Una de las cosas que mas disfruto es el ver películas, me gusta mucho ver el como reflejan situaciones de la vida cotidiana y sin quererlo, todo el tiempo reflejan las cosas que Dios quiere hablarnos y simplemente están ahí para que las entendamos.

Uno de mis pasatiempos favoritos es el encontrar escenas bíblicas o escenas que reflejen la Biblia en ellas, hace años sucedió casi por casualidad y ahora no puedo dejar de hacerlo, es muy divertido y le da todo un nuevo sentido a ver películas, como me provee de material de plática para horas y horas con todo tipo de personas, simplemente es emocionante.

Este fin de semana no fue la excepción, por motivos de salud me tuve que guardar en casa y aproveché para ver por primera ocasión en orden la saga de las Guerras de las Galaxias, las había visto cuando fueron saliendo, pero nunca me había tomado el tiempo de verlas en orden y en un solo fin de semana, y wow que buenas películas y cuanto aprendí!.

Una de las cosas que me llaman la atención de este tipo de películas es la constante necesidad que tenemos de reflejarnos en los protagonistas y como todos anhelamos “ser especiales” y todos de alguna manera esperamos ser reconocidos por otros, tal como pasa con los famosos Caballeros Jedi, quienes solo aquellos que poseen “la fuerza” pueden reconocer y dar ese lugar especial a alguien mas.

Interesante además es que al darse cuenta que “son especiales” y “son escogidos” se vuelven soberbios, creen que todo lo pueden y tienen un hambre por comerse el universo a mordidas, porque están ansiosos de probar esos poderes y esas cualidades que los hacen “especiales” y harán lo posible para romper las reglas y salirse con la suya, al fin y al cabo su situación se los permite.

Al llegar a la sexta película, solo queda un Caballero Jedi y tiene que acabar con el Imperio y tiene que enfrentarse a su Padre quien es su enemigo y milita en el “lado oscuro” y teniendo todo de su parte para hacerlo, decide que no es capaz y dice tener miedo.

Son precisamente esos los momentos que me hacen detenerme, son esos los momentos en los que me doy cuenta la cantidad de basura y sueños “guajiros” que ese tipo de películas nos enseñan, ya que lo único que nos transmiten es que por mientras haya alguien que nos cuide las espaldas, podemos romper todas las reglas que se crucen en nuestro camino, pero cuando se trata de hacer lo correcto y no solo eso, sino impactar a nuestro entorno, se vale que seamos cobardes y limitados y depender de la buena fortuna.

No se lo voy a negar, aunque disfruté mucho de mi fin de semana de Guerras de las Galaxias, también viví una gran desilusión y me quedé con una gran preocupación, cuanta información de este tipo es inyectada en nosotros día a día y cuanto de lo que vemos en la televisión y en las películas imitamos cada día?

La cita del día de hoy nos habla de como son las cosas en realidad, es decir, nos dice que Dios antes que otra cosa nos hace aptos, es decir, nos da la capacidad, número uno para vivir de acuerdo a las reglas, número dos, para disfrutar el vivir de acuerdo a las reglas, número 3 el recibir bendición y número cuatro el administrar la bendición, según las películas que vi, nos enseñan lo contrario, podemos todo lo que querramos y luego está lo externo y lo mágico que nos sacará de apuros.

Hay personas que se atreven a vivir como aquellos a quienes ven en la TV o en las películas, permiten que sus encantos y habilidades naturales les favorezcan y esperan que su buena fortuna les evite problemas y no les permita sufrir, siendo que eso solo durará un tiempo, las cosas en el Reino de los Cielos son distintas, Dios nos hace aptos, para que por medio de ello seamos dignos y con ello seamos herederos por la eternidad, pero empezando desde el día de hoy.

Espero no verme muy extremo con el comentario del día de hoy, pero sabe de pequeño yo quería ser igual a “Luke Skywalker” y convertirme en un Caballero Jedi y que la fuerza estuviera conmigo, y sabe, ayer aprendí que no quiero ser eso, a lo largo de toda la saga se les llama maestros y sabios a quienes caminaban con “la fuerza” pero todo el tiempo vivían en la incógnita y sin saber lo que el destino les deparaba.

Si me pongo a ver mi vida en Cristo el día de hoy, es mucho mejor que la de ellos y no necesito ser llamado ni maestro ni sabio, y tengo mas respuestas que ellos, además puedo ver la mano de Dios cada día en mi vida y mejor aún, entre mas leo acerca de Dios, mas descubro que podemos hacer juntos y mas abundancia (de todo tipo) hay en mi vida, creo que he aprendido a experimentar una plenitud que ningún Caballero Jedi experimentó a lo largo de 6 películas, y sin embargo la gente quiere ser Jedi y no cristiano, inaudito, no?

Como dije previamente, no es mi intención el verme extremo ni radical con mi comentario, pero sabe, ahora que lo veo me doy cuenta que mi vida hubiera sido mas provechosa e incluso mas divertida si hubiera tenido los ideales correctos desde niño, hoy lo veo y no puedo hacer mas que agradecer a Dios por ello, y a lo mejor le puedo dejar a usted un poco de lo que aprendí para que junto con su familia vea este tipo de películas con el enfoque correcto y dando gloria a Dios por permitirle vivir la verdad de su palabra y no la fantasía de un guión mediocre y limitado, que le parece?

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *