Obviamente todos queremos ser bendecidos por Dios, pero la pregunta es si realmente nos sabemos bendecidos y si realmente entendemos de que se trata la bendición que puede poner en nosotros.

Para poder explicar esto, tendríamos que hacer todo un glosario y regresarle a muchas palabras su real significado, ya que con el tiempo y la opinión de algunos, el significado muchas de las palabras que usamos a diario para describir nuestra fe se ha distorsionado y ahora significan cosas muy distintas y le voy a poner un par de ejemplos:

Fe:, muchos entienden por fe el desear o anhelar algo con una gran intensidad, y que Dios lo tiene que cumplir, porque eso que deseamos o anhelamos lo sentimos bueno para nosotros

La fe según la Biblia, es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve (Heb. 11:1), pero tenemos que entender que el tener certeza y el anhelar con muchas ganas algo, son 2 cosas muy distintas, la certeza radica en conocer a Dios y saber lo que si hace y lo que no, y el modo en el que lo hace, el anhelar es aferrarse a algo y no soltarse de ello, o simplemente soñar para alimentar una esperanza.

Paz: muchos perciben la paz como la ausencia de problemas, la calma, la economía estable, un ambiente agradable, la armonía, pero realmente todas estas palabras o situaciones se describen como tranquilidad, y Dios no nos promete tranquilidad, Dios nos promete paz, que es la certeza de que no importa donde estemos, no importa porque estemos pasando, siempre nos sentiremos cuidados por Él, amados por Él y tendremos segura la victoria, obvio, en la paz también hay tranquilidad, pero por lo general la paz es una característica de los guerreros y los conquistadores, pues es eso justamente a lo que Dios nos llamó.

Ahora bien, podemos anhelar la bendición de Dios y quedarnos cortos, ya que esa es solo una parte de lo que Dios nos prometió, o bien podemos llevarnos el paquete completo y aspirar al Reino de los Cielos, la Biblia describe el Reino de los Cielos como aquel lugar en el que Dios habita y donde lo sobrenatural y milagroso es cotidiano y mejor aún es el lugar de donde usted y yo venimos, así es, Dios nos creó en su Reino, pero nos envió a la tierra con la intención de que nos enseñoreáramos de ella y la gobernáramos, por tanto al recibir el Espíritu que Dios pone en nosotros, tenemos la facultad para atraer el Reino de los Cielos y sus beneficios a nuestra vida.

La cita de hoy es muy clara, habla de que el Reino de los Cielos no es comida ni bebida, es decir, eso es parte de la bendición, y muchas personas tienen una relación con Dios solo para suplir lo “básico” de sus necesidades y la mayoría de lo que piden a Dios se basa solo en cosas físicas, pero podemos aspirar a mucho mas, Dios es un Dios de abundancia en todos los sentidos, Dios es un Dios de poder que puede poner poder en nuestras manos, Dios puede hacer que pasemos de ser bendecidos a ser canal de bendición y parte de la bendición de otros, Dios puede invitarnos a participar de los manjares de su mesa, en vez de solo esperar sus migajas desde debajo del mantel, solo tenemos que tener el enfoque adecuado.

La segunda parte de la cita de hoy me fascina, porque es la parte que transforma a las personas, últimamente he escuchado tantas veces la palabra justicia y cada día me quedo más y más sorprendido por lo que las personas entienden acerca de éste término, como lo he mencionado en muchas ocasiones últimamente, en México nos encontramos en épocas electorales y todos los candidatos prometen justicia y con esto solo se refieren a que a aquellos que han obrado mal, les llegará su hora y recibirán lo que merecen, las personas claman a Dios por justicia cuando saben que les han hecho mal y les han ofendido.
Pero sabe, la justicia va mucho mas allá de eso, la justicia es un estilo de vida, es el caminar en integridad y ser objeto de integridad, la justicia cuando emana de nosotros inspirada por el Espíritu Santo, nos pone por así decirlo en una burbuja y nos hace inmunes a las aflicciones de este mundo, la justicia es provocadora de la paz, ya que nos da una consciencia tranquila, la justicia inspira el favor de Dios y la justicia nos aleja de ser optimistas, para poder ver todo desde la óptica de Dios y vivir en la realidad del Reino de los Cielos y dejar de vivir en la realidad de este mundo en el cual solo estamos de paso.

Por último la cita de hoy nos habla del gozo en el Espíritu Santo, y esto quiere decir que el Reino de los Cielos nos hace conscientes del Espíritu Santo, ya que normalmente hablamos de Dios como si no estuviera presente, siendo que Dios es omnipresente y esta con nosotros en todo tiempo, no solo para bendecirnos, sino para aconsejarnos y para asegurar que vivamos en verdadera santidad, cuando aspiramos al Reino de los Cielos, dejamos de necesitar tiempos a parte para tener intimidad con Dios, dejamos de tener que ir a pedir, ya que el Reino provocará aquello que anhela nuestro corazón sea hecho y puesto delante de nosotros y nos convertirá de receptores de bendición en instrumentos de bendición y parte del cuerpo de Dios, ya que vivimos en la constante presencia de Dios.

Por tanto, yo le quiero invitar a reflexionar en lo siguiente, que prefiere? quedarse corto y aspirar a ser bendecido, o prefiere aprender a entender el Reino de los Cielos y atraerlo a su vida, para que aquello que esta escrito sea verdadero, tangible y sobrenatural en su vida cotidianamente?

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