Dejemos de ser desconocidos

Hace unos días alguien a quien no conozco en persona me escribió por facebook y me dijo algo así como: “si solo viera tu muro de facebook y no supiera que escribes devocionales, no pensaría que eres cristiano”.

La verdad no lo voy a negar, el comentario me dejó pensando por largo rato, ya que ni es que me esfuerce por andar demostrando al mundo lo que creo, ni tampoco pretendo dar un mal ejemplo a nadie, de hecho llevé delante de Dios este comentario, ya que en realidad no supe como reaccionar y al día de hoy no he respondido a esta persona.

Es muy interesante y me sucede seguido que las personas se “casan” con una idea acerca de quien soy y forman su propia imagen, y cuando me conocen, se van dando cuenta de que tan equivocadas están, por ejemplo, quienes me conocen por medio de mi facebook y me ven viajando todo el tiempo, fotografiando todo lo que como y los lugares que visito, suelen hacerse perderse de la parte de mi que es extremadamente hogareña y que disfruta de la buena compañía y el tiempo en casa, por otro lado los que solo me conocen por medio de estas líneas diarias que escribo, tienen un concepto totalmente distinto de mi, de hecho tengo una anécdota muy interesante y cómica de la primera vez que incluí mi fotografía en el devocional hace algunos años y alguien me escribió para reclamarme que no le parecía que fuera yo joven, ya que tenía la idea de que era yo un Pastor anciano retirado y que vivía aislado en una montaña dedicado solamente a escribir materiales de edificación, no tengo idea de como llegó a esa conclusión pero me causó gracia su concepto de mi.

Una de las ideas que disfruto fomentar es mi personalidad “grinch”, es decir, pretendo mostrar que no estoy de acuerdo a los convencionalismos y a las actitudes provocadas por la mercadotecnia masiva, la verdad lo hago mas en son de broma, de hecho en días como este que estoy cerca de mi familia y rodeado de mis sobrinos, no puedo evitar darle la razón a todos aquellos que continuamente me dicen que soy mas cursi que el promedio de las personas, y en realidad no hay una verdad absoluta al respecto, solo quienes me conocen de cerca saben y tienen una idea clara de quien soy.

Al pensar en todo esto, me pongo a pensar en todos los conceptos que las personas tienen de Dios y que probablemente les sucede igual que pasa conmigo, solo conocen un aspecto de quien es Él y se pierden de toda la emocionante personalidad de Dios, obvio no podría ni en un millón de años compararme con Dios, por favor no crea eso, solo usé el ejemplo acerca de mí, ya que fue lo que me inspiró la enseñanza de hoy.

Hace algunas semanas Dios me puso cerca de un grupo de personas a las que no conocía, pero desde el día 1 me dejó claro que tenía que poner mucha atención, ya que me iba a enseñar cosas nuevas por medio de ellas y me iba a mostrar como es que su poder se desata en las personas cuando tienen un corazón dispuesto.

Mientras mas conocí a este grupo de personas, mas claro me quedaba que la palabra de Dios se refleja en ellas, pero en específico que sus dones espirituales se irían desatando, tal y como lo promete el capítulo 12 de la primer carta a los corintios, esto no es muy común en mi, suelo ser un fiel creedor y me preocupo por ser un hacedor de la palabra, disfruto grandemente el uso de los dones espirituales que Dios me ha dado, pero no me había tocado ver a tantas personas que estuvieran en el proceso en el que Dios activara esos dones y les enseñara a usarlos.

Sabe, por lo general tenemos una relación con un Dios “bueno”, por no decir “barco” (expresión mexicana para describir a aquellos que pasan todo por alto), creemos que podemos ir delante de Él sin ningún tipo de reverencia, pedir lo que querramos y prometer cosas que nunca cumpliremos con tal de salirnos con la nuestra y luego decirle a la gente que somos espirituales y que Dios es bueno, pero en realidad muy pocas personas se toman el tiempo de leer la Biblia y enterarse de que Dios no solo quiere darnos cosas buenas, sino que pone en nuestras manos su poder, para que nosotros lejos de solo recibir su favor, seamos parte de su obra y hagamos tal como hizo Jesús y todos los hombres del nuevo testamento, nos convirtamos en instrumentos de poder.

Ayer me contactó alguien quien se sentía bajo un constante ataque de Satanás y se sentía con gran miedo, no sabía que hacer, esta persona que le comento, pertenece a este grupo de personas de las que Dios me había hablado previamente y me di cuenta que lo que le pasaba no era otra cosa que parte de la activación de uno de esos dones de los cuales habla la Biblia.

Ella me decía que no entendía esto que le pasaba como algo de Dios, ya que no le daba paz, a lo que le tuve que recordar quien es Dios y como es que hace las cosas, le recordé que aquello que le sucedía era externo y que la paz de Dios viene desde adentro de nosotros, solo que estamos acostumbrados a que lo externo defina nuestro estado de ánimo y nuestro bienestar, siendo que cuando vivimos una vida en Cristo es de manera contraria, nosotros definimos desde adentro de nosotros como estamos sin importar los factores externos, eso es lo que Dios nos promete en su Biblia.

Este ejemplo y muchos otros, son parte de aquellas cosas que solemos desconocer de Dios, la gran mayoría se queda con la parte de Dios que es la caja registradora que está ahí para darles cosas o concederles aquello que piden y se pierden de las características de Dios que no conocen y que son las mas emocionantes de Él.

La cita de hoy es la que describe la parte mas emocionante del carácter de Dios desde mi personal punto de vista, es la que me habla de un Dios celoso, y por favor note esto, las personas dicen que los celos no son buenos, mientras que Dios nos enseña lo contrario, nos habla de que Él nos cela todo el tiempo y es la mejor manera de hacernos sentir amados y de expresar su profundo deseo de tener una relación íntima con nosotros.

Dios es alguien que todo el tiempo está cuidando en donde están nuestros pensamientos y nuestros sentimientos y jamás estará dispuesto a ceder el número uno en nuestro corazón, ni siquiera ante nuestras esposas o esposos o nuestros hijos incluso, esos se tendrán que conformar con el número dos si quieren, ya que el primero y el mejor lugar en nosotros está ocupado por Él, y no será sino hasta que entendamos esto, que podremos tener una adecuada relación con Él.

La persona que me escribió por facebook, tiene una idea de quien soy y una expectativa de quien espera que sea yo, y al parecer, tanto su idea como su expectativa están lejos de quien en realidad soy, y de la misma manera nos sucede con Dios, tenemos una idea de quien es y una expectativa de quien queremos que sea, pero podemos estar completamente equivocados, no es hasta que nos decidamos a buscarle en su palabra y posteriormente en intimidad que podremos descubrir su verdadera identidad y el verdadero beneficio de ser no sus ovejas, ni sus siervos sino sus amigos como nos describe en Juan 15:15 que espera que seamos.

Hoy le invito a algo especial, tome un tiempo, anote en un papel quien piensa usted que es Dios y atrévase a comprobar aquello que cree que es en la Biblia, atrévase a comprobar todas las facetas de su personalidad y reciba beneficios de cada una de ellas, conviértase en un verdadero amigo de Dios por el simple hecho de que le conoce verdaderamente.