Miedo vs temor

Existen muchos mitos acerca de Dios y entiendo que eso mitos van de extremo a extremo, todo depende de quien los genere y que es lo que crea acerca de Dios.

He escuchado de todo, desde que Dios castiga, hasta que Dios lo perdona todo, sin importar que tan malo sea lo que hagamos, y todos estos mitos tienen algo de verdad y algo de mentira, todo depende de que tan apegados estén a la palabra de Dios.

Recuerdo perfectamente haber crecido con cierto “miedo” a Dios, ya que me fue dicho en alguna ocasión que debía de portarme bien, ya que Dios lo puede ver todo y si me veía portarme mal, probablemente me castigaría.

Este mito esta basado en 2 principios bíblicos, el primero que hace constancia de la omnipresencia de Dios, es decir que esta en todos lados y por ende todo lo ve, lo cual no es ninguna mentira y el segundo que Dios castiga, siendo que la Biblia habla de disciplinar a aquellos que toma por hijos, en otras palabras, un castigo es una consecuencia de un acto malo y tiene como objetivo hacer notar lo malo de lo que se hizo, mientras la disciplina siempre tiene una razón y un objetivo que lleve a vida eterna, es decir, Dios se encarga de corregir nuestro camino, mas allá de hacernos sentir mal por lo que hicimos, considero en lo personal que de hacernos sentir mal se encarga nuestra consciencia, mientras que Dios se encarga de hacernos ver nuestro error y nos instruye para hacerlo mejor o de la manera correcta, nota la diferencia?

Esto se lo comento, porque gran parte de mi niñez la pasé teniéndole miedo a Dios y luego veía a personas que les pasaban todo tipo de cosas malas y me preguntaba todo el tiempo “que es lo que esa persona hizo como para que Dios la castigara de esa manera?”, lo interesante es que me era inevitable el cometer errores y portarme mal (fui un niño muy inquieto) y durante mucho tiempo vivi con el miedo de que en cualquier momento me podía sobrevenir un “castigo divino”.

A los 11 años de edad decidí tener una relación cara a cara con Dios y poco a poco fui aprendiendo por medio de la lectura de la Biblia y leí que la sabiduría viene del temer a Dios, y no le voy a negar, durante años no me quedaba claro como el tenerle miedo a Dios me iba a hacer sabio, entonces el quedarme quieto y no hacer nada, me iba a hacer un hombre de gran sabiduría? y que había de mis impulsos y mi necesidad de aprender y explorar el mundo?

Con el paso de los años crecí y me pasó lo que a todo adolescente y a todo joven, aprendí sobre todas aquellas cosas que el mundo ofrece y me di cuenta que no era cierto que Dios castigara, ya que hice de todo y nunca me fue mal, por el contrario, parecía que entre mas mal me portara, mejor me iba.

Y lo que le cuento es sencillo de entender, durante ese tiempo ni mi actitud ni mi corazón eran los de un hijo de Dios, por tanto no estaba yo bajo su cobertura, y no por Él, sino por mismo, estaba yo atenido a la consecuencia de mis actos y parecía funcionarme muy bien, hasta que un día Dios decidió tomar cartas en el asunto…

Y lejos de que me pasara algo “malo”, Dios simplemente decidió poner un alto en mi camino y me mostró primero desde su palabra, y luego desde su corazón como es que mi vida se veía y luego me mostró el estado de mi corazón, y sabe, ni aún en mi estado indiferente me gustó lo que vi, a lo que decidí hacer un alto y declarar mi incapacidad de hacer las cosas de manera adecuada y fue ahí donde aprendí a temer a Dios.

Lo primero que vi fue la misericordia de Dios, quien vio mi corazón honesta y auténticamente arrepentido, de manera que con una simple sonrisa, borró el efecto de mi pecado, toda mi culpa, toda mi vergüenza, todo lo que había ahí, simplemente se habían ido!, wow! eso nadie lo había hecho antes!

Fue entonces que aprendí acerca del poder perdonador de Dios es decir, dimensioné su poder para perdonar, eso era mas grande que yo, mas grande que mi imaginación y mas grande que mi consciencia, de pronto me vi ante algo tan grande que no era capaz de abarcarlo con mis ojos, con mi mente o con mi corazón, wow!

Con el tiempo y conforme tomé la decisión de permitir que Dios fuera enderezando mis pasos, descubría nuevas dimensiones del poder de Dios, me di cuenta que si Él estaba conmigo, no había nada que se interpusiera entre nosotros y todo lo que me propusiera sería posible y de simple ejecución, wow eso es poder!

Lo interesante es que no tenía acceso, ni manera de manipular ese poder, simplemente está ahí cuando mi corazón era el adecuado y mis pensamientos alineados a la palabra y los pensamientos de Dios, es ahí donde aprendí que algo tan pequeño como mis pensamientos, pueden mover montañas si estos le creen a lo que Dios dice.

Ahora, tengo temor de Dios, porque conozco su poder, ahora dimensiono el efecto de la combinación de mis pensamientos y los suyos y me quedan mas que claras 2 cosas, primero, que no quiero dejar de vivir bajo ese efecto y segundo, que es algo tan sencillo, tan puro y tan poderoso que no quiero echarlo a perder al meterle mano, mejor lo dejamos así en manos del que lo creo, y lo usa a mi favor si estoy dispuesto a ello.