Todos sabemos o al menos todos hemos escuchado en alguna ocasión que Dios es omnipresente, es decir esta en todo lugar, pero en realidad, no todos vivimos con esa consciencia, lo he mencionado muchas veces en estas líneas, el que vivimos ignorando esa presencia de Dios que siempre esta ahí e incluso hablamos de Dios como si no estuviera presente.

Hay quienes tienen la idea de que debemos de caminar con la consciencia de la presencia de Dios, ya que nos observa y esta listo para castigarnos en el momento que hacemos algo indebido, al pensar en esto no puedo evitar pensar en la reflexión que muchos hacen de estar al lado de un coche de policía en un crucero a media noche y sin ningún otro coche cerca, que haría se pasaría el semáforo en rojo?

La verdad es que Dios no es ni quiere ser un policía en nuestra vida, en realidad a veces tenemos le tratamos mas como si fuera nuestra niñera que como nuestro Dios por el cual vivimos, hemos inventado un sinnúmero de mitos alrededor suyo en vez de conocerle, entenderle y disfrutar de sus beneficios.

A su vez hay personas que dicen que se han alejado de Dios, y yo me pregunto una y otra vez como le hacen para alejarse de alguien que está en todos lados?, mas inaudito aun es cuando dicen no saber como acercarse!

El problema de las personas que se alejan de Dios y de muchas otras, es que no entienden la presencia de Dios, es decir, en sus mentes y en sus corazones dan a Dios un trato de persona y no un trato de Dios, es decir, no dimensionan a Dios como es porque no le conocen y por tanto no reciben de sus beneficios.

Todo esto se lo digo, porque he escuchado mucho últimamente a personas que dicen tener problemas con entrar a la presencia de Dios y con escuchar su voz, de hecho he platicado con muchas personas que nunca han escuchado la voz de Dios y creo que hay puntos que son importantes destacar para que su caminar en Cristo sea mas sencillo.

Primeramente tenemos que entender que verdaderamente Dios está en todo lugar y no nos pide ningún requisito para entrar a su presencia para ser escuchados por Él, todos los requisitos ya fueron pagados por Jesús en la cruz, por tanto, lo único que nos es necesario es ser honestos, directos y realmente querer hablar con Él.

Segundo, tenemos que entender que no hay tal cosa como sentir su presencia, ya que si la sintiéramos, estaríamos todo el tiempo en ella, ya que es omnipresente.

Aquello que luego sentimos y percibimos cuando le adoramos o cuando oramos, no es su presencia, sino su gloria, es decir el favor que Él pone en nosotros, es justo cuando Dios pretende hacer algo en nosotros, y es por eso que es tan importante que nos acostumbremos a vivir en su presencia, para que también aprendamos a estar en silencio delante de Él y podamos escuchar su voz y recibir aquello que específicamente tiene para nosotros y no quedarnos con el famoso de “Dios por algo hace las cosas” y jamás entendemos que son “esas cosas” que “por algo hace”.

Pablo el Apóstol entendía esto, sabía diferenciar entre la presencia y la gloria de Dios y hacía como Dios le indicaba, imponiendo manos de manera simbólica y dando paso a que la gloria de Dios se manifestara por medio de el, en el y en los que estaban con el, de manera que el Espíritu Santo (que es la única forma del Dios tripartita que tenemos que se manifiesta entre nosotros) hacía su efecto y la comunión de los hombres con Dios se hacía tangible al recibir dones y hacer prodigios.

En otras palabras, el hacer milagros, el hablar en lenguas, el tener revelaciones, no es algo limitado a unos cuantos, por el contrario, la Biblia lo promete para todos aquellos que son bautizados en el Espíritu Santo, es decir, aquellos que pasan por el proceso de confesar a Jesús como su Señor y Salvador, conocerle por medio de su palabra, tomar una decisión consciente y no emocional de vivir de acuerdo a esa palabra y permitir que Dios se manifieste en ellos de manera constante e incluso de manera física.

Es por eso que tenemos que entender el proceso, primeramente tenemos que sentirnos aptos todos para hacer como los hombres y mujeres de la Biblia, ya que Jesús nos hizo aptos, luego tenemos que hacer una decisión racional de seguir a Dios y no dejarnos llevar solo por nuestras emociones y comparar todo aquello que nos sucede con la Biblia, para que podamos diferenciar cuando es Dios quien esta actuando en nuestra vida y cuando es nuestra mente jugándonos una broma.

Este fin de semana le quiero dejar tarea, y le quiero invitar a que comience una nueva costumbre, comience a caminar con la consciencia de la presencia de Dios, no tiene que hacer nada del otro mundo y no tiene que empezar a hablar con Él todo el tiempo (la gente que lo vea, pensará que está usted loco), solo acompáñese de Dios, cuando haya dominado eso, comience a leer la palabra de Dios, busque una versión fácil de leer (NTV es un buen ejemplo) para no se pierda en lo complicado de las palabras y notará como esa presencia a la cual se ha acostumbrado hace cada vez mas clara y hace cada vez mas sentido, cuando menos lo note, estará usted escuchando la voz clara de Dios que le habla por muchos medios y que todos ellos le llevan de regreso a su palabra.

Lo siguiente será hacer como Pablo, administrar la gloria y ser un canal de bendición tangible para su propia vida y para la de otros.

La decisión esta en usted, que prefiere?, seguir dependiendo del Dios que “por algo hace las cosas” o un catalizador del Espíritu Santo?

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Un comentario

  1. gracias por tu reflexión, y gracias a Dios por usarte, bendiciones para ti y los tuyos