Desde que empecé a trabajar en la Hotelería hace ya algunos años, me ha tocado viajar, y sin haberlo planeado de esa manera, es parte de mi manera de vivir, sin querer se hizo algo natural y algo que es parte de mi vida, pero sabe, a pesar de que llevo muchos años viajando, hay algo que no se ha hecho rutina y de eso quiero platicarle un poco.

Hace unas semanas alguien me preguntaba el porque me gusta viajar y lo único que vino a mi mente y a mi corazón de inmediato fue: “es porque de esa manera me habla Dios”, y es cierto, a pesar de que viajo a muchos lugares repetidamente, siempre las circunstancias son diferentes y siempre dentro de cada situación, en cada viaje Dios me deja verle, y requiere de mi tiempo para escucharle.

Muchas veces me han preguntado que cuanto tiempo dedico al día para orar, y creo que nunca he podido responder esa pregunta, ya que no tengo un tiempo fijo y definido para hacerlo, y sobre todo ha sido así desde que decidí creerle a la palabra donde dice “medita de continuo en esta palabra”, es decir, siempre he sido muy preguntón y cuando no entendía algo que leía, no soltaba a Dios hasta que me lo dejaba mas que claro, de esa manera aprendí a ver a Dios en todo lugar y a darme cuenta que la creación refleja a Dios todo el tiempo y que todas las cosas que están escritas en la Biblia son verdaderas y las podemos ver literalmente en nuestra vida cotidiana alrededor de nosotros.

El problema radica en que somos seres de rutinas, nos gustan las formulas y somos cómodos por excelencia, es por ello que a Dios le gusta incomodarnos y se asegura de que aquellos quienes nos comprometimos a amarle y a buscarle cumplamos nuestra parte del trato, con el tiempo me di cuenta que tenía rutinas de casa y durante un tiempo, entre mas tiempo pasaba en casa, mas menguaba mi relación con Dios, ya que regresaba a mi rutina y a mis hábitos cotidianos con Él.

El viajar me ha enseñado a mantenerme alerta y a estar atento a la voz de Dios, pero no me podía conformar con eso, ya que entendí que no necesitaba viajar para estar atento a la voz de Dios y necesitaba hacer lo mismo estando en casa y en cuanto me di cuenta que era más que posible, esa fue mi siguiente tarea.

Hace años que leí por primera vez la cita de hoy, creo que los salmos 139 del 1 al 18 son mi parte favorita dentro de toda la Biblia, ya que no hacen mas que hablar de como Dios es omnipresente, omnisciente y omnipotente y todo ello por amor a nosotros, me impactó de sobremanera que no importa la condición de nuestro corazón, ahí está Él para nosotros, solo es cuestión de que pongamos la atención debida y lo podremos percibir.

Muchas personas creen que se alejaron de Dios al hacer “x” o “y” cosa, la realidad es que es imposible alejarse de Dios, ya que como se aleja uno de alguien que está en todos lados?, es por eso que me maravilla la cita de hoy al decir “y su hiciere en el Seol (infierno) mi estrado”, en otras palabras, si aún me encontrara en la peor situación de mi vida “allí tú estas”, osea, simplemente así de asombrosa es su misericordia, que aún en el infierno mismo o bien la peor situación de pecado de nuestra vida, podríamos ver a Dios y hablar a su corazón y no solo eso, sino escuchar su voz y dejarnos rescatar por Él.

Lo que si nos sucede es que endurecemos nuestro corazón a Él, pero eso solo pasa cuando no estamos acostumbrados a escucharle, ya que no podríamos ignorar la voz de alguien que conocemos y que a la vez amamos, no lo cree?

De la misma manera Dios no quiere que nos acostumbremos a su voz, es por eso que siempre buscará maneras distintas de hablarnos, ya que no quiere que dejemos de crecer  y que nos acostumbremos a lo que nos ha dado, ya que si así fuera, nos perderíamos lo mejor y lo mas asombroso de su poder, su amor y su Reino.

Es por eso que esta mañana le quiero invitar a algo muy especial, tome un tiempo y medite acerca de esto, piense que no importa en que parte del mundo se encuentre, si está ahí por primera vez, o es el lugar que siempre ha estado, Dios se encuentra en ese lugar, solo que tal vez usted no lo percibe, tome un tiempo serene su alma, es decir relájese y permita que todo ese ruido salga de su cabeza y dése cuenta que hay una voz que conforme la percibe se hace mas intensa, y esa voz le va a hablar cosas familiares, cosas que ha escuchado y que ha leído, se dará cuenta que esas cosas ligan eso que conoce y eso que ha leído con la vida cotidiana,y que a causa de ello, aun la vida cotidiana adquiere sentido y que esa voz que es la de Dios tiene tantas cosas que decirle y mostrarle, se dará cuenta que aún frases que conocemos desde niños y que hemos escuchado de la Biblia, tienen un nuevo y mas profundo significado de lo que creíamos, al relacionarlas con la vida cotidiana, es decir, al llevarlas de la teoría a la práctica, permítase entender como lo hizo el Salmista, que Dios esta en todo lugar y lo esta para usted y por usted, no se permita pasar un solo día más de su vida sin percibirlo.

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