Ayer que venía manejando en carretera de camino a casa, no pude evitar pasar largo rato meditando acerca de lo que le quiero compartir hoy, de hecho tenía cierto apuro por llegar para tomar nota acerca de ello para no perder detalle.

Creo que todos hemos escuchado acerca de Jesús caminando sobre las aguas y Pedro caminando hacia Él y posteriormente hundirse, esta cita ha dado vueltas una y otra vez en mi mente y en mi corazón, me anima mucho el hecho de pensar que tal como lo promete Jesús podemos hacer todo lo que Él hizo y aún mas (Juan 14:12), por tanto es mas que posible que nosotros caminemos sobre el agua y que hagamos milagros tales como hizo Jesús (obvio en su nombre) y es justo eso de lo que le quiero hablar hoy, de como hacer esas cosas.

Hay palabras y significados que van cambiando con el tiempo, ya que entran en desuso, la palabra “discípulo” es una de ellas, ya que el día de hoy, significa algo completamente distinto a lo que significaba en los tiempos de la Biblia y créame, he hecho mi investigación.

Cada vez que pensamos en discipular a alguien, o en ser discipulados, pensamos en enseñarle a alguien más acerca de algún tema o bien que alguien nos enseñe a nosotros, pero le quiero contar un poco acerca de esta palabra para que entienda lo mismo que entendía Jesús y que entendía Pedro al momento de caminar sobre el agua.

En los tiempos de Jesús, los Rabinos o maestros de la palabra eran muy celosos de su doctrina, la llamaban su “yog” (no estoy seguro de que así se escriba, pero así se pronuncia), su yog era su manera de analizar las escrituras, su manera de entenderlas y su manera de aplicarlas a su vida, por tanto cada año los Rabinos de aquella época tomaban discípulos y el fin de esos discípulos era el siguiente:

Los discípulos en potencia eran chicos de mas o menos 16 años de edad, que habían sido preparados en los pasados 10 años en la ley de Dios, es decir, aprendían de memoria aquello que usted y yo conocemos como el antiguo testamento, pero no solo eso, ya que lo que es conocido como la Torah (los 5 primeros libros de la Biblia) existe en 2 versiones, la escrita que es la que usted y yo conocemos y la hablada, que es la versión extendida de estos libros, la que contiene los detalles y la que da sentido a las cosas que parecieran escasas, es la que se transmitía verbalmente de generación en generación desde Adán hasta el día de hoy y que fue documentada por Moisés y de ahí se estableció como la ley del Pueblo Judío; Por tanto, un Rabino necesitaba evaluar muy bien a cada muchacho, para asegurar que ese muchacho entendiera perfectamente las escrituras y las entendiera de la misma manera que las entendía el, para que el muchacho que se convirtiera en su discípulo pudiera extender su yog y hacerlo prevalecer, en otras palabras el discípulo se tenía que convertir en lo mismo que era el Rabino.

Para ponerlo de una manera mas sencilla y mas aterrizada, esto es algo que nos sucede todos los días, si pensamos en nuestros hábitos familiares, muchas veces nuestros Padres tratan de enseñarnos cosas que son buenas, pero que no vemos que ellos practiquen, pero sin darnos cuenta adoptamos los hábitos que vemos y entendemos naturales en ellos y los imitamos al grado que después de un tiempo somos una copia de nuestros Padres, sus hábitos y su manera de vivir, en resumen, normalmente enseñamos lo que sabemos (aunque no lo pongamos en práctica), pero discipulamos con el ejemplo.

Si lo entendemos de esta manera, Jesús tomó 12 discípulos para enseñarles a vivir como Él y para que un día hicieran todo lo que Él hizo, desde milagros, hasta vivir una vida íntegra para Dios (tal como lo hicieron cuando Jesús ya no estaba) y Jesús escogió a 12 de los cuales estaba seguro que tenían no solo la capacidad, sino el hambre y las ganas de hacerlo.

De manera que si regresamos a la barca y a la escena donde Jesús camina sobre las aguas, Pedro le dice a Jesús algo así como: “Señor si eres tu, llámame para que pueda ir a ti”, y sabe, Jesús sabía quien era Pedro y sabía la capacidad que tenía Pedro y sabía que Pedro podía hacer todas las cosas que Jesús hacía, en otras palabras, Jesús tenía fe en Pedro y Pedro, a su vez tenía fe en Jesús, y es aquí donde la cosa se pone interesante!

Hay quienes dicen que en el momento que Pedro quitó la mirada de Jesús empezó a hundirse, y esto es cierto, pero la razón real fue que Pedro no veía en si mismo lo que Jesús veía en el, Pedro a pesar de pasar tiempo con Jesús, no había entendido que Jesús le había escogido para que continuara con su obra cuando Él ya no estuviera físicamente en la tierra, es decir, para que le diera continuidad a su yog (ya que Jesús fue preparado como maestro de la palabra y se embestía como tal) y aunque Pedro no es un dios, si Pedro podía hacer todo lo que Jesús hizo al venir a la tierra como hombre (y no como Dios), en otras palabras y para no darle tantas vueltas al asunto, Pedro perdió la fe, pero no la fe en Jesús, sino la fe en si mismo…

El motivo de la mayoría de nuestros fracasos tiene su fundamento en la misma escena de Pedro al caminar sobre el agua, y por los mismos motivos, solemos vernos a nosotros mismos como lejanos e indignos del favor de Dios, y sabe, la mayoría de las veces es porque no conocemos la Biblia, o porque la hemos leído y no le hemos puesto atención, la Biblia es el libro que define nuestra identidad, como dice un gran amigo, es el “manual del fabricante” en el cual están descritas todas aquellas cosas que podemos y somos capaces de hacer, pero que nunca haremos a menos que nos quede bien claro que así es.

Hoy le quiero invitar a reflexionar sobre esto, piense en todas las ocasiones que ha fracasado, o simplemente en todas las ocasiones en las que ha batallado, en todas esas ocasiones en las que se ha sentido solo o sin el favor de Dios en su vida, en todas esas ocasiones le ha faltado una sola cosa, le ha faltado fe, pero la fe que le ha faltado es la fe en usted mismo, la fe en que ese potencial de hacer cosas asombrosas esta en usted por el puro y simple hecho de que Dios las puso ahí desde que lo creó y desde que lo planeó, solo que las desconoce porque nunca ha leído el manual del fabricante o porque nunca lo ha entendido, o simplemente las ha pasado por alto… no haga como Pedro, haga como Jesús, para eso vino a esta tierra…

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