Uno de los errores que cometemos mas frecuentemente en nuestra vida de fe, es el orar solamente por nosotros mismos, y sabe, aún muchas veces cuando oramos por otros, lo hacemos para obtener paz y librarnos de las preocupaciones que a nadie le gustan.
Si lo pensamos detenidamente, hacemos de nuestro “acto de fe” uno de los actos mas egoístas y mas solitarios que existen, ya que todo gira en torno nuestro, ni siquiera de Dios mismo, se ha puesto a pensar en ello?
Cada vez que reflexiono acerca de mi vida en fe y de mi manera de tener una relación con Dios no me queda mas que pensar en Jesús, me asombra que siendo Dios y siendo todopoderoso, simplemente se haya despojado de su deidad, de su poder, y se haya hecho hombre y mas asombroso aún, que ninguno de sus poderes y facultades de Dios haya traído consigo, es decir, Jesús se redujo a un simple humano, con capacidades humanas limitadas y nada mas, pero dentro de las capacidades que si tenía, era el invocar a Dios y su poder para usarlo a favor de los hombres (tal como lo tenemos nosotros).
Me asombra el ver que Jesús dedicó su vida entera a la humanidad, siendo el no diferente a ella, es decir, nos puso el ejemplo de que si se puede vivir una vida al servicio de los demás, nos demostró que dar la vida por los demás no es algo difícil ni imposible, sino que es algo más que lógico y natural en nosotros cuando permitimos que la naturaleza de Dios llegue a nosotros.
A lo largo de los siglos, se ha forjado el mito de que la vida en fe, el servicio a los demás y las cosas de Dios son para unos cuantos, que están “mas cerca” de Dios que los demás y que tienen algo así como un don incontrolable que Dios simplemente puso ahí dentro de ese selecto grupo de personas, para que el resto no tenga que preocuparse por ello y simplemente reciba el beneficio del sacrificio de los demás, pero sabe, no es así, el servir a otros y el procurar por otros es parte de nuestra naturaleza, pero como todas las cosas, es algo que tenemos que querer y tenemos que aprender a desarrollar en nosotros.
Es precisamente por ello que Dios creo a la familia como eje central de la sociedad humana, para que tuviéramos un círculo cercano con quien practicar y poner por obra todo aquello que aprenderemos a hacer con el resto del mundo y por la eternidad, pero parece difícil que a veces ni con nuestra propia familia hacemos lo que es correcto.
La economía es parte de nuestra bendición de parte de Dios, pero también es parte de nuestra obligación, es decir, fuimos creados para ser exitosos, es como lo que anteriormente comenté, parte de nuestra naturaleza, pero junto con el beneficio de ser exitosos, viene la responsabilidad de aquellos que están a nuestro alrededor y como siempre, debemos empezar primero por aquellos que están en nuestro círculo íntimo.
La cita de hoy habla de eso, habla acerca de aquellos que solo buscan su propio beneficio, de aquellos que solo pretenden recibir el favor de Dios, pero no tienen contemplado el ir mas allá y compartir su bendición ni con aquellos a quienes son allegados.
A diferencia de lo que pasa en la tierra y entre los hombres, en el Reino de los Cielos, las cosas son de ésta manera, es mas fácil pedir y recibir para muchos que para uno solo, pero todo depende de con que ojos querramos ver las cosas, es decir, si queremos verlas por medio de nuestra propia vista y nuestro propio alcance o si las queremos ver por medio de los ojos de Dios.
Le quiero recomendar lo siguiente, la siguiente vez que se preocupe por su economía y las cosas no vayan bien, antes de pedirle ayuda a Dios, pregúntele, cuantas personas van a ser beneficiadas por el hecho de que usted salga de sus apuros económicos, pídale instrucciones específicas acerca de por quien orar y para que orar, abrase usted mismo las ventanas de los cielos y permita que Dios derrame verdadera bendición en su vida por hacer las cosas de la manera correcta y empiece a experimentar una verdadera Vida de Reino, como ve?