En los tiempos del antiguo testamento, Dios había instruido a los hombres hacer un templo con medidas y materiales específicos y en este templo, la presencia de Dios descendía en forma de nube, cada año se hacía una reunión para la redención de pecados, es decir, cada hombre, cada mujer y cada familia iban a donde estaba el templo y llevaban ya sea un par de tórtolas, una oveja o un buey para que su sangre fuera derramada y su carne quemada en sacrificio para perdonar sus pecados, adicional a esto había un Sumo Sacerdote quien entraba directamente a la presencia de Dios llevando la sangre de los animales sacrificados para interceder por cada una de las personas que llevaban su pecado a ser perdonado.
Esta persona llamada Sumo Sacerdote tenía una gran responsabilidad, ya que con solo entrar a la presencia de Dios se jugaba la vida, porque le era necesario entrar en santidad, es decir en absoluta limpieza espiritual y en absoluta limpieza física, de hecho Dios instruyó a los hombres sobre un artefacto llamado “lavracro” especial para purificarse antes de entrar a la presencia de Dios.
Ya que nadie podía realmente podía juzgar la limpieza absoluta de el Sumo Sacerdote, a éste se le ataba de un pie y se le colocaban unos cascabeles, por mientras se escucharan los cascabeles se sabía que éste seguía con vida, si se dejaban de escuchar, significaba que había muerto, y se le sacaba por medio de la cuerda atada a su pie.
Al meditar en esto, nos podemos dar cuenta de lo serios que son los asuntos de Dios, si lo pensamos detenidamente, si nos encontráramos en los tiempos del antiguo testamento el pecar sería nuestra clara sentencia de muerte, y dependeríamos de un intermediario entre nosotros y Dios, además de un sacrificio para poder ser perdonados y redimidos, pero no a todos les fue tan bien, había un hombre llamado Coré que junto con su familia e incluso su ganado fueron tragados por la tierra en presencia de todo el pueblo de Israel, solamente por el hecho de murmurar en contra de Moisés, que asombroso no? antes tan solo hablar de alguien mas era una sentencia de muerte, y hoy solemos decir “ojos que no ven, corazón que no siente”, sin tomar en cuenta de lo delicado y el profundo impacto de nuestras palabras en el terreno espiritual.
Es por eso que tenemos que tener muy claro quien es Jesús en nuestras vidas, Jesús no solo fue alguien que murió por nuestros pecados, ya que en realidad muy pocos entienden en sí lo que eso significa, sino que fue alguien que estando por encima del pecado (en su identidad de Dios), se hizo hombre (sujeto a pecado), exponiéndose a toda tentación que los hombres estamos expuestos, y se mantuvo en santidad, se mantuvo firme desde pequeño hasta el día que murió y todo para demostrarnos que de la mano del Padre todo se puede y estando 100% limpio de pecado fungió como Sumo Sacerdote, entrando limpio en su naturaleza, pero ensuciado por el pecado de la humanidad, de manera que murió lo cual le dio acceso al infierno para arrebatar las llaves de la vida y resucitar en su calidad de Dios y dejando el pecado anulado por su muerte.
Lo que esto significa, es que a partir de esa ocasión ya no fue necesario el volver a sacrificar animales, ni fue necesario el exponer a ningún Sumo Sacerdote a la muerte, ya que por medio de Jesús todo fue hecho y todo fue perdonado.
Así como los hombres de aquellos tiempos tenían que subir a donde estuviera el templo para presentar su ofrenda y rogar por su pecado, así tenemos hoy en día que hacer una confesión verbal haciendo a Jesús nuestro Señor y Salvador, para de esa manera morir a nuestra antigua naturaleza, nacer de nuevo y tener derecho a el sacrificio que hizo en la cruz y que tiene efecto eterno.
Lamentablemente no podemos decir que creemos en Jesús si no entendemos la dimensión de lo que hizo por nosotros, ya que si hacemos así, actuamos sin conciencia, pecamos deliberadamente y abusamos de su gracia, el objeto de Dios no es cambiarnos, sino transformarnos por medio del entendimiento de la cruz, la misericordia y la gracia, como ve?, que opina?