Creo que no me equivoco al decir que todos en alguna ocasión hemos soñado con algo grande, ya sea con ser un actor o cantante famoso, con ser alguien exitoso en la vida o bien el tener mucho dinero e influencias, creo que nadie nos escapamos de esos 5 minutos en los que soñamos que todo lo podemos alcanzar, y sabe, estoy convencido de que Dios permite que soñemos de esa manera, para que nunca nos conformemos con nuestra situación actual y nunca nos resignemos a ver con nuestros ojos físicos solamente, sino para que perseveremos a ver con los ojos de nuestra alma y nuestro espíritu.

Lo interesante sucede cuando esos sueños se empiezan a hacer realidad, cuando de repente las cosas se dan y no tenemos ningún tipo de control sobre ellas y nos abruma lo que va a pasar, en otras palabras, nos da miedo de que lo que es un sueño, se convierta en algo que en realidad no sabíamos si queríamos o como es que íbamos a vivir con ello, le ha sucedido?

Hay quienes dicen que “por algo suceden las cosas” y los que me conocen saben que soy el principal detractor de esa frase y mas aún de aquella que atribuye a Dios ese “por algo”, ya que sería completamente ilógico pensar que Dios haría algo de gran impacto en nuestra vida y no nos revelara, el propósito, el motivo y la manera en la que lo hace, eso sería como ponerle una venda a los ojos de nuestra alma y a los de nuestro espíritu, algo completamente opuesto a los planes de Dios.

Cuando vemos que las cosas empiezan a suceder, normalmente sucede que nos da miedo, y el miedo no es otra cosa mas que una sensación que viene desde nuestro interior y que es una reacción ante lo desconocido, es decir desconocido=miedo, es por eso que insisto tanto en que Dios no “por algo” hace las cosas, ya que Dios quiere todo menos darnos miedo, Dios pretende ser alguien cercano, conocido y cotidiano en nuestra vida, y no alguien que por algún motivo oculto y solo alcanzable por unos cuantos, quiera hacer algo que “a lo mejor” es bueno para nosotros o era “porque así mejor nos convenía”.

Cuando pienso en la frase “Dios por algo hace las cosas”, no puedo evitar el emocionarme como es que aquel hombre que hacía sentirse orgulloso a Dios, al grado que éste le presumía a Satanás acerca de el (estoy hablando de Job), al final de su historia y al momento que Dios le recupera todo lo que le fue quitado y aun más, tiene que reconocer que Dios es mas allá de un “por algo” y dice un elocuente “De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven” (Job 42:5), es decir, Dios no solo le repuso lo que le fue quitado, sino le reveló el propósito y el porqué lo había hecho, de manera que entendiera quien es Dios y como es su poder.

Hay una palabra muy parecida al miedo, que muchos mal interpretan, ya que creen que significa lo mismo, pero en realidad significa todo lo contrario, esa palabra es la palabra temor…

A lo mejor usted no lo sabe, pero Dios se tomó el tiempo de establecer una diferencia entre ambas palabras y escribió mucho acerca del temor en su Biblia, una de mis favoritas es: El principio de la sabiduría es el temor de Jehová (Prov 1:7), por tanto, imagínese esto, si el temor y el miedo fueran lo mismo, esta cita sería totalmente ilógica, como es que el miedo a lo desconocido nos puede hacer sabios?

El miedo viene de lo desconocido y el temor viene de lo conocido, es decir, si no conocemos a Dios, le podemos tener miedo y pensar que nos puede castigar, que está enojado con nosotros o que se yo, ya que este tipo de creencias vienen de aquellos que piensan que Dios es parecido a nosotros, pero aquellos que se atreven a conocer a Dios y le buscan en su palabra y su intimidad y aprenden a dimensionar la grandeza de su poder y su majestad, le aprenden a temer, es decir, sienten una combinación de inseguridad y confianza, pero sobre todo asombro ante todo lo que Dios podría hacer al ver su poder, y eso los hace sabios, ya que aprendemos a comportarnos en presencia de Dios, que interesante no?, el miedo nos hace querer alejarnos, el temor por el contrario nos hace querer acercarnos, aún cuando hay una sensación de emoción e incertidumbre a la vez.

La cita de hoy nos habla de que el temor es causa de vida (cuando por lo general el miedo tiene que ver con muerte) y nos hace descansar, la cita de hoy es una que deberíamos llevar en nuestras carteras a todos lados, para que nunca la olvidáramos y siempre la tuviéramos presente, para poder vivir una vida llena de temor y de éxito.

Regresando a los sueños de grandeza, Dios quiere que seamos grandes y exitosos, en todo, se lo prometo, no es una frase de aliento solamente, nadie tendría porque pasar ni penas, ni hambre, ni situaciones difíciles si persistiéramos en ser grandes, pero con una sola cosa en mente:

“No nacimos para ser grandes, sino nacimos para darle gloria y honra a Dios, de manera que reflejemos SU grandeza y por medio de ello, todo su Reino esté a nuestro alcance”

Temer a Dios es una de las mejores cosas que podemos hacer, de hecho no podemos amar a alguien que no conocemos, pero a Dios no lo podemos amar si no le tememos, ya que nunca habremos dimensionado su poder, por tanto, yo le invito a que vaya al baúl de sus recuerdos, desempolve los sueños de grandeza que hay ahí y propóngase ser grande para Dios y permita que el conocer de su poder le ayude a realizar cada uno de estos sueños que Él permitió, no tenga miedo de que se cumplan, sino hágalos posibles por medio del temor a Dios.

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