He notado que muchas personas se preguntan todo el tiempo “que es lo que Dios quiere o espera de ellas”, o “que es lo que espera que hagan de sus vidas”, o “cómo es que espera Dios que vivan sus vidas” y es una pregunta con una respuesta tan sencilla, pero a su vez tan difícil de entender a menos que se tenga el corazón adecuado.

Lamentablemente solemos concentrar la atención de nuestra relación con Dios en nosotros mismos, y en lo que Dios puede hacer por y para nosotros y de ahí decimos amar a Dios, pero en realidad amamos lo que hace por y para nosotros mas que a Dios, y con esto no le quiero hacer sentir mal, ni culpable, sino solamente consciente de algo que es una condición humana y de lo mas común y lamentablemente normal.

Se que muchas personas entienden que nuestra relación con Dios se trata de Él, per creo que a la mayoría nos cuesta trabajo entender como es que haremos eso y como es que a su vez podremos suplir nuestras necesidades y anhelos.

Como lo dije en el primer párrafo de este escrito, es mas sencillo de lo que nos imaginamos, todo es cuestión de abrirnos a ver las cosas como Dios las ve y dejar un poco de lado nuestra propia manera de ver las cosas.

Este fin de semana vi de nuevo una película que había visto hace tiempo y me había impactado de gran manera, la película se llama “un sueño posible” (the blind side), y trata de una familia en Estados Unidos, que acoge en el seno de su hogar a un chico de color, el cual no sabe ni como, ni porqué llegó a una escuela donde la mayoría, si no es que todos son de tez blanca y está en apuros, ya que está tan lejos de casa que duerme en gimnasios y parques, sobrevive comiendo restos de comida y tiene un severo problema de aprendizaje por no poder concentrarse.

Es asombroso ver en la película, como la familia, sin dudarlo un solo momento, lo llevan a su casa, lo alimentan, le ayudan en todo lo que pueden, le compran ropa y lo mas importante, le enseñan a vivir como ellos viven y le abren un mundo de opciones como jamás imaginó en toda su vida.

Muchas personas se impresionan a ver  este tipo de películas y fibras sensibles se mueven en su interior, al ver lo que esta familia hace y el efecto que tiene y terminan con la intención de hacer algo bueno por las demás personas, pero en realidad, creo que pocos se atreverían a llevar a un desconocido a casa y mas teniendo un perfil de un criminal en potencia, pero ese no es el verdadero mensaje de la película y tampoco es lo que Dios pudiera esperar de nosotros y es precisamente de eso que se trata éste devocional.

Una de las cosas que mas me emociona entender, es que Dios nos puso las cosas tan fáciles que no las solemos ver, ya que nuestra consciencia nos traiciona y quiere hacer de las cosas sencillas de Dios, algo complicado y confuso, pero entienda esto:

Dios envió a Jesús al mundo con 2 propósitos específicos, el primero está mas que claro, venir a pagar el pecado del mundo y el segundo, a mostrarnos como es que debemos vivir, una vez que fuimos objeto del efecto de la cruz.

Jesús fue un hombre que vivió tal como Dios manda, pero muchos entienden esto a partir de que hizo milagros y anduvo haciendo discípulos, pero no, note que el ministerio de Jesús solo duró algo así como 3 años y medio y para ese entonces, tenía Él ya 30, y esos primeros 30 años fueron esenciales para los 3 y medio de su ministerio.

Jesús fue un niño, un joven y un hombre sujeto a autoridad, fue una persona adiestrada en la palabra de Dios y fue discipulado en las cosas de Dios, de manera que cuando comenzó su ministerio, lo primero que hizo fue ir a buscar discípulos.

Ser discípulo de alguien, no significa otra cosa que aprender a vivir tal como vive y como hace las cosas aquel de quien somos discípulos, tener un discípulo, es por tanto, enseñar a otros a vivir como nosotros vivimos, en resumen es eso y nada mas.

La familia de la película “un sueño posible”, no solo hicieron algo bueno por “big Mike” el personaje central de la película, sino que lo tomaron como discípulo, es decir, le enseñaron a vivir como ellos, no solo en lo físico, sino en lo moral, en lo espiritual y en todos los aspectos de su vida, de manera que hicieron de un chico que parecía lento, una persona “normal” y exitosa.

En realidad “big Mike”, era alguien que no tenía opciones en la vida, no tenía sueños y no le veía sentido a su vida, por tanto no hablaba, no tenía de que hablar, pero en cuanto sus opciones se fueron ampliando, incluso eso cambió para el.

Si usted se pregunta “que es lo que Dios espera de mi”, la respuesta es sencilla, imitar a Cristo y con esto me refiero a ser una persona discipulada y enseñada a vivir una vida gloriosa y con la capacidad de luego ir a discipular a otros y enseñarles a vivir de la manera que Dios nos envió a vivir.

No hay privilegio mayor que discipular a alguien, es lo mejor que podemos hacer por alguien mas, mas allá de ir y hacer obras de misericordia, discipular es aquello que tenemos que hacer, y nótelo, Jesús lo hizo todo el tiempo, recuerda el pasaje donde multiplica los panes y los peces?, no es relevante el haber alimentado a las 5,000 personas, es relevante que enseñó a los discípulos a creer y confiar en Dios y a hacer milagros, para que posteriormente ellos al convertirse en Apóstoles, los hicieran en el nombre de Jesús también, sin ello, jamás hubieran podido llevarlo a cabo y fundar la iglesia de Cristo.

Por tanto, le quiero invitar a lo siguiente, deje a un lado la oración enfocada a usted mismo y aprenda a orar pensando primeramente en ser discipulado (si es que nunca ha sido discipulado) y a discipular a otros, es decir, a enseñar a otros a vivir una vida plena en Cristo, es justo ahí donde encontrará que es lo que Dios quiere y espera de usted.

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Un comentario

  1. Adiel alvarado

    Me gusto mucho el consejo. Claro , sencillo y práctico . Bendicione