No le puedo decir que Salomón es uno de mis personajes favoritos de la Biblia, le mentiría si le dijera eso, pero no puedo ocultar mi emoción al pensar o al hablar de el.

Salomón era hijo de David el Rey y estaba lejos de ser su primogénito, ya que desafortunadamente su padre había tenido un problema con las faldas el cual le había causado un montón de problemas y dolores de cabeza, que le acompañaron hasta el final de sus días, obvio esto no le quitó el lugar en el corazón de Dios que tenía, pero si le puedo decir que le restó mucha calidad a su vida y aun muchas de sus bendiciones han de haber tenido un sabor amargo ante su situación.

Por tanto imagínese cual era la situación de Salomón al heredar el trono, el sabía perfectamente lo que le esperaba, es difícil vivir de manera distinta a como hemos sido educados en casa, y aunque su educación había estado llena de amor a Dios, el sabía también que era un hombre sujeto a sus pasiones y que corría el riesgo de cometer muchos errores, por tanto decidió clamar a Dios y pedir una sola cosa, sabiduría para dirigir al pueblo de Dios.

No puedo imaginar el gusto que Dios tuvo al escuchar esta oración, Salomón no estaba orando por su “ahora” como todos hacemos regularmente, sino que Salomón esta estaba preparando su mañana y no solo estaba orando por su propio mañana, sino el del pueblo al cual gobernaba, solo por eso Dios decidió llenar su vida de abundancia, de sabiduría y de todo lo demás, según entiendo, no ha habido Reino mas glorioso sobre la tierra desde entonces.

Salomón fue sabio desde antes de que Dios lo llenara de la sabiduría que le otorgó, ya que supo orar adecuadamente y planear su bendición, planear su futuro y planear su reinado, esa misma sabiduría esta al alcance nuestro también, lo interesante es de donde la obtuvo.

Salomón decidió dejar parte de su sabiduría expresada en el libro de los proverbios, y me emociona entender que empieza con 2 citas clave para la vida de toda persona, la primera “el temor a Dios es el principio de la sabiduría” (Prov. 1:7), esto quiere decir si conocemos a Dios y le tememos por quien es Él (recuerde que el miedo y el temor son cosas distintas, el miedo es a lo desconocido, el temor a lo conocido), empezaremos a caminar en sabiduría.

Pero sabe, aún mas me emocionan los siguientes 2 versículos, que conforman la cita de hoy, note que inmediatamente después da un consejo acerca de atender y escuchar la instrucción y el consejo de nuestros padres.

Estoy convencido que después de Dios, nadie nos va a amar mas en este mundo que nuestros padres y somos parte de lo que ellos son, he experimentado innumerables veces el consejo de ambos de mis padres, y aunque mi Padre murió hace mas de 16 años, cada una de sus enseñanzas esta grabada en mi corazón y en mi cabeza, y que le puedo decir acerca de mi Madre, que cada día más y más tengo que reconocer tenía razón cuando me dijo cosas que me eran difíciles de entender, pero que ahora son el fundamento de la persona que soy.

Me llama la atención que muchas personas buscan que Dios les hable a través de otras personas, he visto como se acercan a los sacerdotes, a los pastores, a los profetas y a cuanta persona consideran sabia y están a la expectativa de lo que Dios les pueda hablar por medio de ellos, pero sabe, a veces es difícil, ya que esas personas no nos conocen, solo que a veces nos gusta lo místico y lo que pareciera imposible, pero si decidimos hacer las cosas al modo de Dios, nos daremos cuenta de que Dios por medio de quien mas nos va a hablar es por medio de quien mas nos ama, y esos son nuestros padres.

Le aseguro que Salomón tuvo que reconocer que muchas de las cosas que Dios le mostró tras pedir sabiduría a Dios, ya se las había mostrado por medio de sus padres, no en vano se aseguró de dejarlo por escrito, para que usted y yo hagamos un alto en el camino y busquemos a Dios en las palabras de nuestros padres, es decir, que le quitemos el rostro de Papá o Mamá a esas palabras y entendamos que es Dios mismo quien nos habla por medio de la máxima expresión de amor que podemos tener en esta tierra, que es de nuestros padres a nosotros.

 

Lectura para el día de hoy:  Proverbios 1

 

 

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