He escuchado a muchas personas hablar sobre lo que piensan que sucederá cuando lleguen al cielo a la presencia de Dios, curiosamente la mayoría de las personas están mas enfocadas en encontrarse con los parientes y seres queridos que se les adelantaron que en encontrarse con Dios y que en constatar todo lo que la Biblia dice sobre aquel lugar, además que antes de llegar a ese lugar pasarán una serie de cosas que muchos no contemplan.

Yo me lo imagino diferente, ya que realmente me emociona el hecho de ver a Dios cara a cara, y me emociona el saber que llegaré a un lugar donde estaré verdaderamente en casa, en donde esa sensación de que algo está mal desaparecerá y que la paz será el efecto de estar en la constante presencia de Dios, donde el motivo de festejar sea todo el tiempo solo sabernos en la gloria de Dios.

Muchas personas confunden la paz con la tranquilidad, es decir, piensan que tener paz es no tener problemas, siendo que la Biblia nos aclara que la paz es la confianza de que Dios tiene el control de las situaciones y que la victoria sobre cualquier circunstancia nos es garantizada, y ojo!, esto no quiere decir que la paz signifique que Dios siempre nos dará lo que queremos, pero si que el éxito de acuerdo a la justicia divina nos es dado en todo tiempo, para entender el éxito debemos de entender el concepto de Dios acerca de la justicia, pero al llegar a la presencia de Dios, experimentaremos la verdadera paz, es decir, tendremos constancia y podremos ver físicamente con nuestros ojos como es que Dios tiene el control aun del mas pequeño detalle que sucede en el universo y tendremos conciencia todo el tiempo, que nosotros estamos bajo ese control, es decir, experimentaremos la paz en el mas amplio nivel posible.

Y es cuando experimentemos esa paz que las cosas que hoy nos afanan dejarán de tener importancia y la abundancia será cosa de todos los días y la disfrutaremos por tener bien claro de donde es que viene, si quiere entender esto, es así de fácil, la Biblia describe que las calles de ese lugar donde Dios habita, son de oro, porque aún el oro pierde importancia ante la presencia y la majestuosidad de Dios.

Y por favor no entienda que el oro pierde valor en el Reino de los Cielos, por el contrario, lo que si pierde es importancia, es decir, ya no tendremos que afanarnos por conseguirlo, pues ya que si el Reino de los Cielos esta pavimentado con el, quiere decir que es tan común que todos tienen acceso a el y todos los que habitan en ese lugar viven en esa espléndida abundancia.

Como yo entiendo las cosas y con fundamento en la palabra de Dios, éste período de tiempo que vivimos en la tierra es un ensayo del lugar a donde iremos y no solo tenemos acceso al Reino de los Cielos y sus recursos, sino que además podemos ir acostumbrándonos a esa abundancia de todo lo que hay en aquel lugar, para que desde aquí disfrutemos de ello, pero sobre todo disfrutemos del Dios que habita en el.

Es por eso que debemos de mantener la vista fija en Dios y en su Reino y debemos de preocuparnos por establecer su Reino, porque es ahí donde la bendición reside, y curiosamente la bendición es lo que la mayoría busca en su tiempo sobre la tierra.

La cita de hoy habla de la bondad y las cosas que Dios puede y quiere hacer en nuestras vidas, pero nos aclara que estas están reservadas para aquellos que viven de acuerdo al Reino y no es que sea un intercambio de intereses, sino que es un requisito, aquel que quiere tener acceso al Reino y sus beneficios tiene que vivir una vida en la que honre a Dios, ya que todos los que habitan en ese lugar es lo que hacen dan honra todo el tiempo y confían en Él, pues es Dios y les consta aquello que saben del todo poderoso.

En otras palabras lo que le quiero decir, es que la bendición, la paz, la abundancia y muchas otras cosas no llegan a las vidas de las personas, porque el Reino de Dios no esta establecido en sus vidas, por tanto sus efectos no son patentes en su diario caminar, el requisito es sencillo, solo hay que conocer a Dios y vivir de acuerdo a lo que nos pide y las bendiciones serán una constante a causa del Reino en su diario vivir.

La cita de hoy es parte del libro de los Salmos el cual redactó David el Rey, pero note esto, David no solo vivió una vida llena de prosperidad, abundancia y el favor de Dios, sino que su conciencia del Reino hizo que la vida de la siguiente generación, es decir, la vida de Salomón su hijo fuera tan abundante (en sabiduría, en gracia y en toda riqueza) que reflejó en lo literal lo que sucede en el Reino de los Cielos y su vida ha sido recordada como el Rey que ha sido mas próspero y mas sabio sobre la tierra.

Esto que le acabo de contar significa una sola cosa, si usted vive en bendición constante, ésta no solo pasará a sus generaciones, sino será engrandecida, pues sus hijos, sus nietos y los que le siguen estarán acostumbrados a vivir de esta manera y a vivir en lo progresivo y creciente del lugar donde Dios habita.

Por tanto y para terminar, quiero invitarle a que haga un alto y medite acerca de su vida, es su vida verdaderamente una vida que de honra a Dios?, si lo es o solo cree que lo es?, si no está seguro, lo mas probable es que no lo sea, por tanto la bendición y lo que la cita de hoy declara no es reflejado en su diario vivir, pero hoy tiene la oportunidad por preocuparse que si lo sea y que refleje aquello que nos es prometido y garantizado y a lo que podemos acostumbrarnos aun antes de llegar a la presencia de Dios.

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Un comentario

  1. Noemi

    Juan 3.13 Nadie subió al cielo, sino el que descendiö del cielo, el hijo del Hombre, que esta en el cielo..
    Muy interesante!!