Hace unos días mi coche requería servicio y lo llevé a la agencia a que se lo dieran, cuando lo fui a recoger, me percaté que olvidaron un pequeño frasco con un aplicador aerosol que decía “olor a coche nuevo”, le voy a ser honesto, no pude evitar sonreír y rociar el contenido del frasco en mi coche tratando de que oliera tanto a nuevo como fuera posible.

Pasado un rato, no podía dejar de pensar en éste episodio, pensaba en lo genial que sería que muchas cosas fueran así de fáciles como hacer que un coche oliera a nuevo de nuevo, no lo cree?, luego pensé: de que sirve que huela a nuevo, si las vestiduras no lo están y les urge una limpieza?

En nuestra vida cotidiana sucede exactamente de la misma manera, existen situaciones que quisiéramos que simplemente se solucionaran por sí mismas o que nunca hubieran sucedido, palabras que solucionaran situaciones o palabras que quisiéramos jamás haber dicho y así sucesivamente, y cuando lo pienso, si hubiera un frasco como el que encontré en mi coche que dijera “solucionador de problemas” sería uno de los artículos mas vendidos del mundo.

Para muchos, el ir a la iglesia es exactamente lo mismo que comprar un frasco con “olor a nuevo”, es decir, van esporádicamente a la iglesia y cuando lo hacen, lo hacen por mera necesidad y con la intención de que esa visita cuente por todas las ocasiones que no han ido y que todos sus problemas se solucionen y que todo cambie a partir del momento que salgan de ahí, le ha sucedido?, conoce la situación?

El problema no es el hecho de que las personas tomen el ir a la iglesia como su salida rápida a sus problemas, el verdadero problema radica en que van con la idea de que realmente Dios les escucha y de que realmente hará eso que piden y cuando no sucede de esa manera, se desilusionan, se enojan, se frustran y no vuelven a ir.

La cita de hoy es el comienzo de una cita muy conocida, entiendo que fue escrita por David el Rey y es un Salmo de protección, es el clamor de un Rey que ha pecado y las consecuencias de su pecado lo acosan y por medio del entendimiento de como funciona el Reino de los Cielos, recibe paz, al grado que puede expresar esa paz en palabras, muchas personas usan este Salmo cuando están en tiempos de angustia, cuando el mal acosa sus vidas, cuando se sienten intranquilas o bien cuando temen por algo y esperan que las palabras que escribió David el Rey den tranquilidad a su corazón, pero sabe, esto no siempre va a funcionar, ya que en la mayoría de las ocasiones hay un entendimiento limitado del contenido de este Salmo.

Note como la cita comienza con: “el que habita bajo el abrigo del Altísimo”, y esto se refiere a quien está constantemente en la presencia de Dios, tanto que ha hecho de esta su casa, su morada, el lugar donde pasa mas tiempo y el lugar donde su corazón es vaciado y restaurado de manera constante, y todos los efectos que son mencionados posteriormente, aplican para aquellos que cumplen la condición del comienzo del Salmo y no para cualquiera que invoque ésta cita.

Aquel que habita en la presencia de Dios, se dará cuenta de manera automática que es lo correcto y lo que no, vivirá en constante consciencia de lo que agrada a Dios y lo que le es aborrecible, aquel que tiene su morada delante de Dios jamás tomaría un día de reposo (un domingo o sábado según sea el caso), para ir y presentar sus súplicas delante de Dios, ya que tras haber morado 6 días en la presencia de Dios, su corazón esta lleno de agradecimiento y de ofrendas para presentar al Dios al que ama.

Si lo pensamos detenidamente, aquel que habita en la presencia de Dios jamás necesitaría un frasco con “olor a nuevo”, ya que no solo su mente y su alma, sino también su corazón serán renovados de manera constante, de modo que no solo olerá a nuevo, sino la condición de su ser será igual que su fragancia y no habrá a quien engañar, no habrá que disfrazar olores incómodos y no gratos por el contrario, la fragancia del Dios en cuya presencia habitamos se desprenderá de nosotros constantemente.

Hoy domingo para muchos es día de reposo y para otros lo fue el día de ayer, tome este día como el comienzo de un morar en la presencia de Dios, no lo tome como algo nuevo que hará, sino como algo viejo que dejó de hacer, de manera que a partir de hoy su mente y su corazón sean renovados y que su fragancia lo refleje, que el Padre deje en usted el olor a alguien que es amado y en el cual el Reino de los Cielos es reflejado de manera constante.

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Un comentario

  1. Juana de Jesus Aceves

    Gracias amado hermano, por esta reflexión que nos invita a permanecer con ese aroma que solo Dios deja en nuestra vida, bendiciones abundantes.
    pd. lave la tapicería de su coche lucira mejor.