Ayer meditaba acerca de la importancia de leer la Biblia, y sabe, creo que todo mundo nos dice eso y creo que todos tenemos consciencia de que lo debemos de hacer, pero pocos saben como y pocos entienden a la primera lo que Dios les pudiera hablar por medio de ella.

Obvio y como todo en esta vida, no va a ser que con el simple hecho de que abramos la Biblia y empecemos a leerla, Dios nos va a revelar los secretos del universo, de hecho me llama mucho la atención el hecho de que las personas abren sus Biblias con la expectativa de hallar revelación y cosas ocultas, cuando realmente la Biblia no es otra cosa mas que un libro lleno de historias cotidianas, donde un Dios todo poderoso usa las cosas naturales para hacer cosas sobrenaturales y le permite al hombre ser parte de ello.

En otras palabras, no es que por leer la Biblia, el día de mañana seamos mas inteligentes, o de la nada Dios nos vaya a amar mas que el día anterior, sino que La Biblia primeramente nos va a enseñar quien es Dios, es decir, vamos a dejar de lado nuestros mitos y vamos a descubrir un Dios con una personalidad asombrosa y un gran sentido del humor, lejos de aquello que nos “inculcaron” en el pasado, vamos a encontrarnos con un Dios que pretende que hagamos las cosas en esta tierra tal como se hacen allá donde Él habita y nos va a regresar nuestra identidad espiritual, para que verdaderamente cumplamos nuestro propósito de gobernar en esta tierra.

El problema de muchos es que se quedan con lo que alguien mas les dijo o simplemente se quedan con una parte o una frase de la Biblia y toman eso que saben como una verdad absoluta, siendo que Dios no quiere que hagamos así, sino que hagamos de Él un estilo de vida, una manera de vivir, que verdaderamente podamos traer el Reino de los Cielos a esta tierra, es por eso que la Biblia es el manual que nos enseña el como hacer las cosas y no hay que darle muchas vueltas.

Ahora bien, el creerle a Dios es un verdadero reto, ya que significa enfocar nuestra atención el Él y quitar nuestra mirada de nuestro alrededor y eso no siempre nos es fácil a nosotros, pero el efecto es asombroso.

Imagínelo de esta manera, Dios prometió a los Israelitas que los haría libres y que los llevaría a la tierra que “fluye leche y miel” o en otras palabras aquello que conocemos como “la tierra prometida”, si lo entendemos como entendemos las cosas hoy en día suena incluso un poco romántico e idílico y lo es, pero hay un problema, si un pueblo que estaba acostumbrado a trabajar de manera forzada llega a una tierra donde las frutas se dan por si solas y son del tamaño de calabazas, simplemente se perderían y se convertiría en un pueblo holgazán, no lo cree?

Es justo por eso que Dios decidió cambiar su entendimiento, para que pudieran no solo disfrutar de la tierra prometida, sino gobernar en ella, y les puso a hacer cosas que cualquier hombre natural no entiende pero a uno espiritual le es mas que comprensible.

La cita de hoy nos habla de que Dios iba delante de los israelitas todo el tiempo, de día en forma de una columna de nube y de noche como columna de fuego y es mas sencillo de entender de lo que usted cree.

En la Biblia, el agua es símbolo de la palabra de Dios, y las nubes están hechas de agua, agua que pasó por un proceso, en el desierto, Dios dio a los hombres una ley, lo que hoy conocemos como la palabra de Dios, es decir, sacó a los Israelitas de Egipto y les dio leyes para que vivieran con orden, no para que fueran obedientes, sino para que no se perdieran ante la abundancia que iban a encontrar al entrar a la tierra prometida.

Hoy en día Dios también tiene una tierra prometida para nosotros y está en las promesas de la Biblia, pero no tiene un código secreto para hacernos entrar en ella, simplemente tenemos que hacer tal como hicieron los hombres y mujeres de la Biblia, tenemos que atrevernos a seguir la nube y dejar que la obediencia transforme nuestro entendimiento en uno de conquistadores, para que podamos disfrutar de todo aquello que nos hablaba y nos decía cuando aun éramos esclavos del pecado y la ignorancia.

Yo creo que los otros pueblos pensaron que los Israelitas estaban locos cuando los veían perseguir una nube por el desierto, pero es un hecho que los envidiaron cuando los vieron entrar a la tierra mas codiciada que existía, si lo llevamos a lo actual, nuestra nube tiene forma de Biblia y a lo mejor habrá quienes le critiquen por cargarla y por leerla, pero no se detenga, haga como los Israelitas, persevere hasta que entre a la tierra prometida y otros se acerquen a preguntarle como le hizo.

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