Dios creó al hombre con la intención de bendecirlo y que viva bajo autoridad, es por ello que le dio una serie de instrucciones, le compartió cada uno de los beneficios de la obediencia y los riesgos de la desobediencia, pero Dios a su vez siempre ha sido consciente de nuestra tendencia al pecado por tanto desde que nos creó, con amor ha estado dispuesto a tratar con nosotros al grado que lleguemos a ser como el oro para el, como zarcillos de oro, en otras palabras en algo fino y delicado digno de lucirse.

El oro ha sido símbolo de riqueza, de pureza y maleabilidad desde hace miles de años y curiosamente muchas, si no es que la mayoría de las civilizaciones de la antigüedad le reconocieron como el metal de mayor valor y le usaban para adornar a sus mujeres, sus sacerdotes, gobernantes y palacios, que interesante no? pudiendo cada civilización escoger un metal o un material distinto, Dios puso en todos aquellos que creo el mismo parámetro y el mismo gusto por el metal que luego iba a usar para compararnos.

El oro como todos saben es un metal que viene de la tierra, se encuentra entre la roca y lleva un complejo proceso que incluye el refinamiento para que pueda ser usado y una vez que ha pasado por este proceso, tiene que ser maleado para obtener la forma que su propietario quiera o decida para usarlo o lucirlo.

El proceso de vivir bajo autoridad es un proceso similar al del oro, hay destellos de cosas buenas en nosotros, pero tenemos que irlos descubriendo y estar decididos de ponerlos en manos de Dios, debemos de pasar por el proceso del refinamiento, que en si, consiste en pasar el oro por fuego, para que las impurezas salgan a flote y sean quitadas, así nosotros debemos de estar dispuestos a ser pasados por las pruebas que Dios pueda poner en nuestra vida, para que lo peor de nosotros salga a flote y Dios lo pueda quitar, así es como lee, lo peor de nosotros tiene que salir a flote y probablemente sea visto por los demás y tendremos que reconocerlo en nuestra vida, para que por medio de ello, nos sea quitado, la Biblia dice que no hay perdón de pecados sin confesión, una vez que el oro es refinado, obtiene su brillo, igual en nosotros, una vez que lo peor en nosotros es quitado, no es que nosotros brillemos, sino que lo que Dios ha hecho en nosotros empieza a lucir y es cuando estamos listos para que Dios nos de forma y empecemos a ser esas personas que Dios pretende usar.

Aunque suena difícil y doloroso, el proceso de Dios es solo algo que se trata de nuestra voluntad y es un acto 100% consciente y racional, es decir, entre mas nos resistamos, mas duro la vamos a pasar, ya que una vez que nos comprometimos a empezar el proceso e hicimos una confesión de fe, Dios toma nuestras palabras como un compromiso y empieza a trabajar con nosotros y no lo dejará de hacer, ya que Él es fiel a su palabra y en ella dice que si hacemos un compromiso con Él, Él hará uno con nosotros.

La relación entre un hombre y una mujer es el reflejo entre la relación de Dios con el hombre, es decir el hombre que es sujeto a la autoridad de Dios tiene todo para ser cabeza de su mujer y su familia y a su vez malear o moldear a su mujer para que le sea complemento y lucirla como a zarcillo.

Es por eso que la cita de hoy usa a la mujer apartada de razón como ejemplo, es decir a alguien que ya pasó por el proceso de Dios, alguien que ya fue maleado y moldeado y después de eso decidió dejar a un lado la verdad de Dios y lo que piensa, por seguir aquello que siente, que terrible, es por eso que lo compara a un zarcillo en boca de un cerdo, creo que ni usted ni yo quisiéramos tener que sacar nada de la boca de un cerdo, por valioso que sea, o si?
La intención de la cita de hoy, es que meditemos acerca de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas y no me refiero solo a las bendiciones, sino a que reflexionemos el trato que Dios ha dado a nuestro entendimiento y a nuestra manera de vivir, y que si no nos queda claro, a que lo consultemos con Él, de manera que se convierta en un proceso consciente, y así podamos seguir en el proceso y ser transformados por Él hasta que lleguemos a donde Él nos quiere llevar, a que entendamos que dependemos racionalmente de Él y no de lo que sentimos, para que no nos dejemos llevar por los que nuestra carne desea y anhela y el refinamiento sea lo menos doloroso posible, la intención del devocional de hoy es a que aspiremos a ser como un zarcillo de oro, el cual sea tan fino y tan bello, que Dios se lo quiera colocar a modo de lucirnos, como ve? se anima?

 

Lectura para el día de hoy: Proverbios 11

 

 

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