Existe una muy delgada línea entre el poner las cosas en manos de Dios y el estar perdiendo el tiempo, es decir, es difícil a veces distinguir entre lo que Él puede hacer por nosotros y lo que nosotros debemos de hacer para desatar su favor, eso que nosotros debemos de hacer se podrían diferenciar si los llamamos “pasos de fe”.

Creo que el tema que ocupa más la oración de los hombres y de las mujeres en la actualidad es el dinero, todas las personas piden a Dios dinero, piden que les alcance ese dinero, necesitan mas dinero del que ya perciben y que se yo, pero sabe, piden dinero y no hacen nada para obtenerlo, y no me refiero al simple hecho de trabajar, porque normalmente las personas que piden dinero tienen un trabajo, pero espiritualmente no hacen nada para que ese dinero que tanto anhelan y que tanto piden llegue.

El profeta Malaquías lo dejó muy claro, Dios se lo mostró, y quedó plasmado en la Biblia, en Malaquías 3:10 dice que si entregamos el 10% de todos nuestros ingresos a aquel lugar en donde somos edificados espiritualmente, Dios tomará nuestro acto como obediencia y como agradable delante de Él y asegurará que no falte pan sobre nuestra mesa, la abundancia será parte de nuestra vida y aún las ventanas de los cielos serán abiertas a nuestro favor para que la prosperidad que viene de los cielos, sobre y abunde, e incluso es el único lugar en toda la Biblia en el que Dios nos invita a retarlo, es decir, nos invita a que lo comprobemos.

Hace años decidí retar a Dios y como muchas otras personas alrededor del mundo he descubierto que esta palabra es 100% cierta, desde el día que decidí dar mi paso de fe y empecé a diezmar, no me ha faltado nada y ha sucedido tal cual dice en la Biblia, ojo! esto no quiere decir que mis hábitos financieros hayan cambiado y mejorado, ese es otro paso de fe que tengo que dar, pero la fidelidad de Dios hacia su palabra ha sido mostrada día a día y Malaquías 3:10 ha quedado mas que demostrado.

Las personas cuando no entienden algo suelen sobre espiritualizar las cosas y justifican aquello que no sucede en su vida con un “Dios por algo hace las cosas” sin darse cuenta que no es que Dios así lo haya querido, sino que esas personas no han descubierto aquello que va a desatar la bendición que tanto buscan y están esperando que las cosas “les caigan del cielo” cuando no es así.

Entiéndalo de esta manera, el pueblo de Israel tenía mas de 400 años siendo cautivo en Egipto y clamaba a Dios y tenía la esperanza de que Dios los sacara de ahí, pero no tenían idea de como era que Dios lo iba a hacer, y Dios lo hizo de la manera mas sencilla, tomó a uno de los Israelitas (Moisés) y le enseñó a gobernar para que fuera autoridad entre y sobre ellos y así los pudiera guiar, es interesante no?, el orden de Dios siempre es asombroso, ya que no podía liberar a los Israelitas para que anduvieran sin autoridad por el desierto, solo se perderían y morirían, por ello primero tomó a un de entre ellos, lo crió como gobernador y le dio autoridad para gobernar y luego le llevó fuera para hacerle entender quien le había dado esa autoridad y ponerla a servicio de ese Dios autor de todo, cuando rindió lo que era, lo que sabía y lo que podía, lo llevó a liberar al pueblo cautivo.

En otras palabras cuando estamos en aflicción, estamos esperando a que Dios nos saque de esa situación, pero tenemos que entender la manera de hacer las cosas, ya que puede sucedernos como a los Israelitas, que en medio de la aflicción Dios nos de ideas, habilidades y conocimientos que nos servirán para cuando salgamos de ahí y aseguremos nunca mas volver a esos problemas o a esa situación incómoda, es decir, para que cuando salgamos lo hagamos en autoridad y gobernando sobre nuestra voluntad y dominio propio, pero es necesario que pongamos atención a lo que Dios nos habla en medio de la aflicción ya que aquello que aprendamos, lo reconozcamos como suyo y a usarse a su favor, lejos de pretender que fuimos nosotros los que lo hicimos, en otras palabras, el paso de fe que hay que dar en medio de la aflicción es el atreverse a escuchar a Dios hablarnos de algo que probablemente no parezca la respuesta a lo que pasamos en ese momento, pero que Dios nos irá mostrando que si.

Otra de esas cosas que las personas no entienden es como funciona eso de casarse, hay quienes ilusamente creen que Dios “separó” a alguien para ellas y que ya lo tiene todo planeado, siendo que eso sería completamente opuesto a su palabra, ya que Dios nos dio la libertad de tomar decisiones, es decir nos dio un libre albedrío, y si tuviera a alguien separado para nosotros, estaría doblegando el libre albedrío que nos dio para entregarnos a esa persona, ahora bien, eso querría decir que todos los que de divorcian desprecian el regalo de Dios y tendrían que admitir que Dios se equivocó.

La realidad con eso de casarse es mas sencilla de lo que parece, ya que requiere de un sencillo paso de fe y créame, se mas de eso de lo que se imagina, ya que me encuentro en ese proceso, el casarse requiere de buscar, es decir, requiere de que primeramente tengamos claro lo que queremos y no queremos en nuestro matrimonio y que encontremos esas partes dentro de nosotros que necesitan ser complementadas y una vez teniendo claro lo que queremos y lo que nos hace falta para llevarlo a cabo, empecemos a buscarlo en las personas alrededor de nosotros, un poco mas allá y mas allá si fuera necesario y no descansar hasta no encontrarlo.

El problema de muchas personas es que primero se enamoran y luego hacen el plan y el plan se va deformando conforme van conociendo a esa persona y van adaptándose conforme esa persona no tiene aquello que no solo queremos, sino necesitamos para poder vivir en pareja.

Es por eso que Dios nos deja claro lo que es el matrimonio en la cita de hoy, es el resultado de un paso de fe, note como dice “el que halla esposa” es decir aquel que buscó y la encontró, y no se quedó sentado esperando a que le cayera del cielo.

Esta mañana le quiero invitar a lo siguiente, tome su necesidad, tome su preocupación y anótela en un papelito, y déjela ahí por unos momentos y busque una situación similar en la Biblia, busque un tema relacionado en la palabra de Dios y busque entender como es que Dios le dio la solución al que paso angustia y aprenda a identificar el paso de fe que tuvo que dar para que el favor de Dios recayera sobre el o ella y luego tome su papelito y deje de orar, empiece a hacer lo que aprendió y vea como Dios se va a engrandecer en todo aquello que parece pequeño y mostrará al mundo del lado de quien está y como bendice a los que le buscan.

 

Lectura del día de hoy: Proverbios 18

 

 

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