A lo largo de mi caminar por la vida y buscar a Dios en todo lo que me sucede, en las personas que se cruzan en mi camino y en todo lugar al que voy, me he encontrado con algo que no deja de desconcertarme una y otra vez, y se lo quiero compartir.

Dios según la Biblia y lo he comprobado en persona una y otra vez, es omnipresente, es decir está en todo lugar, no hay manera de alejarse de Él, no hay manera de que no nos escuche, no hay manera de que no nos vea y sin embargo, hay quienes a veces nos comportamos como si no estuviera presente, no escuchara aquello que decimos o no viera aquello que hacemos, aún peor, hay quienes tras vivir de esta manera, se atreven a asegurar que hay otras personas que están “más cerca de Dios”, no entiendo como le hacen?, acaso viven en un universo paralelo al cual la presencia de Dios no llega?

Y por favor no me mal entienda, no es mi intención el criticar a nadie, pero se me hace inaudito que cada persona crea que tiene el derecho de tener una relación con Dios “a su manera” y pensar que estamos hablando del mismo Dios, cuando no es así.

Sabe, es justo por eso que existen las religiones, ya que una religión no significa que vayamos a una u a otra iglesia, religión es que nos atrevamos a opinar acerca de lo que Dios quiere y de lo que Dios es y vivamos de acuerdo a eso, cuando Dios no nos dio la oportunidad de opinar, es por eso que Él dijo de sí mismo “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”, es decir no lo que opinemos o lo que pensemos de Él, sino la mas pura y estricta esencia de Él, la cual nos da vida.

Esto se lo comparto, porque en ocasiones me siento impotente cuando estoy con alguien que se encuentra en algún tipo de apuro y suele decir “yo tengo mucha fe” y normalmente esa fe tiene más que ver con el problema que con Dios, y permítame aclararle lo siguiente, Dios no está ahí para sacarnos de apuros cada vez que lo necesitemos, Dios desde el día que venció a la muerte en la cruz, ya no tiene nada que hacer por nosotros, todo esta hecho, bien lo dijo Jesús “consumado es”, con esto podemos no solo entender, sino tener la plena seguridad de que Jesús nos dio la oportunidad de vivir una vida gloriosa, en la que obvio, va a haber problemas, pero no para que los suframos, los soportemos o pasemos momentos amargos para “merecer” su favor, sino para que los venzamos y vivamos como Él vivió estableciendo el Reino de los Cielos en la tierra.

Se lo voy a explicar de esta manera, hay quienes se ven en un problema y su “fe” les lleva a creer que Dios los sacará de ese problema, pero sabe, hay quienes dicen creer en ese mismo Dios y le piden ayuda y protección para ir a cometer una fechoría, incluso un asesinato, y aunque le cueste trabajo creerlo, esto se trata exactamente de lo mismo, ya que su petición esta mas relacionada con su situación que con Dios, a veces es mas importante la deuda que tenemos, la enfermedad por la que pasamos, la pena que tenemos que el Dios y Creador del Universo, decimos que oramos o que rezamos y nos olvidamos de lo mas importante, de darle gloria y honra a Dios antes de pedirle algo!, imagine que tuviera usted la oportunidad de entrar a un salón privado con el presidente de su país o con algún monarca y en vez de saludarle simplemente empezara a quejarse y a pedir solución a sus problemas!, si con los hombres debemos ser educados, cuanto y mas con Dios.

Pero todo esto no lo podremos aprender y mucho menos entender hasta que no conozcamos la palabra de Dios, ya que ella es la única fuente de la fe, no hay otra, ni la oración, ni la meditación, ni el contemplar una cruz, y aunque se lea un poco radical, lo tengo que decir, si lo hacemos de otra manera, corremos el riesgo de fundar nuestra propia religión, con un dios hecho “a nuestra manera” y que probablemente no nos saque del apuro.

La cita de hoy nos habla de eso, nos dice que la fe viene por el oír y solo por el oír la palabra de Dios, esto no lo inventé yo, no nadie que yo conozca, lo escribió el Apóstol Pablo, quien no conoció a Jesús en persona, sino en Espíritu, pero no lo pudo haber hecho en Espíritu sin conocer la palabra, Pablo fue un radical de la palabra, y luego el Espíritu le reveló el significado profundo de la misma y solo lo hizo más radical, Pablo en definitiva creyó sin haber visto, pero no creyó en la solución de sus problemas, el creyó en lo que Dios es, en lo que Dios podía por medio de el (de Pablo) y de lo que Dios tenía planeado para su vida, el vivir de manera gloriosa, tal como lo hizo.

El día de hoy le quiero retar, deje a un lado lo que cree, y atrévase a enfrentar todo eso que usted cree de Dios y confróntelo con la palabra, permita igual que Pablo que lo que vaya conociendo de la palabra le sea revelado por el Espíritu Santo y le sirva para vivir una vida gloriosa, de príncipe, de hijo, de siervo, como amigo.

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