El éxito es algo anhelado por todos, aunque cada persona pudiera tener un concepto diferente de lo que es el mismo, pero creo que la gran mayoría de las personas entienden por éxito el que les vaya bien en las finanzas y sean destacados y sobresalientes en sus trabajos y lo que hacen.
La pregunta es como se asegura el éxito?, como podemos asegurar ser de aquellos a los que les va bien y los que destacan entre la muchedumbre?, como podemos hacer para no fracasar?
Hace unos días alguien me escribió comentándome que ha hecho de todo para crecer económica y laboralmente y a pesar de sus muchos esfuerzos nada pasaba, esta tan desesperado que ha empezado a familiarizarse con la idea de que es voluntad de Dios que no le vaya bien.
También platicaba con alguien quien no ha terminado de ser exitoso en la enmienda que le fue encomendada, por mero temor a fracasar y a no hacer un buen papel, sin darse cuenta que su falta de decisión y acción le estan haciendo fracasar y verse mas mal de lo que teme quedar si fracasara.
Le aseguro que si les preguntamos a ambas personas, ambas serían muy felices si les compartiéramos la receta para el éxito, ambos gustosos seguirían paso a paso el manual que se les diera y abrazarían la idea de ser simplemente exitosos como siempre lo han soñado.
Una característica del éxito, es la influencia, las personas que suelen triunfar en la vida en cualquier cosa, de alguna extraña manera se convierten en autoridades en la temática de su éxito y dedican su tiempo a “compartir” los secretos de su éxito con los demás, y no puedo evitar que me vengan a la mente personas como Robert Kiyosaki el autor del famoso libro llamado “Padre rico, Padre pobre”, es interesante que siendo un hombre que fue exitoso en los negocios y teniendo la receta para el éxito, ahora haya cambiado de giro, lo ha pensado?, en vez de ser un hombre de negocios, ahora es orador, conferencista, motivador y escritor.
La verdad es que ignoro si en realidad siga ejerciendo aquello que le hizo exitoso, pero no puedo hacer mas que sospechar que entre tantas actividades nuevas, le quede poco tiempo para hacer lo que originalmente descubrió y lo que le llevó a ser exitoso en un principio, no lo cree?
Entonces, descubrió la receta para el éxito o para ser conferencista, motivador y escritor?
Y por favor no me mal entienda, no tengo nada en contra de Robert Kiyosaki, ni de aquellos que han triunfado en la vida, por el contrario, siento que es admirable lo que hacen, solo que hay un principio bíblico que muchos de estos hombres pierden, que es la congruencia.
Le menciono el hecho del principio bíblico, porque soy un fiel convencido de que todo lo que hagamos debe de ir orientado a la eternidad, ya que ese debería de ser nuestro objetivo, y una de las mas deliciosas características del carácter del Dios de la Biblia, es que es congruente y considero en mi personal opinión que esta es la primer cosa que debemos de imitarle al decidir seguirle.
A diario me encuentro con personas que se sientan frente a mi y me preguntan como tener una mejor relación con Dios y a diario les comparto no mi secreto, sino mi método, y a diario les comparto como es que hago yo y en la mayoría de los casos, se van aun pensando en como es que lo harán ellos, ya que obviamente su realidad y su situación no es la misma, de hecho ayer platicaba con un buen amigo que no dejaba de decirme “es que tu ya estás ahí” como si una buena relación con Dios fuera una meta y no un estilo de vida, y es por eso que el éxito en lo que pretendamos hacer muchas veces depende de aquello que consideremos como éxito.
La verdad no hay otra manera de compartir la receta del éxito mas que con el ejemplo, es por eso que en los tiempos bíblicos se usaba el discipulado, creo que lo he mencionado en varias ocasiones en el pasado, un discípulo es aquella persona que entra bajo nuestra tutoría con el único propósito de aprender todo lo que nosotros sabemos y terminar aprendiendo a vivir como nosotros lo hacemos, de esa manera, no hay receta secreta, de esa manera no hay una meta, sino es impartido un estilo de vida.
