan a un lado su carne y aspiran al siguiente nivel, no porque no lo necesiten, sino porque les es obvio y les es garantizado, usted en que nivel se encuentra?

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Un comentario

  1. René hace meses que sigo sus devocionales y quiero felicitarlo por lo que nos comparte cada día. Alcanzo a ver cómo el Espíritu Santo habla a través de usted,porque por medio de reflexiones cotidianas nos confronta y toca profundamente nuestro corazón. Sus palabras son inteligentes, a veces duras, pero siempre sabias. Dios lo bendice abundantemente en todo terreno espiritual y material.