Siempre he sido de la idea de que hay cosas que no llegan a nuestra vida porque no sabemos como manejarlas adecuadamente y probablemente desviarán nuestra atención de lo que realmente importa, y sabe, el dinero es una de esas cosas.

Y entendámoslo de esta manera, de que sirve que Dios nos saque de apuros, si no hemos aprendido nada y dentro de poco estaremos en el mismo lugar y en la misma situación, es decir, en problemas económicos, con deudas y en apuros.

Y no le puedo decir que en algún lugar de la Biblia diga específicamente así, pero entre mas la leo (la Biblia) me queda mas que claro que todo el universo le pertenece a Dios y que aún los zapatos que porto son propiedad suya y depende de mi del uso que haga de ellos el como aún esos bienes honran a Dios.

Trate de imaginarlo de esta manera, imagine que fue a una fiesta e inesperadamente comenzó a llover y termina usted completamente empapado, al grado que no se atrevería a subirse a su propio coche por que seguramente arruinaría los asientos al mojarlos con la ropa que trae puesta y alguien que esta en la misma fiesta decide prestarle a usted un traje costoso de una tela muy fina para que se lo ponga y lo porte mientras llega a casa.

Obviamente por un lado se siente usted incómodo ya que la ropa que le están prestando no es suya y esta reemplazando su ropa ordinaria por una ropa de lujo y de fiesta y tiene temor de ensuciarla, obviamente lo primero que hará en casa es quitársela, y ponerla a lavar y la planchará con mucho cuidado para regresarla a su dueño en cuanto pueda.

Haga de cuenta que con aquello que Dios nos da es exactamente igual, Dios es quien nos provee de trabajo, nos permite acumular bienes y pone todo cuando tenemos a nuestra disposición, para que lo usemos cuidadosamente y un día podamos darle cuentas de aquello que ha puesto en nuestras manos, por tanto es nuestra responsabilidad administrarlos adecuadamente, pero imagínelo de esta manera, que pasaría si usted por un descuido hace un agujero a la costosa camisa que le fue prestada, cree que el propietario le prestaría otra?

Como le decía, no hay lugar en la Biblia que lo diga exactamente de esa manera, pero si dice en repetidas ocasiones que todo lo que Dios pone en nuestras manos es con fines eternos, por tanto para que pondría en nuestras manos algo de lo cual estamos haciendo un constante mal uso y no sabemos administrar y corremos el riesgo de hacerlo por el resto de la eternidad si lo hacemos sin Él.

Al pensar en el ejemplo que le mencioné hace un momento, no pude evitar pensar en la cita de Proverbios 1:7 que dice que “el principio de la sabiduría es el temor de Jehová;  Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza”, es decir no es que Dios quiere que le temamos porque nos pudiera castigar por no hacer lo correcto, sino porque corremos el riesgo de convertir algo perfecto y que viene de sus manos en algo común ordinario y efímero al no tratarlo adecuadamente.

Hace  unos días al iniciar este serial acerca del manejo de nuestras finanzas use la cita de Santiago 4:3 que dice “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites” y tenía en mente precisamente el devocional de este día, pedimos a Dios que nos saque de nuestros problemas económicos o pedimos un mejor trabajo para obtener dinero y poder comprar esa casa que anhelamos, y que se yo cuantas cosas, pero siempre el objetivo final tiene que ver con nosotros y no con lo que Dios pueda o quiera hacer con ellos y extender sus dominios y demostrar su señorío en nuestras vidas.

La cita de hoy es dura, la interpretación es sencilla, y se la quiero ejemplificar:

Dios podría darnos un diamante de gran valor y podríamos venderlo y vivir cómoda y holgadamente durante un largo tiempo con ese dinero, o bien podríamos usar ese diamante para cortar otros diamantes y multiplicar el regalo (mejor dicho préstamo que Dios nos ha hecho) nos dio y buscar siempre darle honra a Él por medio de ello sin dejar de darle nunca el crédito por ello.

Sabe, junto con cada cosa que Dios pone en nuestras vidas, tiene una instrucción para su uso, el problema es que nos dejamos apantallar por la cosa y nos olvidamos del proveedor, estamos tan emocionados y urgidos por disfrutarla que a veces no nos acordamos ni de darle gracias a Dios por ella, mucho menos pedirle instrucciones de como usarla y como multiplicarla.

Hoy le quiero invitar a lo siguiente, piense en cada una de las cosas que está pidiendo o ha pedido a Dios, le aseguro que en menos de lo que imagina ya gastó ese dinero que pide o ya le dio uso a ese objeto (en su mente), y poco ha tenido tiempo de acordarse de Dios, mas que obvio para pedirle que supla lo que usted pide y piense en lo poco que Dios está involucrado en sus planes, cuando lo reconozca y esté verdadera y honestamente decidido a darle el primer lugar a Dios en el uso y administración de ese bien o ese dinero, ese día habrá dado el paso mas grande hacia su cumplimiento, recuerde siempre que aunque Dios pone algo en su mano, sigue siendo propiedad suya y aunque le beneficie directamente se le ha dado para honrar a Dios, si quiere que el poder y el favor de Dios no dejen de fluir en su vida, deje de pensar como dueño de algo y aprenda a ser el mejor de los mayordomos que actúa con gran sabiduría y jamás sentirá necesidad.

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