Dios entiende esto y cuando decidió que toda la humanidad podía tener acceso directo a Él, supo que no podría seguir teniendo un intermediario entre los hombres y Él, de manera que envió a su Hijo a que nos fuera ejemplo y nos discipulara en tener una relación cara a cara con el Padre.
Es interesante que la Biblia no lo menciona como tal, pero los libros de historia describen el sistema de educación Judío, en los que se pasaban por 3 etapas de aprendizaje, donde el tercero era el discipulado por parte de un Rabino, ya que todos los niños varones de la época aspiraban de pequeños a ser Rabinos, era el grado mas alto al que se podía aspirar en la vida, y a lo largo de estas 3 etapas de educación se iban filtrando los niños Judíos para que solo los mejores de los mejores pudieran llegar a ser Rabinos.
Si lo entendemos de esta manera, y nos basamos en las escrituras, Jesús fue ordenado Rabino, si no, no tendría acceso a enseñar en las sinagogas, ni portaría un manto (Talit) que fuera el que ayudó a la mujer del flujo de sangre a sanar, ya que era según entiendo una pieza de ropa que solo los Rabinos podían portar.
Por tanto podemos entender que Jesús pasó los primeros 30 años de su vida siendo obediente a los hombres y pasando por el proceso de los hombres, cuando llegó a lo mas alto que un hombre podía llegar, lo primero que hizo fue obedecer a Dios, y fue a donde Juan el bautista y se bautizó de acuerdo a la instrucción de Dios.
El efecto de esto no me deja de emocionar, una vez que Jesús demostró como hombre su total disposición a la obediencia, los cielos se abrieron y el poder de Dios por medio del Espíritu Santo se manifestaron a su favor y no porque fuera especial, ya que tenemos que recordar que Jesús no vino a la tierra con ningún privilegio, sino a ponernos ejemplo de nuestros propio alcance.
Una vez que Jesús logró agradar a Dios, este le dio autoridad y el mismo Dios desde el cielo dijo “este es mi hijo amado en quien tengo complacencia, a Él oíd” y no sucedió que desde ese momento Jesús se dedicara a dar conferencias y escribir libros sobre su éxito, sino que siguió haciendo lo que mejor sabía hacer y era el secreto de su éxito, ser obediente.
Todos sabemos dentro de nosotros que debemos de ser obedientes y mas sabemos que debemos de ser obedientes a Dios, pero no todos saben como comenzar a serlo y mas si tienen pereza de leer la Biblia, pero sabe, la obediencia es una costumbre, Jesús antes de ser obediente a Dios, fue obediente a los hombres e hizo todo lo que los hombres demandaban de Él, luego que no hubo mas que pudieran pedirle y le pusieron en un lugar de autoridad, hizo exactamente lo mismo con Dios y el resultado fue el mismo, Dios también le dio autoridad y sabe que hizo con ambas? dar testimonio y seguir siendo obediente, ya que solo así su éxito continuaría.
Si usted ha batallado y no entiende porque no puede ser exitoso, revise su actitud, a lo mejor no es usted la persona mas obediente y por mas que ore, tiene alguna actitud rebelde, la rebeldía es el enemigo número uno del éxito, en el momento que aprenda a ser obediente a los hombres, le será mas fácil ser obediente a Dios y la combinación de ambas tiene un alcance eterno, si no, observe la vida de Jesús!
Hermano gracias, por invitarnos a observar nuestra actitud, yo si soy muy desobediente solo que es difil reconocer y luego corregir, pero se que todo lo puedo en Cristo que me fortalece, aunque en realidad no lo había observado, pero en esta reflexión me he dado cuenta que es necesario ponerme a cuentas con Dios en ese rubro. Dios le bendice y le guarda.