Hace ya unos meses que no he podido dejar de pensar en el fenómeno de los famosos “acumuladores”, que son aquellas personas que empiezan a comprar cosas o simplemente a juntarlas en sus casas hasta que estas se vuelven completamente inhabitables y en muchas ocasiones son amenazadas por las autoridades para reacondicionar sus hogares o perderán el lugar donde viven.

Veo con gran interés que cada vez hay más y más programas de televisión que muestran este fenómeno e incluso me percaté que incluso ya hay psicólogos especializados en la materia, es decir, ya existe una rama de la psicología que atiende específicamente los casos de acumuladores.

Una de las cosas que me gusta hacer, es lejos de juzgar a las personas por sus hábitos o su manera de vivir, por extraña que parezca, es el entender cual es la verdadera razón de su comportamiento y entender que es lo que lo originó, y le puedo confesar que el caso de los acumuladores compulsivos no ha sido la excepción, esto me ha llevado a ver programas que hablan y describen su manera de vivir por horas, ya que lo considero de lo mas interesante.

Uno de los factores que mas he visto como parte del mal de la acumulación, es la depresión, es decir, una de las justificaciones que estas personas tienen para explicar el hecho de que comenzaron a acumular cosas, es por el hecho de que se sentían deprimidas, pero si lo pensamos bien, no es acaso la depresión una de las causas de muchísimos comportamientos anormales y de muchas otras por así llamarlo “enfermedades”?.

Si no me equivoco fue Facundo Cabral quien dijo: “no estás deprimido, estas distraído” y sabe, tuvo mucha razón cuando lo dijo, he aprendido al ver estos programas que somos capaces de distraernos de nuestra propia realidad con tal de no verla, y que eso mismo nos pone en riesgo de adoptar patrones repetitivos que nos hacen daño.

Esto que le digo es fácil de entender, y un ejemplo muy claro son aquellas personas que comen excesivamente, su realidad es que están pasados de peso, pero esquivan su realidad y buscan de una manera incontrolable el sentir placer, pero como su mente en lo único que piensa es en la comida, la usan para ocasionar el placer que requieren y a su vez se hunden mas en su problema.

No me deja de llamar la atención el comentario de Facundo Cabral, estamos distraídos y no deprimidos, que fuerte! y que cierto!, pero de qué es lo que estamos distraídos?

Me llama mucho la atención que cada vez mas personas me escriben y me dicen que se alejaron de Dios, o bien que Dios no las escucha, o que simplemente no sienten la presencia de Dios, pero… como podemos alejarnos de un Dios que está en todos lados?, como podemos asegurar que alguien que está tan cerca de nosotros y en todo lugar, no nos escucha? o bien, como le hacemos para no sentir la presencia de el único ser que esta presente en todo lugar?

La respuesta es sencilla y ridículamente parecida a la de Facundo Cabral, estamos distraídos, a pesar de que decimos amar a Dios, no hemos sido capaces de entregarle nuestros pensamientos, como no conocemos a Dios, ya que no nos hemos tomado la molestia de conocerle por medio de su palabra, no podemos pensar en quien verdaderamente es Él y lo que puede hacer en nuestras vidas, por medio de nosotros y por último para nosotros.

Hace unos meses tuve la oportunidad de dar una charla en la ciudad de Zacatecas, en la que el tema central fue “los sentimientos son tus peores enemigos”, ya que todo el tiempo pensamos en lo que sentimos y no al revés, estamos dominados por nuestros sentimientos, quienes nos distraen de Dios, de su propósito y en muchas ocasiones de su verdad, es por eso que muchas personas tratan de llenar esos vacíos en sus sentimientos con el acumular cosas, con comida, con una realidad que no existe o que se yo.

Es por eso que es necesario que llevemos nuestros pensamientos hacia Dios, hacia Jesús, ya que sin ello, estaremos sujetos a este mundo a lo que nos ofrezca y lo que nos haga sentir.

Es justo ahí donde encontraremos esa “paz que sobrepasa todo entendimiento” cuando la verdad de Dios nos lleve más allá de lo que pensamos y de lo que sentimos, que es limitado a este mundo y nos lleve a la realidad de Dios que es superior y es eterna.

Si usted en alguna ocasión se ha sentido deprimido, o bien sabe de alguien que lo está o ha estado, recuérdele que no está mas que distraído, pero en cuanto ponga sus pensamientos en Cristo, esa depresión desaparecerá, ya que el propósito por el cual fuimos creados, regresa de inmediato a nuestras vidas, dándonos nuevos bríos y nuevas fuerzas para vivir.

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