Una de las cosas que mas me emocionan de Dios es que nunca me ha dejado con duda alguna, siempre que le pregunto algo, tiene una respuesta puntual y detallada con el motivo de que entienda las cosas perfectamente.Todas las personas sabemos que Dios nos ama, la gran mayoría lo sabe porque así se lo enseñaron, y mas que una consciencia de saberse amados por Dios, les sirve como consuelo en las situaciones adversas o bien les da tranquilidad cuando tienen dudas, otras personas miden el amor de Dios por medio de lo que nos da, es decir, las respuestas a las oraciones, los favores concedidos, el sacarnos de aprietos, es una sensación que nos permite experimentar lo sobrenatural en una situación inesperada, pero en realidad, como es que nos ama Dios, que es lo que piensa Dios cuando piensa en nosotros?.A lo largo de mi trayectoria profesional y ministerial me ha tocado ser maestro en múltiples ocasiones, he sido maestro de idiomas, de escuela dominical, maestro de escuela preparatoria y de profesional incluso, ha sido una gran experiencia, pero le tengo que ser honesto, creo que eso de ser maestro de tiempo completo, como que no es lo mío, es algo que en definitiva requiere de mucho tiempo, esfuerzo, dedicación, paciencia y sobre todo mucho, pero mucho amor, y sabe, a veces creo que soy mas del tipo seco de personas que de aquellos que demuestran amor, pero ayer mi manera de entender lo que es ser maestro cambió por completo mi entender las cosas.

El día de ayer me reuní con una gran amiga y una asombrosa mujer con quien fui a la escuela secundaria y aunque hemos sido amigos desde entonces, hemos tenido pocas oportunidades de platicar y vernos desde entonces, yo sabía que es maestra y hace tiempo me había compartido que es maestra en escuelas rurales, es decir, en escuelas en  pequeñas comunidades lejanas, para lo cual tiene que manejar diariamente mas de una hora (creo) para ir a trabajar.

Siempre me ha llamado la atención el trabajo de mi amiga, porque siempre he tenido la idea de que es muy difícil lo que hace, primeramente por la distancia y segundo porque no es lo mismo educar a la gente del campo, ya que no tiene la misma visión y la misma expectativa de la educación que quienes crecimos en la ciudad, las personas que viven en el campo a lo mucho terminan la escuela primaria o la secundaria, para luego integrarse al oficio de su familia, el aprender a escribir y leer es un requisito y lo que puedan aprender de ahí es ventaja, por lo cual su motivación para aprender no es igual, lo cual en mi opinión parece mas difícil que lo convencional.

Pero sabe, no podía contener mi asombro cuando ella me comenzó a platicar acerca de su trabajo, sus ojos comenzaron a brillar y todo su semblante cambió, empezó a detallar cada pequeño logro en su trabajo y el como disfrutaba poder impactar la vida de aun aquellos que no tienen una expectativa o una motivación para ir a la escuela, en pocos minutos quedé fascinado y pude entender lo que es ser maestro y amar serlo.

A la par de escuchar a mi amiga y con gran emoción escuchaba la voz de Dios, exactamente como ella se emocionaba al hablar de sus alumnos y su trabajo, así me decía emocionarse, mi amiga dijo en repetidas ocasiones que su principal herramienta para poder enseñar a los niños y hacerlos hombres y mujeres de bien era el amor y los mismo me dijo Dios, para ambos su reto preferido son los apáticos ya que de ellos hacen los mejores aprendices una vez que logran conquistarlos y llamar su atención.

Lo que le cuento fue una de las mejores experiencias que he pasado, en medio de un cafe y con alguien a quien hacia años no veía, me sentí mas amado por Dios que nunca y vi físicamente como es que mi amiga ofrecía una mejor oportunidad y calidad de vida a sus alumnos, pero que si por algún motivo decidían no tomar esa oportunidad, esto no iba a afectar ni su amor por sus alumnos, ni su ánimo para seguir haciendo lo que hace, tal como hace Dios con nosotros.

Hace años pregunté a Dios como era que nos amaba y ayer me permitió entender la cita de hoy, y me permitió ponerle sentido a mi relación con Él, en segundos las culpas de todo aquello que yo se que he hecho mal y que sentía que me alejaban de Dios desaparecieron, ya que pude ver que Él me ama a pesar de ello, y que siente emoción cuando decido hacer lo correcto, pero aún cuando no lo haga, Él no dejará de amarme, ya que ya dio su vida por mi y no dejará de valer la pena cada día.

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