Es interesante entender lo que cada persona piensa acerca de Dios, y como su relación con Él va a girar entorno a este entendimiento y dependiendo de si su entendimiento cambia o aumenta, que sus dinámicas con Dios y los beneficios de las mismas también lo hagan y es por eso que nos es tan necesario leer una versión de la Biblia que nos sea cómoda y que nos permita ver un poco más allá de las palabras simples que vemos.
Existen muchas personas que no se acercan a las iglesias de ningún tipo por la idea de que les empezarán a prohibir ciertas cosas y que van a dejar de hacer todo aquello que les agrada, que se van a convertir en personas religiosas y que estarán destinados a vivir vidas aburridas de ahí en delante, y la verdad en muchos de los casos tienen razón, eso es lo que las religiones han causado, es decir, los grupos de personas que deciden reunirse y agruparse con un entendimiento en común aunque éste no siempre esté basado en la Biblia y lo que viene de Dios, sino en las opiniones y los intereses de unos cuantos.
El problema no radica en las religiones y aquello que quieren que hagamos, el problema radica en aquellas personas que deciden no acercarse, no leer y no tener una relación con Dios “a su manera” como si esto fuera posible!, afortunadamente no podemos tener una relación relativa con un Dios que es absoluto.
La pregunta que todas las personas se hacen todo el tiempo es “cómo tener una relación con Dios?” y los que normalmente estamos ahí para responder esas preguntas, solemos responder “leyendo la Biblia” y estoy completamente consciente que esto en realidad no ayuda mucho, ya que muchas personas en realidad no quieren tener una relación con Dios, todo lo que quieren es obtener los beneficios de tener esa relación o bien salir del paso en medio de una situación desesperada.
Y le digo que en realidad no ayuda, porque las personas no tienen una idea de que pensar cuando lo hacen acerca de una relación con un Dios al que no ven, pero creo que lo que le voy a contar el día de hoy le va a ayudar un poco.
Todos hemos escuchado en alguna ocasión el concepto de que somos la “Novia” de Jesús y de que algún día iremos a las famosas “Bodas del Cordero”, no?, si partimos de ese punto, es una de las cosas que tenemos que tener siempre presentes al pensar en tener una relación con Dios, ya que eso nos va a hacer entender el porque Dios espera ciertas actitudes y acciones de nuestra parte.
Según entiendo de los rituales Judíos, cuando 2 personas piensan casarse, lo primero que hacen es dejar las cosas claras y negocian de antemano cuales serán los términos de su matrimonio, por tanto, cada parte escribe una carta con cada una de las expectativas específicas que tiene acerca de la vida que llevarán juntos, al terminar esta carta, es revisada por los Padres de cada uno de los contrayentes y negociada por 2 intermediarios hasta llegar a un acuerdo, una vez que esto sucede, la carta es firmada no solo por el contrayente, sino por sus Padres también, es decir, cada matrimonio esta basado en la firma de 2 contratos un por parte de cada uno de los así llamados novios.
A partir de este momento, quedan oficialmente “desposados” y el término desposados tiene la misma validez que el estar casado, pero cada uno habita en su casa y tienen un período de un año para conocerse y fomentar una relación en torno a los acuerdos que previamente hicieron, para posteriormente ser bendecidos y consumar su matrimonio.
Creo que no hay cosa mas sana que dejar claros los términos de una relación antes de meterse en una, no lo cree?, el problema de muchas relaciones hoy en día es que son provocadas y alentadas por la emoción y posteriormente se van conociendo y por último aquella expectativa no cumplida que cada una de las partes tenía, termina siendo el factor que posteriormente les separa y sabe, con Dios no es distinto.
La mayoría de las personas se acerca a Dios en momentos de gran necesidad, donde sus sentimientos están a flor de piel y lamentablemente lejos de buscar tener una relación con un Dios vivo, lo hacen con la necesidad de que alguien o algo mitigue su sufrimiento y su dolor, buscan la tranquilidad alegando necesitar paz (ya que desconocen la diferencia entre ambos términos) y creen que el Dios que es “bueno” hará todo lo que necesitan.
Posteriormente cuando se dan cuenta que una relación con Dios a diferencia de los demás dioses e ídolos es bilateral, es cuando terminan desilucionándose y alejándose alegando que no quieren ser religiosos.
El mismo procedimiento para casarse que usan los Judíos, es el que Dios escogió para tener una relación con su pueblo, ya que a aquellos que formamos su pueblo nos llama su Novia y somos los que ahora nos encontramos en un período de desposamiento con Él esperando que sean las Bodas y podamos entrar a una vida eterna con Él, por tanto es importante que conozcamos sus condiciones y que entendamos que las “reglas” a las que muchos les temen son en realidad parte de un pacto y una carta de amor que el Novio nos escribió hace algún tiempo.
Cabe mencionar que en tiempos de los Judíos, el hombre que decidía casarse con una esclava, tenía que pagar su precio y habiendo hecho esto, tenía que esperar 3 meses para que ésta se acostumbrara a vivir una vida de persona libre en el ambiente que le era conocido (es decir la casa donde previamente había sido esclava), para luego desposarse con ella, la esclava obviamente no escribía una carta, ya que su mejor beneficio era haber sido libre y tener la oportunidad de ahora ser la Señora de la Casa.
Y todos estas reglas de comportamiento fueron dictadas por Dios para que las cumpliéramos en el entendimiento de que Él hizo lo mismo con nosotros, es decir, al liberar al pueblo de Israel y sacarlo de Egipto, esperó 3 meses y lo llevó al Monte Sinaí, ahí envió a un intermediario (Moisés) y negoció con el Pueblo hasta que aceptaron sus condiciones y posteriormente pidió a Moisés que subiera al monte a entregarle la famosa carta de amor para ser desposados (los mandamientos).
Es cuando entendemos esto, que nos damos cuenta de las verdaderas intenciones de Dios, es decir, no está solamente ahí para bendecirnos y hacer cosas “buenas” en nuestras vidas, sino tiene la intención de pasar la eternidad con nosotros, pero entendiendo que ha negociado los términos de esa relación, es por eso que incluso deberíamos de leer la Biblia antes de decidir unirnos a una iglesia y a una religión para saber si en realidad estamos dispuestos a ser esa novia que Él espera de nosotros, no lo cree?
La cita de hoy es el acuerdo verbal al que llegaron Dios y su pueblo para posteriormente escribir la carta que habrían de firmar, es decir, aquellos que amamos a Cristo tenemos un compromiso con nuestro Dios y decidimos prepararnos para pasar la eternidad con Él, y este compromiso esta lleno de beneficios y responsabilidades y todas estas no apuntan solo hacia nuestro beneficio, sino hacia la eternidad, y eso es lo que importa mas.
Es por esto que si usted no sabe porqué su relación con Dios no es óptima, probablemente tenga que ver con que no conoce el acuerdo que hay entre Dios y su pueblo o que no lo esta cumpliendo y por tanto no está recibiendo los beneficios de ser parte de la Novia, el día que lo haga le garantizo que su relación con Él dará un giro radical, como ve?, se atreve a hacerlo?