La palabra de Dios dice que de lo que abunda en nuestro corazón es de lo que habla nuestra boca (Lucas 6:45), y sabe, no solo lo creo porque esta escrito, sino porque me ha tocado comprobarlo una y otra vez, es interesante el poder llegar a conocer el corazón de las personas con tan solo escucharlas, y mas interesante aún es percatarnos que las personas no se dan cuenta de que tanto se exhiben con el puro hecho de hablar.

Esto no se lo comento con la intención de juzgar a nadie, esto es algo que simplemente sucede y porque es un ejercicio práctico que podemos hacer de vez en cuando, el escucharnos a nosotros mismos para identificar como es que está nuestro corazón, ya que a veces nuestra mente nos puede engañar y nos hace creer que estamos bien, pero en realidad no lo estamos del todo.

Es por eso que es importantísimo el que conozcamos la palabra de Dios, ya que toda ella salió de la boca de Dios y por medio de ella, podemos no solo conocer a Dios, sino lo que hay en su corazón para nosotros.

La comunicación es algo que ha ido evolucionando y con el tiempo me he dado cuenta que cada vez hablamos mas y mas a través de los medios electrónicos que por nuestras bocas y sabe, el mismo efecto sucede, cada vez dejamos ver mas lo que hay en nuestro corazón en sitios web, medios sociales e incluso por lo que comunicamos en nuestros celulares.

Por tanto, de un tiempo a la fecha me he dedicado a aprender de las personas por medio de lo que publican y uno de mis lugares de investigación favoritos es facebook, ya que ahí suceden todo tipo de cosas interesantes, de hecho esta madrugada veía una fotografía que ilustraba el tiempo en el que los “chats” ocupaban nuestro tiempo y no era tan común que subiéramos fotografías como lo hacemos ahora, la ilustración mostraba a dos personas muy desaliñadas y con poco cuidado de si mismas describiéndose de una manera completamente distinta a como eran, como si no tuvieran mas intención con su interlocutor que tener una larga relación electrónica y jamás se fueran a conocer en persona, recuerdo que ese tiempo era un tiempo de engaño, cada persona solíamos crear una realidad alterna a la nuestra y era la que plasmábamos en los chats para hacernos interesantes a los demás.

Hoy en día hacemos de todo, pero mas que otra cosa, los medios sociales nos han dado una plataforma para expresar nuestra opinión y hemos aprendido a sentirnos apoyados en lo que sentimos y pensamos por medio de la abundancia de “likes” y las veces que aquello que subimos o publicamos es “reposteado” por alguien más.

Últimamente y con gran preocupación he visto mas y mas fotos y publicaciones de anuncios que dicen “si amas a Dios dale like”, o bien publicaciones llenas de juicio o chantaje, en las cuales las personas tratan de hacerse ver bien por medio de diferenciarse de otras haciéndolas ver mal, y las personas sin pensarlo simplemente hacen click en el famoso botón de “like” alimentándose de aquello que ven y dejándolo ver a los demás.

Otra de las cosas que veo mas y mas allá afuera son mensajes “lindos” opiniones de personas de cosas que creen que son buenas y son mensajes o publicaciones que se vuelven sumamente populares, pero desafortunadamente esos mensajes no tienen ningún fundamento ni nada que los respalde y eso se puede llegar a convertir en algo peligroso si no lo entendemos adecuadamente, permítame explicárselo:

Existen personas que dicen “yo no soy una mala persona, no robo, no mato y no hago daño a nadie”, y sabe, es cierto a lo mejor no son una mala persona, pero el no serlo, no las convierte en buenas personas tampoco, simplemente las convierte en personas tibias, que se conforman con no hacer mal y no tener que esforzarse por lo opuesto, así nos puede llegar a suceder con las cosas que publicamos y leemos, pueden ser cosas lindas, que no son malas, pero tampoco son buenas, simplemente se quedan ahí en medio.

Sabe, el darle “like” a una publicación que dice “dale like si amas a Dios” no nos hace ni mejores ni peores hijos de Dios, pero corren el riesgo de confundirnos, distraernos y pensar que si es así, ya que en el fondo todos decimos amar a Dios, pero muy pocos realmente conocen a Dios y es difícil amar a alguien a quien no se conoce, pero nuestra sociedad y nuestro entornos nos han hecho creer que el solo decirlo lo hace válido.

La cita de hoy es una afirmación hecha por Dios y dice que toda palabra que sale de su boca no regresará vacía, es decir, cada palabra que emana de su corazón (del Corazón de Dios) tiene un efecto en nosotros, cada palabra que viene de Dios tiene el poder de transformarnos y aquellos que llenan su corazón de la palabra de Dios tienen la capacidad de convertirse en instrumentos de Dios y transformar su medio ambiente, por el contrario con aquellos que se conforman con hablar cosas lindas que son simplemente eso y son frases vacías que no logran ningún impacto en nadie.

Es por ello que le quiero hacer una invitación especial el día de hoy, medite acerca de lo que habla, aprenda a conocerse a usted mismo por medio de lo que sale de su boca y no lo que piensa usted de usted mismo, aprenda a orar y a pedir a Dios ser parte de su obra, no se conforme con no ser “malo”, y aprenda a llenarse de la bondad de Dios por medio de su palabra, para que lo que salga de su boca, sea un instrumento de transformación para aquellos que le escuchan, tenga un sustento en todo lo que habla, no se quede solo con lo “lindo” sino vaya al siguiente nivel, tal como lo hizo Dios, Él no solo quiso bendecirle, sino que fue al siguiente nivel se aseguró de que usted tuviera vida (por medio de la cruz), para que asegurándose de estar vivo, pudiera disfrutar plena y verdaderamente de las bendiciones que Él tiene para usted.

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