Hace tan solo unas horas tuve una de las charlas mas interesantes de los pasados meses y probablemente de los pasados años, y sabe, mas que estar llena de palabras, esa charla estuvo llena de atención, por primera vez en mucho tiempo, mi interlocutora y yo estábamos dispuestos no solo a oír sino a escuchar todo lo que el otro tuviera que decir o que contar, wow! que plática tan amena, y todo lo que me preguntaba durante todas esas horas era “por qué no lo habíamos hecho antes?”

Esto me dejó pensando mucho en como es que nos relacionamos con Dios, recuerdo que este proceso que pase hace unas horas, lo pasé hace tiempo con Dios y al terminar me hice exactamente la misma pregunta “por qué no lo habíamos hecho antes?”

Me llama la atención que cada vez funcionamos mas de acuerdo a nuestro entorno, es decir, imitamos lo que hay a nuestro alrededor y como los medios sociales se tratan de nosotros, a veces pretendemos que nuestras relaciones personales funcionen de la misma manera, en torno a nosotros, y solemos llevar esta modalidad incluso a nuestra relación con Dios, al grado que lejos de tener una conversación con Él, sostenemos largos y aburridos monólogos en los que todo se trata solo de nosotros.

Hace unos días fui invitado a casa de unos amigos a los cuales quiero mucho, pero lo que prometía ser una agradable cena con una amena plática se convirtió en una situación en extremo incómoda, ya que una y otra vez las personas con las que estaba me hacían preguntas y cuando me disponía a responderlas, empezaban a opinar acerca del tema y como es que ellos lo entendían y cuando menos me daba cuenta, ya estábamos en otro tema del cual también tenían dudas pero poca intención de dejarme responder, después de un rato, no tuve mas opción que retirarme del lugar, y no es que les tome a mal a mis amigos lo sucedido, pero me quedé pensando por largo rato, que tanto se parece esto que me sucedió a nuestras charlas con Dios?

Creo que he ido a la presencia de Dios incontables veces a pedir algo, en muchas de esas ocasiones con una actitud desesperada al no ver la solución a mi situación o una respuesta por parte de Dios y lo único que ha sucedido es que empiezo a pedir de nuevo una y otra vez, pero sabe, al pensar en esto, no pude evitar el pensar cuantas veces a Dios le ha sucedido como a mi casa de mis amigos, cuantas veces Dios ha estado dispuesto a responderme, pero no recibo esa respuesta ya sea porque no estoy acostumbrado a escuchar la voz de Dios y segundo, porque no espero una respuesta en realidad, lo que quiero es una señal.

Hace tan solo unas cuantas horas un amigo me contaba que había desarrollado un método para comunicarse con Dios, el pone delante de Dios sus peticiones y si algo sucede alrededor de esa petición, entonces aquello que pidió a Dios es agradable ante sus ojos de Dios y es como una luz verde, pero si nada sucede, mi amigo entiende que lo que pidió no es parte de la voluntad de Dios.

No le voy a mentir, cuando me lo estaba contando, me imaginaba yo a un Dios sin lengua, sin manos y sin pies, que solo sabe hacer señales para comunicarse con su pueblo, pero sabe, en la Biblia no es así, en la Biblia los hombres hablaban cara a cara con Dios y obtenían respuesta a todas sus peticiones y a todas sus dudas, posterior a eso hubo intermediarios entre Dios y los hombres (los Sumos Sacerdotes) y por último vino Jesus y rompió el velo que separaba a los hombres de Dios y con esto dio paso a que cualquiera que le busque de corazón no solo sienta, sino probablemente vea su presencia y pueda entender el poder y la majestad del Rey de Reyes y Señor de Señores.

Me encanta la cita de hoy, note como tiene 2 partes, la primera dice “clama a mi”, esto quiere decir, ven delante de mi (de Dios) y pídeme, pregúntame e incluso reclámame desde el fondo de tu corazón, pero si me vas a hablar, recuerda que un dialogo se trata de cuando menos 2, la segunda dice “y yo te responderé”, y no significa mas que tiene que llegar un punto en nuestro clamar en el que tenemos que guardar silencio, para que la respuesta de Dios se haga patente y no solo eso, sino que continua con “te enseñaré cosas grandes y ocultas que no conoces”, es decir, lo que Dios nos diga no solo responderá a nuestra pregunta, sino que además nos mostrará los secretos de Dios para que vivamos una vida gloriosa como Dios lo planeó.

En esta mañana le quiero invitar a lo siguiente, si usted esta esperando una respuesta de Dios que parece no llegar, evalúese, a lo mejor le sucede como a mis amigos, esta usted tan ocupado con su duda y lo que opina al respecto que no le da oportunidad a Dios a que le responda, acostúmbrese a tener diálogos con Dios, en donde en todos los casos pueda escuchar su respuesta, que irá siempre ligada a la palabra de Dios, ya que Dios es fiel a su palabra antes que a muchas otras cosas.

Recuerde que Dios no “por algo hizo las cosas”, siempre hay un propósito para ello, pero ese propósito no es oculto, solo tiene que ir delate de Dios y empezar a escuchar, la respuesta a todas sus dudas, esta justo ahí…

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Un comentario

  1. Gracias por compartir esta enseñanza estoy seguro que Dios me hablo