Hace unos meses me propusieron viajar a Singapore y le soy honesto, aunque la oportunidad era única, la verdad no me atraía la idea, ya que la época en la que había que hacer el viaje es una de las épocas mas ocupadas del año en mi trabajo, pero como todas las cosas, lo puse en oración y de inmediato recibí respuesta de Dios y poco a poco me fue revelando su propósito en este viaje.
Mientras la fecha se acercaba, Dios me hablaba de lugares a los que debía ir y de temas de los que habría de hablarme, pero créame, lo que le voy a contar el día de hoy superó toda expectativa y todo entendimiento que hubiera de mi parte.
Viajar a Asia no es un tema fácil porque la comunicación siempre será un factor importante para poder moverse, pero cuando se trata de destinos como Hong Kong y Singapore que fueron colonias inglesas y en los que se supone que todo esta señalizado en inglés y donde se supone que hay un antecedente del idioma todo parece mas sencillo, claro, la teoría siempre parece mas sencilla que la práctica, no puede uno saber de que se trata, sino hasta que llega a ese lugar.
A mi llegada a Singapore a las 3 am todo parecía normal, todo estaba perfectamente señalizado en inglés, he de confesarle que hasta cierto punto me desilusioné, ya que esperaba un ambiente un poco mas oriental y menos occidental, de hecho físicamente y a juzgar por los señalamientos y por los anuncios, podría estar en cualquier ciudad de Estados Unidos o Inglaterra, era impresionante el poder entender todo a donde se lleva la expectativa de todo lo contrario, lo interesante empezó cuando decidí empezar a hablar con las personas para poder llegar a mi hotel.
Como se lo comenté previamente en uno de los devocionales pasados, el hombre que me llevó a mi hotel me dio un tour por toda la ciudad, pero en realidad no hablaba inglés, solo había aprendido lo que había de decirme y en parte ni siquiera lo entendía, eso fue algo que empezó a preocuparme, conforme fueron pasando los días, me di cuenta que en un mundo donde todo estaba señalizado en inglés y donde todo parece “normal”, el comunicarse era todo un reto, empezando por comer, pasé toda una semana comiendo cosas que no sabía que eran, porque en realidad nadie hablaba el suficiente inglés como para explicarlo, además de que el tema de la comida en ese lugar es tan variado y hay tanto que comer que no tienen la paciencia para explicarle a uno que es eso que se ve muy raro y que esta uno a punto de meterse a la boca.
Esto no hubiera sido un problema si no fuera por mi curiosidad, durante una semana me dediqué a comer cosas diferentes, por lo que no tuve mucha oportunidad de repetir aquellos platillos que si me gustaban, porque a parte no creo poder pronunciar sus nombres.
a los 3 o 4 días de estar en Singapore, conocí a un hombre que es el presidente de las asociaciones y clubes de golf de la isla, el hombre de origen oriental, pero con un marcado acento inglés, por lo que me atreví a preguntarle si era originario de Singapore, a lo que respondió afirmativamente, y decidí despejar todas mis dudas aprovechando su confianza y su experiencia de trato con el mundo occidental, lo primero que pregunté fue: cuál es el idioma oficial en Singapore?
La respuesta a esa pregunta me era mas que obvia, pero necesitaba una confirmación de alguien local para entenderlo, y su respuesta fue: el idioma oficial de Singapore es el inglés y el segundo idioma oficial es el mandarín, en las escuelas se dan todas las clases en inglés pero las personas hablan entre si en mandarín.
Le soy honesto, no esperaba esa respuesta, ya que primeramente Singapore esta ubicado al sur de Malasia, por lo que uno asume que antes fue territorio perteneciente a ese país y China que es donde se habla mandarín queda demasiado lejos como para dar el segundo idioma oficial a un país como Singapore.
En ese momento tuve que sacar a flote una de mis mejores cualidades es decir el ser preguntón y no pare de preguntar hasta que mi curiosidad fue satisfecha y hasta que mis dudas fueron despejadas.
Efectivamente Singapore fue antes territorio de Malasia, y fue hecho colonia inglesa hace algunos cientos de años a causa del caucho que se obtenía de los bosques de la región, y debido a su cercanía con islas como Indonesia y el paso obligatorio de los barcos ingleses a Hong Kong (otra colonia inglesa) y Japón, se convirtió rápidamente en un centro de comercio y carga de la región.
Por cuestiones culturales se llevaron a muchos Chinos a Singapore, eran mas educados que los Malais (la gente local) y conocían mejor las costumbres inglesas, por lo que la servidumbre de la época era China y muchos se quedaron a radicar en el país.
