Hace tan solo unos días platicaba con un amigo acerca de la educación actual, había cosas que simplemente eran normales en nuestro tiempo, y con esto me refiero a aprender en la escuela, en mis tiempos (casi me siento viejo al escribir esto) no había opciones, o aprendíamos o aprendíamos, recuerdo bien a una de mis maestras de la escuela primaria que nos decía que cuando ella empezó a enseñar, aún se estilaba el “con sangre entra la letra” es decir, se era muy estricto en la escuela y a veces se permitía corrección de manera física a los niños, lo cual hoy en día sería más que inaceptable, no creo que ni la sociedad, ni las leyes permitan que un maestro le ponga un dedo encima a un niño, y la verdad me considero incompetente para opinar al respecto, pero si le puedo decir, que una de las cosas con las que crecí, fue con un profundo respeto por mis mayores y mis autoridades, infundido por el carácter rígido y firme de mis padres y mis maestros, y que muchas cosas simplemente eran sobre-entendidas, como que íbamos a la escuela a aprender, y hoy en día, no siempre es el caso, hoy en día se dice que los niños son muy inteligentes y que pueden esto y lo otro, pero al ir al grano y a lo profundo, simplemente no saben mucho.
En mi personal percepción de las cosas, todo tiene que ver con las opciones, antes, simplemente nos comíamos lo que nos ponían en el plato, no era opcional y ay de nosotros si no lo comíamos!, pero ahora, los niños tienen opciones que nosotros jamás tuvimos y tienen la opción de opinar y decidir desde pequeños, lo cual ignoro si sea del todo bueno, yo recuerdo con gran entusiasmo el tiempo en el que era niño, en el que mis Padres lo sabían todo mejor y que era mi anhelo llegar a ser tan inteligente como ellos, hoy en día he visto a cientos si no es que miles de niños retar a sus Padres e incluso cuestionarlos desde temprana edad.
No le digo esto con la intención de cuestionar la educación actual, ni mucho menos, ya me tocará ser Padre y probar, pero estoy seguro que me esforzaré al máximo de hacerlo mas como antes y menos como ahora, por un simple hecho:
Así como hemos aprendido a ser condescendientes con las generaciones actuales, así esperamos que el resto de la gente e incluso Dios lo sea con nosotros, sentimos que tenemos derecho de opinar sobre cualquier cosa y escoger lo que más nos guste y lo que mejor nos acomode, aún cuando no sea lo mejor para nosotros y sin siquiera preocuparnos acerca de las consecuencias, al cabo que “Dios es amor y todo lo perdona”.
Hemos aprendido a vivir tan solo el momento, hemos aprendido a ver las cosas a corto plazo, pero poco vivimos pensando en la eternidad, es mas, creo que nos es difícil el visualizarla, no se porque, pero simplemente es algo que está muy poco dentro de nuestro esquema de pensamiento, mas aún así queremos todos los beneficios que Dios nos pueda otorgar, obviamente al menor precio.
He visto personas que oran incansablemente por sus finanzas, lo esperan todo de Dios, pero no tienen mucho con que respaldar sus oraciones, es decir, quieren recibir, pero no tienen nada que dar a Dios y no es que sea un intercambio, ya que Dios no es así, pero la Biblia nos dice que no tiene sentido que vayamos delante de Dios con las manos vacías, y con esto no me refiero a llevar algo en lo físico, sino en lo espiritual, y nos sucede que cuando actuamos de manera inadecuada, lo primero que hacemos es ir delante de Dios con culpa, con necesidad de perdón, necesidad de respuestas de nosotros mismos y lejos de llevar algo a Dios, desperdiciamos nuestro tiempo en su presencia, y sabe, Dios necesita que llevemos algo delante de Él, a nosotros mismos, pero en un estado puro, tal como nos creó, para que ambos tengamos por así decirlo la misma naturaleza y podamos hablar el mismo idioma, y podamos compartir de las mismas cosas, si necesita un ejemplo de como es esto, es sencillo, es como si fuera usted con alguien que ama mucho y le lleva de regreso un gran recipiente que le prestó hace poco, y ya que no es suyo, lo lleva limpio y en perfectas condiciones, y al esta persona ver el cuidado y el amor con el que trató aquel recipiente que le prestó, le envía de regreso a casa con el mismo recipiente, pero ahora lleno de deliciosos manjares como recompensa por amar aquello que le puso en sus manos.
Dios espera lo mismo, puso todo el mundo a nuestros pies y solo es que lleguemos de la manera adecuada delante de Él, por eso puede usted observar la palabra Obispo en la cita del día de hoy, un Obispo no es alguien con un titulo dentro de alguna iglesia, el ser Obispo es una manera de vivir y ser identificado como alguien que vive para Dios y se esfuerza por agradarle y presentarle un recipiente agradable en cada ocasión que se presenta delante de Él.
Hay ocasiones que nuestra fe nos puede fallar y solemos hacer las cosas de acuerdo a como las circunstancias se nos presentan y hacemos cosas ilícitas, y nos justificamos en nuestra necesidad y en nuestra desesperación, sin darnos cuenta que ese tipo de acciones son el principal impedimento para que seamos auténticamente bendecidos y nuestras necesidades suplidas.
Si usted ha batallado en sus finanzas últimamente y no sabe como salir adelante, antes de hacer cosas desesperadas o pedir a Dios y frustrarse por no recibir respuesta, examine su vida, a lo mejor hay algo que no es correcto en ella, a lo mejor hay cosas ilícitas en ella que pueden frenar el favor de Dios a lo mejor y se lo digo con conocimiento de causa, hemos aprendido a hacer las cosas como ahora y no como antes y somos condescendientes con nosotros mismos y hay cosas que son pecado y desagradables a Dios que no vemos como tales que nos impiden ver la verdadera gloria de Dios en nuestras vidas, la medida que debemos de aspirar es la de Jesucristo, y el primer paso hacia ello, es ser buenos Obispos.