El tema de la economía es uno muy delicado, pero sabe, no solo lo es para usted y para mi, sino también lo es para Dios, ya que Él sabe que el dinero es algo que ocupa nuestro diario pensar, que lamentablemente es lo que mueve al mundo (en vez de Dios) y que es su principal competidor, ya que desafortunadamente pensamos mas veces en dinero a lo largo de nuestro día que en Dios, parece curioso, ya que muchas de las veces que pensamos en Dios al día es para pedirle algo acerca del dinero.
Como le decía el dinero es un tema importante para Dios, ya que es uno de los temas de los que mas se habla en la Biblia y Dios llenó la Biblia de instrucciones y consejos acerca del dinero, para que podamos primeramente administrarlo correctamente y podamos hacer buen uso de el, de manera que nunca falte en nuestra vida, para que así no invirtamos tanto tiempo pensando en el y dediquemos verdadero tiempo de calidad alabando y adorando a nuestro Dios, interesante, no?
Piense en esto, Dios espera que nosotros le hagamos nuestro Señor y nuestro Salvador, es decir, que nos pongamos bajo su señorío o bien su autoridad y todos sabemos que la Biblia dice que Dios es el dueño del oro y la plata, es decir, todo lo que hay en esta tierra y en el universo le pertenece, de manera que todo esta bajo su dominio, solo Él puede poner y quitar o bien darnos algo y ponerlo a nuestra disposición o simplemente quitarlo de nuestro camino para que no nos distraiga de sus propósitos.
No encuentro la palabra exacta para describirlo, ya que no quiero usar el término prueba, pero Dios a diario nos invita a reflexionar acerca de que es mas importante en nuestra vida, Dios quiere que primero nos demostremos a nosotros mismos y a Él el que podemos poner a Dios en el primer lugar de nuestro corazón y es justo por eso que escribió reglas e instrucciones acerca del dinero, para que aprendamos a depender del poder de Dios y no del poder del dinero.
Hace unos días platicaba vía chat con un amigo al que quiero mucho y que durante un tiempo pasó una situación económica muy difícil ante una constante carencia de trabajo, hoy en día ya encontró trabajo, y las cosas parecen mejorar, y me decía que estaba ocupado en pagar sus deudas, pero que a pesar de esforzarse en administrar su dinero, aún no lograba separar su diezmo y esto es algo que no es poco común, por el contrario, es más común de lo que imagina y es de aquello que le quiero hablar.
Sabe, en toda la Biblia, solamente una vez Dios nos reta a probarle, y es justo en la cita del día de hoy, que asombroso que Dios nos reta a probar su poder y sus majestad justo en el área financiera de nuestra vida.
Desde el principio de los tiempos, aún antes de la ley de Moisés, la Biblia habla de que los hombres separaban el 10% de sus ingresos y los entregaban a sus Sacerdotes o bien a la casa donde eran edificados espiritualmente, ninguno de los hombres de la Biblia sufrió jamás de problemas económicos, ya que el respaldo de Dios estaba con ellos ante la fidelidad a su mandato y aquí es donde le quiero pedir que se detenga a reflexionar en lo siguiente:
Dios no le es fiel ni a usted, ni a mi, pero le es 100% fiel a su palabra, por tanto si nos garantiza que si entregamos el 10% de lo que podamos percibir al lugar donde recibimos edificación espiritual, nunca tendremos problemas económicos, no nos queda mas que obedecer y empezar a verdaderamente confiar en Dios, no lo cree?
Nunca voy a olvidar el día que mi amigo Gilberto de Torreón en México dijo: prefiero tener el 90% de mis ingresos bendito, que el 100% maldito, wow! esa frase casi me tumbó de la silla, ya que tiene toda la razón del mundo, al no entregar nuestro diezmo, contaminamos el 90% restante de nuestro ingreso con maldición, ya que estamos robando a Dios, Él pone en nuestras manos los ingresos que percibimos, con la intención de que los administremos con sabiduría, y a que recordemos siempre a quien debemos ese ingreso y que le demostremos a ese alguien (es decir a Dios) quien ocupa el primer lugar en nuestro corazón, si Él o el dinero, de manera que si logramos demostrarle que es Él por encima del dinero que tenemos o el que debemos, nuestro entorno cambiará y empezaremos a recibir el favor sobrenatural de Dios de acuerdo a su promesa.
El amigo con el que chateaba hace unos días me dijo: lo que tu no sabes es que con ese 10% pago deudas, a lo que no me quedó mas que pensar: “en que momento pagaremos lo que le debemos a Dios?”, si lo piensa bien, quien es el mas importante de nuestros deudores, un hombre? o Dios?, además, que tanto podemos realmente pagar con el 10% de nuestros ingresos?, pero si lo sembramos en obediencia, no solo nos alcanzará, sino que las mismas ventanas del cielo nos serán abiertas.
Por último, hay quienes se creen mas listos que Dios y se toman la facultad de decidir que es lo que harán con el diezmo y lo entregan a obras de caridad o instituciones que se dedican a ayudar a otros, pero sabe, Dios no anhela que usted y yo seamos “buenos”, Dios espera que seamos obedientes, para que esa obediencia antes que otra cosa establezca el señorío de Dios sobre nosotros y posteriormente, de aquello que fluya en nuestra vida y nuestros bolsillos, podamos verdaderamente ofrendar de lo que Dios nos da a los que mas necesitan.
Hoy verdaderamente le quiero retar, este si es un reto de fe, atrévase a creer no solo en Dios, sino en su palabra, separe de sus ingresos el 10%, entréguelo como primer cosa al lugar donde es edificado espiritualmente, por favor deje a un lado sus pensamientos acerca de lo que hacen con ese dinero, eso es cosa de quienes lo administran y Dios, usted preocupese solo de obedecer a Dios y aprenda a verdaderamente depender de Él, aún en lo financiero y empiece a recibir (probablemente por primera vez) el favor tangible de Dios en su vida con un efecto de abundancia y tranquilidad financiera y económica, como ve? cree que tiene las agallas suficientes para hacerlo?