Al independizarse Singapore, regresó a manos de Malasia, solo que para ese entonces Singapore era un lugar con muchos adelantos en todos los sentidos para con el país al que pertenecían y los conflictos culturales, económicos y sociales no se hicieron esperar, hasta que Singapore se tuvo que independizar de Malasia y convertirse en un país/ciudad con un gobierno propio y aprovechando todos los apoyos ingleses de la época.
Lo interesante del asunto, es que la gente de Singapore no tiene identidad, tienen todas las ventajas del mundo occidental, por su cercana relación con Inglaterra, tienen toda la influencia China por la gran cantidad de gente de esa nación que vive en la Isla desde hace generaciones y tienen sus raíces Malais que les dan identidad, pero no se puede decir que son uno o que son el otro, por tanto cada persona decide hablar el idioma que mas le acomoda, tener las costumbres que prefiera y hacer su vida a su propia manera.
Esto que le cuento me dejó altamente impactado, porque pude comprobar que Singapore es un territorio altamente volátil y que quien tiene éxito en ese lugar que es una gran capital de las finanzas y del comercio es la gente extranjera que llega al lugar y se aprovecha de la confusión y la falta de identidad de los locales.
Y sabe, a los que decimos amar a Cristo no nos sucede diferente, aunque tenemos una naturaleza celestial y entendemos que no pertenecemos a este mundo, nos hemos acostumbrado demasiado a vivir de acuerdo a lo que vemos y a lo que sentimos (cosas naturales de esta tierra), lejos de lo que nos es natural (la voz del Espíritu y el dominio propio) y esto es hasta cierto punto normal, ya que nacemos muertos en espíritu de acuerdo a lo que nos dice la Biblia, pero una vez que nacemos de nuevo y recuperamos ese espíritu que nos permite escuchar a Dios, decimos de acuerdo a nuestro entendimiento terrenal no ser “religiosos” y tomar solo lo que nos acomoda o lo que nos conviene, es decir, vivimos en parte como la gente de Singapore, decidiendo que queremos y que no queremos hacer y sin darnos cuenta le permitimos a otros que vengan y se roben las bendiciones y los beneficios que en realidad nos pertenecen a causa de nuestra identidad.
La cita de hoy nos habla acerca de nuestra falta de identidad a causa de nuestra muerte espiritual, pero una vez que decidimos nacer de nuevo y tener la capacidad de escuchar la voz de Dios, todo cambia, porque ya no nos regimos por lo que pensamos y lo que sentimos, sino nos regimos por la voz del Creador del Universo y es en ese momento que cada decisión que tomemos a favor de esa voz que nos habla con fundamento y confirmación en la Biblia, que empezaremos a vivir en la verdadera bendición y con la verdadera certeza de estar sembrando para cosechar en lo eterno y no en lo efímero.
Por tanto, puede usted seguir viviendo como las personas que le comento, haciendo las cosas “a su manera” y recibiendo solo en partes o a ratos aquello que Dios le ha prometido y garantizado por medio de la cruz, o puede ser de aquellos que arrebate bendición y lo haga algo cotidiano en su vida de acuerdo a su naturaleza y su verdadera identidad, como ve? por cual se decide?
YO QUIERO SER DE LAS QUE ARREBATE LAS BENDICIONES, QUIERO VIVIR EN LOS LUGARES CELESTIALES, QUIERO TENER LA PRESENCIA DE DIOS EN MI VIDA, QUIERO ESCUCHAR SU VOZ, QUIERO OBEDECERLE, SER SU SIERVA FIEL, QUIERO QUE SU VOLUNTAD SE CUMPLA EN MI VIDA…… PERO AUN NO SIENTO SU PRESENCIA, NO ESCUCHO SU VOZ…… EN QUE ESTOY FALLANDO?
Violeta, te recomiendo leas el salmo 139 un par de veces, creo que es un buen punto para empezar
GRACIAS POR TU RESPUESTA, NO DOS, LO LEERE MUCHAS VECES….. ESCUCHO A MUCHOS DE MIS HERMANOS DE MI IGLESIA HABLAR DE LA PRESENCIA DE DIOS, ESPECIALMENTE A MI PASTORA, A SU HIJA, Y LO HACEN CON TANTA PASION QUE YO TAMBIEN QUIERO SENTIR ESO MISMO QUE SIENTEN ELLAS. DIOS TE SIGA BENDICIENDO….