La necesidad de reconocimiento es uno de los motores que mueve al mundo, es algo que se hace presente en nuestras vidas y puede suceder desde un lugar tan sencillo como un hogar donde una madre espera ser reconocida por el platillo especial que cocinó para su familia, o bien llegar tan lejos como un médico que descubrió la cura para una enfermedad que amenaza a los hombres día a día.

Todo depende de la ambición de cada hombre y de que tan lejos pretenda llegar que su necesidad de reconocimiento le lleve a actuar, cuando medito en ello, no puedo dejar de pensar en aquellas personas que idearon y orquestaron grandes monumentos como el Coloso de Rodas por el cual pasaban todos los barcos al entrar a la ciudad y que es considerado como una de las 7 maravillas del mundo antiguo, o bien las Pirámides de Egipto que son las tumbas de los Faraones en las cuales pretendían reflejar la majestuosidad de su reino y que su nombre fuera recordado aún miles de años después, o no tenemos que ir tan lejos, tan solo el siglo pasado hombres como Adolfo Hitler que pretendió construir un imperio que perdurara y el cual hiciera que su nombre se perpetuara.

Lo interesante del asunto, es que probablemente algunas personas, pero no todas recuerden que fue el Coloso de Rodas, y aún menos personas recordarán el nombre de quien lo ideó y lo mandó erigir, probablemente muchas personas recuerden y tengan consciencia de las Pirámides de Egipto, ya que muchas siguen en pie el día de hoy, pero en realidad pocos saben los nombres de quienes fueron enterrados en ellas y que fue lo que hicieron o bien hay hombres como Adolfo Hitler que si son recordados, mas no como grandes hombres, ni como genios, sino como seres abominables que acabaron con la vida de miles de personas en su ambición por engrandecer su nombre.

Yo me pregunto que pasará dentro de mil años (solo por poner un ejemplo), yo creo que aún Adolfo Hitler será olvidado, como lo han sido muchos otros hombres, por ejemplo Nabucodonosor, quien fundó y estableció el Imperio Babilonio, a quien no solo la historia describe, sino incluso la Biblia, ya que el poder en su vida fue puesto por Dios, pero olvidó quien le dio poder y al crecer su Imperio, pretendió que incluso se le adorara como dios a el, terminando su historia en que la mayoría de quienes lo recuerdan es porque han leído la Biblia o bien por lo complejo de su nombre, pero pocos saben con detalle que hizo mientras vivía y me imagino que con hombres como Adolfo Hitler y otros sucederá igual.

Pero hubo un hombre quien decidió hacerlo de manera distinta, ese hombre decidió aprender las reglas de los hombres y seguirlas y cumplirlas todas, para ser intachable ante ellos, es decir que ningún otro hombre sobre la tierra pudiera tener algo en su contra, posterior a esto, habiendo cumplido con los hombres, fue delante de su Dios y cumplió con Él y este puso poder en su vida, de manera que empezó a usar este poder, pero era un poder distinto, no era como el poder que otros buscan tener, que somete a los hombres, sino era un poder que conquista corazones, y aún con ello no buscó conquistar a las masas, sino que tomó un grupo selecto de hombres sin cualidades especiales y los invitó a que le imitaran, a que dejaran de lado sus virtudes y talentos de hombres y que recibieran el poder de su Dios para que éste actuara por medio de ellos, este grupo selecto de hombres hizo lo mismo que aquel hombre que les llamó y aprendieron a ser obedientes y jugar de acuerdo a las reglas de los hombres y posteriormente las reglas de su Dios, al grado que de un hombre que decidió tomar un grupo de 12 discípulos, a los cuales adiestró en el uso del poder de su Dios, se multiplicó de nuevo en ellos y estos a su vez en los siguientes y así sucesivamente, al grado que hoy en día son millones de personas que le siguen y millones de personas en todo el mundo que recuerdan su nombre y buscan aprender de Él diariamente.

Obviamente hablo de Jesús, pero la diferencia que me interesa establecer y el punto que quiero dejar bien claro es el siguiente, Jesús vino a esta tierra en calidad de hombre, es decir, nada le diferenciaba de usted y de mi, no tenía nada de especial, lo único es que el conocía conscientemente el Reino de los Cielos y sabía que su papel en la tierra no era otro que reflejar la grandeza del que lo había enviado (Dios Padre) y hacerlo por medio del Dios que habita sobre la tierra (el Espíritu Santo) y con ello su nombre sería perpetuado (el de los 3).

El resultado todos lo conocemos, y creo que es rara la persona que no ha escuchado de Jesús, y sabe, ha habido muchos hombres y mujeres sobre la tierra y a lo largo de los últimos 2,000 años que han decidido imitar el ejemplo de Jesús y de los cuales su nombre es recordado al mismo nivel que aquellos que tuvieron que someter a miles para lograrlo y de los cuales se recuerdan sus nombres y los frutos de su espíritu, pero sin la necesidad de someter ni matar a nadie para hacerlo.

Una de las cosas que debemos de aprender, es que nuestro nombre podrá ser recordado, pero que eso no tiene ningún valor en la eternidad, ya que el único nombre es el nombre de aquel Dios que creó la tierra y al cual regresaremos tarde o temprano, y cuando lo hagamos será para descubrir su verdadera grandeza, la Biblia confiesa que Dios es tan grande que no puede ser contenido por el universo mismo, por tanto no hay nadie mas poderoso que Él, y podemos decidir  trabajar nuestra vida completa en hacer que nuestro nombre sea recordado por unos años y luego olvidado, o bien podemos enfocar nuestra vida a ser reflejo del nombre mas grande en todo el universo y que es nombre sobre todo nombre, para que cuando lleguemos delante de Dios, recuerde nuestro nombre y nos de un lugar a su lado por la eternidad y que cada vez que alguien nos vea, piense en ese Dios y en lo que hace por medio de nosotros, que decide?

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