Hace unos días platicaba con alguien acerca de la diferencia entre la fe y la esperanza, ya que es importante saber cual es una y cual es la otra, ya que si no lo sabemos y no estamos conscientes de ello, podemos perder nuestra fe, al no ser cumplida nuestra esperanza.
La Biblia nos enseña en la carta a los Hebreos en el capítulo 11 y el versículo 1, que la fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve, pero ojo!, no todo aquello que se espera y no todo aquello que no se ve es parte de nuestra fe, imagine, que un hombre esté preparando un ataque con una bomba para matar a docenas de personas y pida a Dios que le ayude y luego diga tener fe en ello!
Aunque le parezca inaudito el ejemplo de lo que le digo, es mas común de lo que se imagina, me ha tocado ver a personas que se disponen a ir a darle una paliza a alguien y se encomiendan a Dios y piden que les vaya bien y tienen fe en ello, o bien personas que se disponen a cometer un atraco o un asesinato y piden a Dios su protección y su favor, wow!, a veces me es imposible el dimensionarlo siquiera.
Si nos vamos a asuntos mas comunes y menos extremos, la enfermedad, las deudas y los problemas cotidianos son algo que a diario decimos son objeto de nuestra fe, pero sabe, si no tenemos cuidado de ello, corremos el riesgo de que nos confundamos y aquello en lo que decimos tener fe no sea otra cosa que nuestra esperanza y al no cumplirse o no ser respondida nuestra oración nos decepcionemos y perdamos nuestra fe en el todopoderoso.
Ya vimos lo que es la fe, ahora bien, la esperanza, es aquello que anhelamos y aquello a lo que nos resistimos a renunciar, es decir aquello que va mas allá de un simple deseo y un simple anhelo, algo que necesitamos que suceda para que podamos tener paz y tranquilidad, y que está guardado en lo mas profundo de nuestro corazón.
Lo único que separa a la fe de la esperanza es la voluntad de Dios, así de simple, en otras palabras, nuestra esperanza está fundamentada en aquello que queremos y anhelamos, en aquello que oramos, pero no estamos seguros que sea la voluntad de Dios, mientras que la fe, es aquello que no vemos, aquello que parece imposible, pero fue confirmado por Dios y va a suceder, porque Él así lo dijo, en contra de todos los pronósticos y en contra de todo lo absurdo que se mueva alrededor de esta situación.
Muchas veces nos enfrentamos a la enfermedad, tanto propia como la de seres queridos y cercanos y lo primero que sucede es que empezamos a pedir a Dios por la salud y no dejamos de insistir y ponemos todo nuestro empeño en creer que Dios es mas poderoso que esa enfermedad y ciertamente lo es, pero no podemos estar seguros de que va a sanarnos o sanar a esa persona cercana, hasta entender el propósito que Dios tiene en medio de esa situación, y mire que no estoy diciendo que Dios sea quien envíe las enfermedades, pero sabe, si aprovecha cada situación por la que pasamos, para transformarnos, darnos una lección o hacernos crecer, pero tenemos que entender que a veces la enfermedad o la adversidad es solo el pretexto ideal para que le volteemos a ver e inclinemos su oído a aquello que tiene que decirnos.
Hace semanas que Dios me ha hablado fuertemente acerca de Magic Johnson, quien era una gran estrella del Basket Ball Estado Unidense en los noventas, recuerdo claramente lo impactante que fue la noticia que enteró a todo el mundo sobre su contagio de SIDA, todos esperaban que en poco tiempo muriera y pasara a la historia como alguien que fue grande y cometió un error que le costó la vida, pero sabe, ha sido todo lo contrario.
Inmediatamente después de enfermar, Magic escribió un libro previniendo a la juventud acerca de los errores que el cometió y fue un libro bastante impactante, poco tiempo después decidió que necesitaba hacer a Jesús el Señor y Salvador de su vida y dedicó su tiempo y sus recursos a labores que edifiquen a la juventud, hoy, un poco mas de 20 años después, Magic sigue teniendo SIDA, pero no ha muerto, tiene una vida genial, es uno de los hombres mas prósperos de la costa oeste de los Estados Unidos y está según entiendo cumpliendo el propósito para el cual fue diseñado día a día sin temer a la muerte, sino temiendo que no alcance a hacer todo aquello para lo que fue creado y aquello en lo que sueña.
Interesante no?, cualquiera hubiera pensado que lo mas importante sería que sanara de SIDA y que Dios puede hacer el milagro en su vida, y claro que lo puede, pero sabe, eso no es importante ante el propósito que Dios y Dios ha contenido su enfermedad ante el deseo constante de cumplir su propósito.
En otras palabras, Dios no le prometió a Magic Johnson que le sanaría, pero si le prometió que haría cosas asombrosas en su vida, y así ha hecho.
La diferencia entre la fe y la esperanza, es que aquello en lo que podemos y debemos tener fe, sale de la boca de Dios, y antes pedir algo, debemos de ir a la presencia de Dios y preguntar cual es el objetivo y que es lo que debemos de aprender o desarrollar a raíz de esta situación, cuando escuchemos la voz de Dios, sabremos orar adecuadamente y no necesitaremos hacer muchas repeticiones de ello, ya que tendremos la certeza de que así sucederá.
Ojo, con esto no quiero decir que no sea el objetivo de Dios que la gente sane, claro que lo es!, Dios quiere darnos vida y vida en abundancia, pero no cualquier clase de vida, sino que quiere que después de cada situación seamos verdaderos campeones y héroes de la fe, que cada vez que haga algo en nosotros, seamos ejemplo y ayudemos a otros a caminar en verdadera fe, no solo a sanarnos y cumplir nuestros deseos para que luego sigamos viviendo como lo hacíamos antes de recibir su favor.
La cita de hoy me encanta, me anima y me alienta, nos habla de que Dios no defrauda a los que esperan en Él, y note como dice “esperan en mi” es decir a los que conocen su verdadera voluntad y propósito y confían en que Él hará de la manera que sea Él quien luzca e impacte a las mas personas posibles para establecer el Reino en ellas.